03 Agosto 2005
MAXIMA SEGURIDAD. Personal de la Policía se apostó dentro y fuera de la Liga como prevención.
Basta de agresiones; basta de violencia. Los árbitros de fútbol no quieren que se repitan hechos como los que sufrió Rafael Heredia, en Monteros. Tras analizar lo sucedido, decidieron no dirigir partidos oficiales de ninguna categoría el próximo fin de semana. La medida cuenta con el respaldo del Comité Ejecutivo de la Liga Tucumana de Fútbol, que confirmó la suspensión de la actividad que debía desarrollarse. Pero, además, a través de un comunicado que firma Luis Manca y Mario Bacas, anunciaron que nunca más controlarán encuentros donde uno de los protagonistas sea Santa Lucía.
Los árbitros condenaron las agresiones sufridas por sus colegas Heredia, Adet, Borchet y Mansilla, designados para controlar el partido de la Primera "B" entre Santa Lucía y Unión del Norte. "Nos llama la atención la saña con que actuó la mayoría de los agresores, perfectamente individualizados a través del video", resaltan en la nota. Esas imágenes fueron difundidas en reiteradas ocasiones por los noticieros de los canales de cable y de aire que tienen difusión a nivel nacional.
Quienes asistieron ayer a la sede de la Liga Tucumana de Fútbol observaron una escena poco habitual. Varios policías estaban apostados a la puerta de acceso al edificio. Otro grupo lo hizo enfrente de la sede y unos 20 más custodiaban el interior.
Estas medidas obedecieron a un pedido de los integrantes del tribunal de penas, que tenían previsto analizar las causas del accidentado partido que se había disputado el pasado fin de semana en cancha de Atlético Ñuñorco.
En un primer momento se especuló con la presencia de todos los integrantes del plantel de Santa Lucía.
Finalmente sólo asistieron el técnico Carlos Monteros, el asistente Daniel Salinas y el presidente Ramón Barros. Todos permanecieron durante más de una hora.
"No sé por qué me citaron a mí. Fui expulsado y estaba en la tribuna. Lo que pasó es muy triste y no puedo estar de acuerdo. Pero hay cosas que ocurrieron en los días previos y que fueron generando un clima extraño. El viernes nos avisaron que teníamos jugadores suspendidos y que íbamos a jugar en Monteros. En el fútbol tucumano lamentablemente no hay justicia", indicó Monteros.
Los árbitros condenaron las agresiones sufridas por sus colegas Heredia, Adet, Borchet y Mansilla, designados para controlar el partido de la Primera "B" entre Santa Lucía y Unión del Norte. "Nos llama la atención la saña con que actuó la mayoría de los agresores, perfectamente individualizados a través del video", resaltan en la nota. Esas imágenes fueron difundidas en reiteradas ocasiones por los noticieros de los canales de cable y de aire que tienen difusión a nivel nacional.
Quienes asistieron ayer a la sede de la Liga Tucumana de Fútbol observaron una escena poco habitual. Varios policías estaban apostados a la puerta de acceso al edificio. Otro grupo lo hizo enfrente de la sede y unos 20 más custodiaban el interior.
Estas medidas obedecieron a un pedido de los integrantes del tribunal de penas, que tenían previsto analizar las causas del accidentado partido que se había disputado el pasado fin de semana en cancha de Atlético Ñuñorco.
En un primer momento se especuló con la presencia de todos los integrantes del plantel de Santa Lucía.
Finalmente sólo asistieron el técnico Carlos Monteros, el asistente Daniel Salinas y el presidente Ramón Barros. Todos permanecieron durante más de una hora.
"No sé por qué me citaron a mí. Fui expulsado y estaba en la tribuna. Lo que pasó es muy triste y no puedo estar de acuerdo. Pero hay cosas que ocurrieron en los días previos y que fueron generando un clima extraño. El viernes nos avisaron que teníamos jugadores suspendidos y que íbamos a jugar en Monteros. En el fútbol tucumano lamentablemente no hay justicia", indicó Monteros.
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