Calor de 28.6°C en invierno: ¿Excepción o tendencia?

Calor de 28.6°C en invierno: ¿Excepción o tendencia?

Especialistas analizan el desarrollo de la estación más fría, los récords de temperatura y los venideros efectos del fenómeno El Niño.

Calor de 28.6°C en invierno: ¿Excepción o tendencia?

Primer acto: los termómetros en Tucumán marcan 28.6°C en invierno. Segundo acto: China registra 52.2°C, la temperatura más alta en su historia. Tercer acto: Irán registra 66.7°C de sensación térmica. Todo esto sucedió en las últimas dos semanas. ¿Cómo se llama la obra? Cambio climático e incipientes síntomas de El Niño, según especialistas consultados por LA GACETA.

¿Es la primera vez que tuvimos que salir a correr de short o que fuimos a bailar de camisa o remera en julio? Probablemente no, pero los especialistas advierten que año a año las temperaturas se van elevando.

El 10 de julio, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) anunció que la primera semana de julio fue la más cálida registrada hasta el momento en toda la historia. Días antes, la misma institución creada en 1950 por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) había reportado que junio había sido el más caluroso desde que hay registros oficiales.

“Sabemos que principalmente por las emisiones de dióxido de carbono a causa de las actividades del ser humano (la quema de combustibles fósiles, por ejemplo) se produce un calentamiento que aumenta la temperatura del planeta”, dice la doctora en Geografía Marilyn Leiva.

“Tener 28.6°C en julio está 10°C por encima de lo normal para este mes. Cada año viene siendo más cálido que el anterior. No sería raro que esto siga en ascenso”, dice Cristofer Brito, meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional (SMN).

Otra particularidad de este mes que comienza a despedirse: llovió el triple de lo habitual en Tucumán, según el SMN. “Llevamos 16 milímetros, cuando el registro normal es cinco milímetros. No hay zona que haya tenido pasto seco. La caña no maduró. Normalmente julio tiene entre cuatro y cinco heladas y ahora hubo solamente una, pero muy débil”, dice Brito.

Si bien durante los últimos días el frío logró ganarle la pulseada al calor, el sol volvió a ser el protagonista en las próximas horas. “Tendremos tiempo primaveral hasta hoy; el domingo (por mañana) volvería el frío con mínimas de 13°C y hacia el próximo fin de semana volvería el calor otra vez. Terminaríamos julio con calor”, pronostica Brito.

Mientras en la provincia llegamos a prender el aire acondicionado en invierno, el sur de Europa y la parte occidental del norte de África están atravesando una ola de calor sin precedentes. Hace cuatro días, por ejemplo, Roma (Italia) y Cataluña (España) vivieron sus días más calurosos con temperaturas de 42.9°C y 45.3°C respectivamente.

“En un futuro no muy lejano dejará de ser raro que haga calor en invierno. Los eventos extremos en estos últimos 50 años se han quintuplicado, según Naciones Unidas. Es una de las consecuencias del calentamiento global”, dice Sergio Jerez, profesor de Geografía en la Facultad de Filosofía y Letras (UNT) e investigador del proyecto “Cambio climático, riesgos naturales y frontera agrícola en Tucumán: impactos poblacionales y desafíos desde la educación”.

Impacto

Incendios forestales, sequías, inundaciones y tormentas severas son las consecuencias más evidentes de este proceso para quienes habitamos esta provincia, dice Jerez.

El lunes pasado, LA GACETA informó que ocho ingenios tuvieron que detener sus producciones por falta de materia prima debido a “la falta de piso” (por las lluvias) para el ingreso de las cosechadoras a los cañaverales.

“La diferencia con lo que ocurría hace 50 años es la frecuencia, la magnitud y la intensidad que tendrán estos eventos. Al evaluar los daños de las lluvias, los funcionarios suelen hablar de que no es común ver tanto nivel de precipitaciones en poco tiempo, pero ahí también tenemos que empezar a tratarlo como una normalidad”, plantea.

El Niño

El 4 de julio, la OMM advirtió: “las condiciones de El Niño se están desarrollando por primera vez en siete años”. “Esto se da cuando las temperaturas del mar del océano pacífico oriental se encuentran más de un grado por arriba de lo normal”, explica Leiva, que es profesora de Climatología en la UNT.

Los efectos de este fenómeno sobre nuestro país varían dependiendo de la fase, la región y la época del año: durante la primavera y verano el noreste argentino tiende a registrar precipitaciones superiores a las normales durante una fase El Niño, según el SMN. Y tiene una periodicidad irregular. Usualmente ocurre cada dos a siete años.

¿Es el causante de esta coyuntura extraordinaria? Leiva y Jorge Noriega, meteorólogo del SMN, creen que este fenómeno todavía no tiene impacto porque está en desarrollo. “Hay que hacer de cuenta que El Niño está en un embarazo de nueve meses. Todavía no ha llegado a su nacimiento. Está en un 33,3% en casi todo el mundo”, dice Noriega, que pronostica que hacia el verano sí traerá más lluvias y temperaturas más altas.

Brito coincide en que El Niño todavía está en fase de desarrollo, pero cree que ya tiene cierta incidencia en el aumento de la cantidad de precipitaciones y las temperaturas elevadas de julio. “El fenómeno posiblemente comenzará con más fuerza en agosto. No me extrañaría que tengamos una primavera calurosa y húmeda”, dice.

A futuro

La ONU advirtió el martes pasado que el mundo debe prepararse para olas de calor más intensas. El verano pasado fue el más cálido desde que se tiene registro (1961) en Argentina. Los casi 29°C registrados durante el invierno en Tucumán, entonces, no son casualidad. Y debería ser un llamado de atención para autoridades y ciudadanos, coinciden los especialistas.

Jerez lo pone en estos términos: “Nos falta tomar conciencia, nos falta la difusión desde el ámbito científico y desde los medios de comunicación. En el día a día pensamos en muchas otras cosas y a veces no le prestamos atención a esto”.

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