"Disfrutamos muchos años de la Unidad Sionista, donde practicábamos deportes. La pileta era el centro de reunión de amigos y familiares. En la juventud nos divertíamos en los bailes. Pero también hacíamos actividades benéficas (festivales, ferias) para recolectar ropa y calzado para instituciones locales y de Israel", rememora Raquel Rosenblatt de Gorbán, de 88 años. Sus padres vinieron de Rusia y, al igual que los Alperovich y los Rojkés, llegaron a Tucumán tras vivir en Moisés Ville, Santa Fe.

Raquel se casó con León Gorbán, odontólogo, a quien había conocido en Rosario donde se recibió de maestra. Cuenta que su esposo trajo a Jorge Luis Borges para que diera una charla en la Unidad y que en la Kehilá se reunía toda la colectividad para festejar las fiestas tradicionales. "Otros buenos recuerdos son los viajes en tranvía por la ciudad y en la ?bañadera? (colectivo sin techo), que iba hasta la primera confitería y San Javier. También las reuniones entre amigos y las que se hacían en casa de los compañeros del secundario, donde bailábaños foxtrot y rock and roll", dice, nostalgiosa. Y evoca el día en que se creó el Estado de Israel: "estábamos en la Kehilá y salimos a la calle a bailar cuando se hizo el anuncio en la ONU".