Cuando muerde un perro, es obligación denunciar

Cuando muerde un perro, es obligación denunciar

Por qué estos episodios pasaron a ser lesiones de notificación obligatoria en el sistema de salud. Es la agresión más frecuente de animales a personas. Cuáles son los riesgos para la salud y cómo se puede prevenir.

Cuando muerde un perro, es obligación denunciar

Hace poco más de tres años, la historia de la adolescente tucumana Lara Sanson se hizo viral después de que un perro le mordió la cara cuando ella intentaba sacarse una foto con el animal.

Casi siempre son noticias impactantes. En Mar del Plata, esta semana, un menor de nueve años fue atacado de manera salvaje por 16 perros. El niño fue internado de urgencia y ya se encuentra fuera de peligro. No corrió la misma suerte una joven de 15 años, que el domingo pasado fue agredida por dos dogos en un barrio de la ciudad de Córdoba. Tras el brutal ataque, la adolescente falleció.

La mordedura de perro es la agresión más frecuente de los animales a los seres humanos. A nivel nacional, el grupo más afectado suelen ser los niños y niñas, detalla la directora de Epidemiología de nuestra provincia, Romina Cuezzo. Este tipo de lesiones recientemente pasó a ser de notificación obligatoria para el Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud.

¿Por qué el Ministerio de Salud decidió empezar a incluirlas en el Boletín Epidemiológico Nacional? La intención es contar con un registro de estas lesiones, que surgen de una cada vez más estrecha convivencia entre las personas y los caninos, resaltó la funcionaria.

Cuando muerde un perro, es obligación denunciar

Con la notificación se podrá estimar cuál es la magnitud exacta del problema y saber cuántos casos graves y muertes se producen como consecuencia de las mordeduras de perros.

Consecuencias

“Su relevancia en salud pública tiene que ver con las potenciales consecuencias, no sólo las relacionadas con las enfermedades zoonóticas graves como la rabia, sino por las lesiones de diferente gravedad, posibles secuelas físicas, psicológicas, impacto social y costos económicos diversos. Los objetivos de este tipo de vigilancia son: estimar la magnitud del evento y los grupos más afectados, caracterizar epidemiológicamente los casos más graves, el agente agresor y las circunstancias en las que se da la agresión, e identificar grupos de riesgo para fortalecer las actividades de control y prevención”, comentó Cuezzo.

Stella Maris Sánchez, encargada de Vigilancia Epidemiológica de enfermedades inmunoprevenibles, Inmunizaciones y Rabia en el hospital del Niño Jesús, sostiene que el seguimiento de las mordeduras de perros es importante porque muchas veces enfermedades como la rabia se descuidan o se dejan de lado cuando aparece una vacuna efectiva. “Pero cuando aparece un caso de rabia humana, que es de altísima letalidad, representa una debilidad en el sistema de salud”, destacó.

Según la especialista, las mordeduras significan un problema importante, ya que es una lesión relativamente frecuente. En la mayoría de los casos, los afectados son menores de 15 años, detalló. En promedio se atienden entre 10 a 12 pacientes semanales en el hospital por esta causa. Cuando hace calor (en verano y primavera) es cuando más se reportan estos episodios.

El procedimiento ante la mordedura es lavar bien la herida con agua y jabón lo antes posible y visitar una guardia, remarca la doctora. En ese momento, los médicos deben evaluar varias cosas. Es clave saber si la persona mordida recibió su vacunación antitetánica. Se le indicará un tratamiento antibiótico y, si es necesario, hay que suturar y tratar las heridas, y derivar al paciente a los centros de referencia: si son menores de 14 años en el hospital de Niños y sin son mayores en el Avellaneda.

Sánchez explica que es necesario hacer un análisis del accidente y un seguimiento del animal involucrado. “Se debe considerar este tipo de eventos como potencialmente rábicos”, sostuvo.

¿Hay chances de tener un brote de rabia en la provincia?, le consultamos. Siempre existe esa posibilidad, explica. El último caso en Tucumán de muerte por rabia humana se dio en 1994, de rabia canina en 1997 y, en un gato, en 2017.  “Nunca hay que bajar la guardia”, considera.

En el 99% de los casos de transmisión de rabia a los humanos, la enfermedad es contagiada por perros. Por eso, se puede prevenir vacunándolos, explicó. No obstante, esto es algo difícil de prever en los perros callejeros.

