Atlético Tucumán, entre el fútbol y la política

Atlético Tucumán, entre el fútbol y la política

Rosario vivió horas convulsionadas antes del duelo entre “decanos” y “leprosos”; los hinchas acompañaron a pesar del frío.

LUCHADO. Adrián Sánchez y Pablo Pérez disputan la pelota ante la atenta mirada de Orihuela y Joaquín Pereyra (10). foto de marcelo manera (especial para la gaceta) LUCHADO. Adrián Sánchez y Pablo Pérez disputan la pelota ante la atenta mirada de Orihuela y Joaquín Pereyra (10). foto de marcelo manera (especial para la gaceta)

Atlético salió a jugarse una parada difícil en el Parque Independencia el día después que la provincia de Santa Fe se fuera a dormir en la noche del domingo conmovida por los resultados arrojados por las PASO provinciales, que desacreditaron a varias encuestadoras. El ingreso a Rosario por el tradicional Bulevard Oroño sirve de testimonio: el visitante es recibido por una gigantografía del gran ganador de la compulsa, Maximiliano Pullaro. Elegido como candidato a gobernador por Unidos para Cambiar Santa Fe por sobre la mediática Carolina Losada, Pullaro es el delfín en la provincia del precandidato presidencial Horacio Rodríguez Larreta.

El impacto más grande estribó en la pobre elección realizada por el panperonismo oficialista, que apenas recogió el 28% de los sufragios, con Marcelo Lewandowski, senado nacional y otrora periodista deportivo, como el más votado con un 18% en las preferencias.

En Rosario “hizo roncha” Juan Monteverde, quien con su lista “Un futuro sin miedo” ganó la interna peronista para intendente, compulsa en la que medirá fuerzas con el actual jefe de la comuna Pablo Javkin, de Juntos por el Cambio.

De todo eso, más que del inminente desafío que horas más tarde afrontaría Newell’s ante el ascendente Atlético se hablaba este lunes en Rosario, una ciudad sitiada por el narcotráfico y su violencia derivada. Vivir en la ciudad más poblada de la “bota” santafesina implica tener seis veces más posibilidades de morir asesinado que un habitante de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Rosario es también, se sabe, una ciudad dividida en dos mitades, dos colores por bando. Es así: en la práctica, las calles y edificaciones de la zona portuaria y costera están pintadas de azul y amarillo. Y la zona del Parque Independencia, por supuesto, luce toda de rojo y negro.

Dos semanas después de la velada de despedida de Maxi Rodríguez, en las adyacencias del estadio “Marcelo Bielsa” todavía se venden banderas gigantes con la leyenda “Los dioses tienen lepra”, y los rostros de Diego Maradona, Lionel Messi y la “Fiera” estampados sobre ellas.

Aquella jornada de emociones fuertes dejó tela para cortar. Básicamente, la de ese trapo gigante de “La Banda de los Monos” exhibida a espaldas de Messi y compañía. La inscripción “Estamos más allá de todos” fue entendida como una amenaza casi obscena que hoy investiga la justicia.

Anoche, la ola de frío polar no hizo mella en la muy seguidora hinchada de Newell’s, que como siempre colmó las gradas. Eso sí, con 6 grados centígrados que calaban hasta los huesos, mejor llegar sobre la hora.

Pese a su gran campaña por Copa Sudamericana y su triunfo a domicilio sobre Independiente por Liga, los simpatizantes de la “Lepra” todavía se mostraban recelosos acerca del presente de su equipo: ver a Central por encima en la tabla no es algo que los tenga particularmente satisfechos.

En todo caso, en los minutos que precedieron a la presentación de Atlético frente a los hombres de Gabriel Heinze hubo tiempo para un sentido homenaje a Amelia Montero.

Más conocida como “La Vieja Amelia”, la encargada de organizar los primeros viajes de hinchas de Newell’s para alentar al equipo de visitante falleció la semana pasada a sus 98 años. Un sector del Coloso lleva su nombre.

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