La Constitución de 1884

La Constitución de 1884

El distinguido jurisconsulto y hombre público, que fue convencional de 1872 y luego gobernador de Tucumán.

EL DOCTOR PROSPERO GARCIA. EL DOCTOR PROSPERO GARCIA.
10 Agosto 2002
Por Carlos Páez de la Torre (h)
La primera Constitución "moderna" de Tucumán se sancionó en 1884. Decimos "moderna" porque la anterior, de 1856, pertenecía al período de la Confederación, cuando Buenos Aires estaba segregada del cuerpo nacional, al que sólo se reincorporó luego de la reforma (1860) de la Constitución de 1853 y de la posterior batalla de Pavón.
Era necesario adecuar la carta provincial a aquella reforma nacional de 1860. Se tardó mucho en hacerlo. Recién en 1872 se eligió una Convención Constituyente, que sesionó un tiempo y entró luego en larguísimo receso. Hasta que, en 1884, el gobernador doctor Benjamín Paz promulgó una ley (proyecto de Tristán Lobo) por la cual quedaban cesantes los convencionales de 1872, se convocaba a elegir nuevos en 30 días, y se daba a la Convención que resultare un plazo de 6 meses para expedirse.
Rescataremos un entretelón poco conocido de esta última asamblea, que el 16 de setiembre de 1884 sancionó la Constitución que rigió en Tucumán hasta 1907. El entretelón proporciona una pista sobre el origen del proyecto y muestra que la cesantía de los anteriores convencionales despertó escozor. Uno de los flamantes constituyentes, el doctor Manuel Cornet, se entrevistó con el doctor Próspero García, ex convencional de 1872, y pidió -y obtuvo- que este le facilitase el proyecto que habían empezado a debatir años atrás, y que parecería ser obra suya. Como esa reunión trascendió, a pedido de Cornet el doctor García publicó una aclaración, en las columnas de "El Orden".
Expresó allí que efectivamente había entregado su proyecto de 1872 al doctor Cornet, "como amigo particular y para que le diese el destino indicado". Agregaba: "Me presté a poner al servicio de los trabajos (constituyentes) mis pobres conocimientos en la materia, siempre que pudieran ser útiles. No soy hombre de esquivar mis servicios cuando se me piden en bien del país, sea cual fuere el color político de la persona que va a ponerlos en práctica".
"Esta ha sido y será mi regla de conducta", añadía el doctor García. "Y puedo invocar, en mi apoyo, hechos análogos ocurridos durante varias administraciones que me han sido contrarias, sin que esto importe aceptar actos arbitrarios, actos reprobables, como no he aceptado ni aceptaré jamás la ilegal destitución de la Convención anterior". Terminaba: "He creído siempre que por este camino el país quedará más tarde sin instituciones, aunque para reformarlas se nombren nuevas Convenciones y nuevos convencionales".
Cabe aclarar que la administración Paz era roquista, mientras el doctor García era acérrimo mitrista.

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