Rogelio Ramos Signes

Escritor

La obra de Peter Handke es muy extensa, pero no se ha traducido completa al castellano. He leído tres novelas suyas que me parecen sensacionales: “Los avispones”, “La mujer zurda” y “La tarde de un escritor”. Son muy diferentes: “Los avispones”, como suele suceder con las primeras novelas de los escritores, es bastante experimental. “La mujer zurda” tiene un ritmo y una forma de narrar casi cinematográficos, lo que no es de extrañar, porque este hombre también ha dirigido cine. Y “La tarde de un escritor” es uno de sus clásicos. Pienso que ahí él se disfraza de otro escritor, pero está hablando de sí mismo.

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Ha escrito muchos más libros que estos, y sobre todo tiene una obra poética importantísima, aunque -lamentablemente- no se ha distribuido nada en Argentina. Pero me parece un premio Nobel genial, muy merecido, aunque me da pena que no se lo den todavía a Haruki Murakami; parece que va a tener que seguir esperando, y al final creo que le va a pasar lo que le pasó a Borges: morirse antes de que se lo den.

Siempre nuevo

Volviendo a Handke, he visto influencias bastante clásicas en sus textos, sobre todo en “La mujer zurda”. Si bien la narración es moderna, percibo influencias de Goethe, por ejemplo. Y “La tarde de un escritor” es casi existencialista.

Insisto: su obra es extensa. Pero no se repite; lleva 50 años escribiendo, y a veces podrías leer sus libros como si fuesen de autores diferentes. Y eso me parece muy importante, porque le entrega a cada obra una especie de espíritu juvenil. Decididamente me gustan los escritores que con cada nuevo texto se tiran al vacío, a ver qué pasa.