El dólar se mantiene estable, pero la volatilidad sigue envolviendo a las tasas de interés. La inflación mayorista se movió a mayor ritmo que la general. El Índice de precios internos al por mayor (IPIM) registró en julio un aumento del 2,8%, un valor que supera por 0,9 puntos porcentuales al Índice de Precios al Consumidor (IPC) de ese mismo mes (1,9%). Dicho de otra forma, la inflación mayorista fue más alta que la inflación general, según los datos difundidos ayer por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
La población está endeudada y, en muchos casos, apelan a sistemas alternativos a los bancos, con costos más elevados. Si bien los bancos iniciaron el año con una participación en los créditos otorgados del 57 % de las personas y del 83 % de los montos en pesos, en mayo estas cifras se redujeron al 55 % y 82%, lo que confirma la tendencia a la mayor participación de los PNFC (Proveedores No Financieros de Crédito). Esta retracción inicial, sumada a la escalada en la morosidad, plantea un escenario de alerta para este segundo semestre, reporta SIISA, empresa de tecnología para el crédito y buró.
Las ventas minoristas PyME por el Día del Niño bajaron 0,3% frente a la misma fecha del año pasado, medidas a precios constantes. El relevamiento elaborado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) muestra que el impacto en las ventas fue limitado. Si bien en algunos casos generó cierto movimiento adicional, en términos generales no logró revertir la tendencia de estancamiento observada durante lo que va del mes. El resultado global confirma que la fecha no alcanzó para impulsar de manera significativa el consumo, incluso en un contexto de amplias promociones y facilidades de pago. En gran medida, los empresarios extendieron el uso del descubierto, sencillamente porque los números no le cierran. Aguardan que el clima se modifique en el corto plazo y que el efectivo aparezca para que las ventas se apuntalen.
Día del Niño: cayó 22% el ticket promedio y las familias solo compraron en ofertaHéctor Viñuales, presidente de la Federación Económica de Tucumán (FET), dice a LA GACETA que fue marcada la creatividad de los comerciantes para que los clientes no se vayan del negocio sin algún producto, apelando a las liquidaciones. “Hay una necesidad de efectivo, ya que los negocios lo necesitan para bajar los costos de funcionamiento. Este es un mes de mucho trabajo para alcanzar ese objetivo”, indicó.
Gabriela Coronel, titular de la Cámara de Comerciantes de esta ciudad, explicó que, pese a los esfuerzos de los empresarios para impulsar el consumo mediante promociones y acuerdos con entidades financieras, las ventas no lograron repuntar respecto del año pasado. “El ticket promedio se ubicó en $ 34.500, una cifra que “no refleja el esfuerzo de los comerciantes para incentivar la compra”, apuntó.
Del basural al festejo limpio: el Día del Niño dejó otra postal en el parque 9 de JulioEn situaciones de restricción de liquidez, los comercios implementan diversas estrategias para optimizar el flujo de caja. Una práctica común, dice a nuestro diario el economista Eduardo Robinson, consiste en ofrecer descuentos a quienes abonan en efectivo, facilitando así el acceso inmediato a fondos para el negocio. “Estos descuentos suelen oscilar entre el 10% y el 15%, y son adoptados por comerciantes de distintos sectores. Al incentivar el pago en efectivo, se busca minimizar demoras en la acreditación de fondos y reducir costos asociados al uso de tarjetas, como comisiones bancarias y cargos administrativos”, puntualiza.
Para el cliente, esta opción conlleva un ahorro directo en la transacción, lo que incrementa la probabilidad de concretar la compra. Para el comerciante, representa una herramienta eficaz para disponer de liquidez y afrontar compromisos financieros inmediatos.
No obstante, advierte el consultor, la correcta aplicación de esta estrategia requiere un análisis detallado del margen de ganancia, a fin de evitar impactos negativos en la rentabilidad. Además, resulta esencial comunicar de manera precisa los términos y condiciones de la oferta, con el objetivo de prevenir malentendidos.
Estas tácticas adquieren especial relevancia en contextos de inflación o inestabilidad financiera, donde la gestión eficiente del flujo de caja es prioritaria. Por ende, los descuentos por pago en efectivo pueden ser efectivos para mejorar la liquidez y atraer clientes, siempre que su implementación se adapte a las particularidades y necesidades específicas de cada comercio.
“En el actual contexto económico, de dólar atrasado y más apertura importadora, la multiplicación de compras en línea y el ingreso de mercadería a precios significativamente inferiores, especialmente en rubros como electrodomésticos, las estrategias de venta plantean desafíos adicionales, obligando a las empresas a revisar y optimizar sus estructuras de costos”, expresa el economista.
Competencia foránea
La política de apertura comercial incentivada por el Gobierno nacional pone a los empresarios argentinos en desventaja respecto de sus pares de los países limítrofes, donde los productos pueden ser hasta un 75% más baratos que en la Argentina. Los industriales advirtieron que esta apertura pone en riesgo a la producción nacional y, por ende, a la fuente laboral local.
Una nueva frontera se les abrió a los vehículos argentinos rebosantes de dólares baratos que cruzan la cordillera hacia Santiago de Chile, Temuco, Iquique, Coyhaique, Osorno, Puerto Montt y Punta Arenas en busca de electrónica, ropa, calzado y ahora heladeras y lavarropas y a los que, del otro lado, pasan desde el Litoral a Ciudad del Este o Asunción del Paraguay.
Día del Niño: cayó 22% el ticket promedio y las familias solo compraron en ofertaLa tercera alternativa incorporada en el mapa del turismo de compras se señaliza con ciudades fronterizas hasta ahora solo conocidas en el vecindario regional, como Bermejo, Villazón y Yacuiba. Queda en Bolivia y tientan a clientes de Catamarca, La Rioja, Salta, Jujuy y Tucumán con precios entre 30 y 75% más bajos, desde calzado, indumentaria y neumáticos, además de repuestos para vehículos, hasta pequeños electrodomésticos como celulares, notebooks y televisores. Las ventas no son únicamente “hormiga”, sino que se mayorea con descuentos a pequeños comerciantes que buscan abastecerse a bajo costo y luego revender sus productos en el mercado local.
Más habituados a la ida y vuelta transfronterizo, aceptan normalmente pesos argentinos, dólares verdes e incluso billeteras digitales.