"La Liga sabía que podía haber disturbios"

Aunque pasaron tres días desde los bochornosos hechos de violencia que se registraron en el estadio de Ñuñorco, donde se jugó una de las semifinales de la Primera "B" de la Liga Tucumana de Fútbol, entre Santa Lucía y Unión del Norte, parece que todavía queda mucha tela para cortar.Como se recordará, ese encuentro, que estaba igualado 2 a 2, fue suspendido a los 37 minutos del complemento por el árbitro Rafael Heredia, quien luego fue salvajemente agredido por parciales de Santa Lucía.
"Repudiamos los hechos de violencia en todos los órdenes y hacemos responsable de ellos a la Liga Tucumana de Fútbol, que hizo oídos sordos cuando anticipamos lo que lamentablemente luego ocurrió", manifestó Ramón Jerónimo Barros, titular de Santa Lucía, quien concurrió a nuestra redacción para expresar su disconformidad por la manera como se comportó la entidad de avenida Sarmiento 365.

Llamativo
"Lo que más nos llama la atención es que supimos del cambio de escenario a través de la Policía de Santa Lucía. Estuve el viernes a la mañana y a la tarde con Amancio Petray, secretario liguista, y en ningún momento me comunicó de esta novedad", dijo el titular de la entidad.
Luego Ariel Villarreal, secretario del club, se mostró sorprendido porque Petray les indicó: "nuestra obligación era enterarnos del cambio de escenario a través de internet. Esto nos causa risa, porque en Santa Lucía apenas tenemos teléfono. Todavía nos falta un tiempo largo para entrar en la tecnología de avanzada. Lo que más nos llama la atención es que para cobrar las multas, la Liga nos puede notificar en forma escrita; pero no ocurre lo mismo cuando se produce un cambio de escenario".