Matt Scudder es un policía maldito. Exonerado de la fuerza a causa de las desgraciadas consecuencias de un tiroteo, deviene en investigador privado sin habilitación. Husmea en toda clase de casos y sus clientes le pagan cómo y cuándo pueden, Claro que nunca le había tocado afrontar un episodio tan complejo como el que le plantea un dealer de drogas. Su esposa ha sido secuestrada y él pago el rescate, pero la chica no aparece. Hay fuerzas poderosas moviéndose en las sombras y sólo Scudder se opone a ellas,

Ese es el planteo de “Caminando entre tumbas”, la novela de Lawrence Block que llegó a la pantalla con guión y dirección de Scott Frank. Para el papel de Scudder, Frank se aseguró a Liam Neeson, protagonista de uno de los casos más llamativos de la historia del cine: se convirtió en estrella de las películas de acción después de los 50 años.

Neeson trabaja incansablemente. Pronto lo veremos en la tercera entrega de “Búsqueda implacable” y en la secuela de “Ted”. Aquí hace lo que tan bien aprendió: perseguir y enfrentar a los más peligrosos delincuentes. Con una pistola en la mano ya sabemos de lo que es capaz.