“Si bien habitualmente se sabe que aprovechamos mucho menos de la capacidad de nuestra mente de la que somos capaces de usar, el porcentaje exacto sigue siendo incierto. A partir de allí, imaginé cómo sería si pudiéramos acceder a los rincones recónditos de nuestro cerebro. Me interesaba contarlo desde la mirada de una muchacha promedio, que desarrolla capacidades mentales y físicas superhumanas cuando su mente se destraba”. La idea expuesta por Luc Besson explotó cuando Scarlett Johansson le dio el sí para interpretar a Lucy, esa “chica promedio” que muta en un prodigio capaz de convertirse en una máquina de pensar... y de luchar.

Pero no olvidemos que este es un thriller, con toques de ciencia ficción y pura acción, esa que Besson tan bien desarrolló en “La femme Nikita” y “El perfecto asesino”.

Lucy (Johansson) sufre las asombrosas transformaciones por culpa de una droga sintética que la obligan a consumir. Esa sustancia le permite alcanzar el 100% de su capacidad cerebral, que se traduce además en increíbles habilidades físicas. La ayudan el profesor Norman (Morgan Freeman), una autoridad en el estudio de la mente humana, y un policía (Pierre Del Río). Claro que semejante heroína merece un villano a la altura, y ese es el temible Mr. Jang, interpretado por el surcoreano Min-sik Choi (a quien vimos en “Old Boy”).

Además de dirigir, Besson escribió el guión y controló el proyecto de principio a fin. Fue un gran éxito en boletería; ¿habrá una nueva entrega?