Javier Milei recibirá la Navidad en la Quinta de Olivos, pero lejos de un clima de distensión absoluta. El Presidente pasará la festividad en la residencia oficial con la atención puesta en el Senado, donde el oficialismo se juega la aprobación definitiva del Presupuesto 2026. 

Para la Casa Rosada, la sanción de la "ley de leyes" es el broche de oro necesario para cerrar el año con un mensaje de previsibilidad institucional.

Este presupuesto es una pieza clave, ya que es el primero diseñado íntegramente por la gestión libertaria. Tras un año de prórrogas y reconducciones, el Ejecutivo entiende que contar con una hoja de ruta fiscal aprobada por el Congreso es la credencial más fuerte que puede exhibir ante los mercados internacionales y el FMI.

Por estas horas, las negociaciones con gobernadores y senadores aliados son incesantes para evitar modificaciones que dilaten el trámite.

Gestos con la Iglesia y el horizonte internacional

En el plano institucional, Milei mantuvo un intercambio de saludos con la Conferencia Episcopal Argentina. En un vínculo que tuvo picos de fricción, los mensajes navideños se centraron en el diálogo y la paz social, un gesto protocolar que busca bajar los decibeles en el cierre del calendario.

Sin embargo, la mirada del mandatario ya está puesta en enero. Milei tiene confirmado su regreso al Foro Económico Mundial de Davos. El objetivo será exponer los avances de su programa económico ante la élite financiera global. 

En el entorno presidencial aseguran que llegar a los Alpes suizos con el Presupuesto 2026 bajo el brazo será un activo político determinante para atraer las inversiones que el Gobierno considera vitales para el próximo año.