Que una variante se cruce con otra no quiere decir que se destape una pesadilla. Apenas es una señal de alarma. Atlético sumó dos refuerzos, sí, pero eso no basta como para completar 11 titulares y menos para desarrollar todo lo que el cuerpo técnico tiene en mente antes de encarar una B Nacional que viene con título de complicada, por la cantidad de clubes candidatos a la corona.

El primer fin de semana de agosto iniciará una batalla de 42 fechas, una más complicada que otra, porque habrá que pelear contra aquellos que recién se presentan en la divisional; con los que quedaron con la sangre en el ojo el torneo anterior, y con los heridos y deseosos de volver ya a Primera (llámese los descendidos).

Entonces, hace falta gente, y cuando está no está, aunque ello todavía no sea una preocupación con tintes de tragedia, los tiempos de trabajo deben reposicionarse, adaptarse a la urgencia del momento. Atlético continuará hoy con la actividad, luego de un domingo de descanso. Intentará seguir con la tónica de ejercicios y con la prueba de algunos futbolistas que llegaron en libertad de acción, y que podrían terminar ganándose un lugar en la lista oficial de Ricardo Rodríguez. Los que todavía no llegaron, los refuerzos (cuyo número se acercaría a 15 en total), son los que desea realmente tener el técnico. Los quiere para poder viajar a Salta, donde se hará la parte fuerte de la pretemporada. Y hoy, la Linda está tan lejos como Tucumán de Tokio. Hubo que mover de la agenda el día de partida en dos ocasiones.

"No hay material ni jugadores todavía", dijeron en el cuerpo técnico, que hace uso y abuso de la paciencia: "porque confiamos en nuestros dirigentes", aseguraron.

El voto de confianza es importante porque detrás de una cancelación hay cierta fe de que los que están por llegar son de nivel A y no de relleno. Pero, cuidado. Si entre hoy y mañana no da el sí al menos media docena de nombres, dejando de lado a Nahuel Roselli y Maximiliano Barreiro, ya incorporados al grupo pese a que no estén aún -llegan mañana-, será la tercera (¿y vencida?) bajada de pulgar de la travesía a Salta.

No tiene sentido, aducen. Mientras tanto, apellidos varios empiezan a decantarse y a perderse en el horizonte. Se habló de Darío Gandín: "Chipi" pidió tiempo. De Mauricio Ferradas (un rumor). De un carrilero por izquierda, de otro por derecha; de más defensores. Se habla de refuerzos. Atlético y "RR" los esperan con los brazos abiertos. "Tengan fe", le dijeron. Él la tiene.