Tipo de lesiones

Hablando de lesiones, Sánchez describió que, generalmente, en los niños las heridas por mordeduras se presentan en la parte superior del cuerpo: cabeza, cuello y brazos. En los adultos, que generalmente suelen ser atacados por perros callejeros o animales que se escapan de sus casas, las lesiones son más comunes en los miembros inferiores.

“Las heridas más severas son las que ocurren en la cara. Es común escuchar el relato de los padres, contando que sus hijos estaban jugando con el perro de la casa o de un conocido y, de repente, el animal reacciona mal.  Es lamentable ver el daño que producen las razas peligrosas, como Pit Bull, Dogo o Rottweiler”, remarcó, e insiste en la tenencia responsable de estas mascotas. “Deben estar vacunados y alejados de los niños. Se trata de las razas que ocasionan las lesiones más graves. Cuando ocurren, los familiares te dicen: ‘era re buenito el perro’”, comentó la profesional.

Por qué muerden

Los perros suelen morder por competencia, por miedo, por el territorio o por dominancia. Y las mordeduras pueden convertirse en una verdadera tragedia cuando el animal es fuerte y agresivo. No es casual que, por la elección cada vez más frecuente de perros por seguridad, haya más heridos con estas lesiones.

Tucumán tiene una ley que regula la tenencia de perros potencialmente peligrosos. Pero esta nunca se reglamentó y por lo tanto no hay ningún tipo de control. Ante esto, la única opción que tienen los dueños de estos animales es prevenir posibles ataques. ¿Cómo se logra esto? La veterinaria Patricia El-Kadi explica que para criar un perro que no tenga comportamientos agresivos son esenciales los primeros seis meses del can. “Tenemos que hacer que el animal tenga una vida social; que comparta con otros perros, con niños y con personas ajenas a la familia. Hay que hacer que otras personas los toquen y los acaricien. Y si notamos que gruñen, debemos retarlos y en ese momento, si los tenemos en brazo, ponerlos en el piso para que pierdan la protección”, sugirió la profesional.

Por otro lado, El Kadi señaló que el riesgo de una mordedura de perros es que ellos tienen muchísimas bacterias en su boca. “Cuando  nos muerden, inyectan dentro de nuestros músculos esos gérmenes”, apuntó. “A partir de los cuatro meses deben ser vacunados anualmente contra la rabia, que es una enfermedad mortal para el animal y para el humano si es contagiado”, remarcó.

Si el can ya mordió, hay que hacerle un control por más que esté vacunado (si por ejemplo la vacuna no siguió una cadena de frío puede que no haya sido efectiva), explicó.  “Debemos llevarlo a una veterinaria donde se chequean las características del animal y sus signos clínicos, que nos permitirán sospechar o no si tiene síntomas de rabia; estos son: dilatación de pupila, baboseo, temperatura, etcétera”, describió.

Datos relevantes

- Según los datos surgidos del Sistema de Vigilancia de Lesiones, a través de sus unidades centinela, fueron atendidos 6.245 personas en el país por mordedura de perro entre 2004 y 2014.

- El principal grupo etario afectado es el de niños de entre cinco y nueve años. Las lesiones descriptas varían en gravedad desde simples excoriaciones hasta politraumatismos graves.

- Las cifras locales de la Dirección de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) muestran que en el período 2005-2011 se registraron 7.481 egresos por mordeduras de perros, lo que representa cinco egresos por esta causa cada 10.000 del total.

- En el 60% de los casos los afectados fueron varones. La mayor concentración de casos se observa entre menores de cinco años. El 50% de los afectados estuvo al menos dos días internado. En cuanto a la gravedad del evento, entre el 23% y el 37% requirió intervención quirúrgica. Asimismo, según los registros de mortalidad de la DEIS, en ese mismo período se reportaron 38 muertes.

Estas son algunas de las causas por las que muerden los perros

- Por dominancia y competencia. El animal puede reaccionar con una mordedura por el alimento, el lugar de descanso, un juguete o como una respuesta a la manipulación. Señal de su enojo: gruñidos, mirada fija y erizamiento del pelaje en el lomo.

- Cuando ve amenazado su territorio. El perro puede morder como un comportamiento de supervivencia. Señales que nos da: ladridos, vocalización y gruñidos.

-  Por miedo. Los perros que fueron sometidos a situaciones de estrés por maltrato, trauma o castigo y aquellos que no fueron correctamente socializados suelen tener un temperamento irritable y proclive a las reacciones agresivas. Señales: las mascotas se agachan, llevan la orejas hacia atrás y ponen la cola entre las patas.

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