27 Enero 2005
TODOS JUNTOS. Amigos y familiares de la adolescente emprendieron una campaña por la seguridad vial.
A las 21, gran parte de Lules quedó en silencio. Iluminados por la luz de las antorchas, los amigos de Daiana Gigena, la joven de 15 años que murió tras ser atropellada por un motociclista, encabezaron la segunda marcha de silencio para pedir que se haga justicia y que quienes tengan la responsabilidad de velar por la seguridad de los vecinos, lo hagan.
La iniciativa de la protesta surgió de los jóvenes que acompañaron a Daiana durante su corta vida, según explicó Sabrina Argente, una de sus primas. "Los chicos les pidieron a sus padres y a los vecinos que los orienten en la lucha que desde el día en el que estaban velando a mi prima emprendieron", agregó.
Y al parecer, el pedido conmovió a los adultos, pues formaron un centro vecinal que se reúne cada noche para discutir el problema y que los acompaña durante las marchas. "Queremos exigirles a las instituciones que se interesen más por los jóvenes. Pero no es desde el odio o desde un partido político que venimos a reclamar, sino desde el amor y desde la solidaridad", aseguró Clara Medina.
Tras recorrer las principales calles de la ciudad, la interminable y silenciosa hilera se detuvo enfrente de la casa de Daiana, en Eliseo Cantón primera cuadra. Allí todas las antorchas se elevaron hacia el cielo. "Esto no sólo se hace por mi hija, sino por toda la comunidad de Lules", reconoció emocionada la mamá de la joven María Ester Gozzo. El recorrido terminó en el mismo lugar donde había empezado: en la plaza. Allí, Luis Terrera cantó una de las canciones favoritas de Daiana, "Tal vez mañana brille el sol", de JAF. Y con la emoción a flor de piel, los chicos les pidieron a los cientos de padres y de vecinos que los acompañaron que no los abandonen, que continúen a su lado en las próximas marchas.
La causa por la muerte de la adolescente está en Tribunales, pero aún no se decidió qué se hará con el menor que provocó la tragedia.
La iniciativa de la protesta surgió de los jóvenes que acompañaron a Daiana durante su corta vida, según explicó Sabrina Argente, una de sus primas. "Los chicos les pidieron a sus padres y a los vecinos que los orienten en la lucha que desde el día en el que estaban velando a mi prima emprendieron", agregó.
Y al parecer, el pedido conmovió a los adultos, pues formaron un centro vecinal que se reúne cada noche para discutir el problema y que los acompaña durante las marchas. "Queremos exigirles a las instituciones que se interesen más por los jóvenes. Pero no es desde el odio o desde un partido político que venimos a reclamar, sino desde el amor y desde la solidaridad", aseguró Clara Medina.
Tras recorrer las principales calles de la ciudad, la interminable y silenciosa hilera se detuvo enfrente de la casa de Daiana, en Eliseo Cantón primera cuadra. Allí todas las antorchas se elevaron hacia el cielo. "Esto no sólo se hace por mi hija, sino por toda la comunidad de Lules", reconoció emocionada la mamá de la joven María Ester Gozzo. El recorrido terminó en el mismo lugar donde había empezado: en la plaza. Allí, Luis Terrera cantó una de las canciones favoritas de Daiana, "Tal vez mañana brille el sol", de JAF. Y con la emoción a flor de piel, los chicos les pidieron a los cientos de padres y de vecinos que los acompañaron que no los abandonen, que continúen a su lado en las próximas marchas.
La causa por la muerte de la adolescente está en Tribunales, pero aún no se decidió qué se hará con el menor que provocó la tragedia.
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