“Argentina recurre al FMI para evitar una devaluación”

“Argentina recurre al FMI para evitar una devaluación”

En un artículo del Financial Time se considera que la gestión del ministro Massa en EEUU es un último intento del país para evitar la depreciación de la moneda. La dolarización “es inviable”.

“Argentina recurre al FMI para evitar una devaluación”

Un artículo del Financial Times que firman el editor Michael Stott y la columnista especializada Ciara Nugent, apuntó que “el Gobierno argentino está cada vez más desesperado e intenta evitar una crisis monetaria recurriendo a China y al FMI, lo que abre para el prestamista con sede en Washington un dilema sobre cómo ayudar a su mayor deudor”, expresaron.

De esta manera se refieren a la gestión del Ministerio de Economía y las conversaciones con el Fondo Monetario Internacional luego de que el ministro Sergio Massa postergara para fin de mes el viaje a Washington, para tratar de cerrar la reformulación del acuerdo de deuda y el adelanto de giros de este año. Y remarcan en el artículo “la urgencia de la visita al FMI antes del comienzo del período electoral”.

Desde Londres, Sttot y Nugent precisan en el periódico que “el Gobierno peronista se esfuerza por evitar una gran devaluación o una hiperinflación durante la temporada “políticamente turbulenta” que antecede a las elecciones presidenciales y legislativas de octubre. Y apuntan que el ministro de Economía y aspirante a candidato presidencial, “se convirtió en una figura central”.

Rápida radiografía

En una síntesis de situación, los autores del artículo dan su visión de la coyuntura económica de nuestro país: “se prevé que la inflación en el país sudamericano alcance el 145% este año, se avecina una recesión y las reservas netas de divisas del Banco Central son insignificantes. El peso ha caído casi un 40% frente al dólar en el mercado negro este año”, señalaron.

Agregan que Massa anunció “una serie de medidas de emergencia para mantener a flote la economía”, incluidos tipos de cambio especiales para alentar a los exportadores de soja a enviar sus cosechas y canjes de deuda interna por vencimientos más largos. “Massa viajará a Washington a fines de este mes para buscar fondos adicionales del FMI, pero su tarea se complicó por una severa sequía, que afectó la producción agrícola y las exportaciones agrícolas”.

En esa línea, señala el artículo que el ministro de Economía también está tratando de persuadir al Nuevo Banco de Desarrollo, el prestamista con sede en Shanghai para las naciones Brics, “para que permita que la Argentina se una”.

Desde el Financial Time detallaron sobre la situación externa que enfrenta la Argentina. En ese sentido, advirtieron que el país “ha estado aislado de los mercados internacionales desde su incumplimiento de 2020” y que “necesita financiar un déficit presupuestario estimado por JPMorgan en el 3% de su PBI este año”. “Con reservas internacionales netas estimadas en cerca de menos U$S 1.500 millones, según Ecolatina, las esperanzas de conseguir dólares, recaen en el FMI”, aseguran.

El periódico londinense consultó a Federico Sturzenegger, ex jefe del Banco Central, quien afirmó que la “estrategia de Massa es endeudarse más para sostener un déficit fiscal muy grande que el Gobierno no corrigió. No es mucho más complicado que eso”, dijo.

Finalmente, el artículo incursiona en lo político. “La labor de Massa también tiene otro propósito: no ocultó su deseo de ser el candidato presidencial y una decisión es inminente”. El artículo cita a Alejandro Werner, ex jefe del área del Hemisferio Occidental del Fondo, quien opina que el organismo desembolsaría incluso más dinero que el pedido por Argentina porque “el FMI no quiere ser responsable de que el país se vaya por el desagüe”.

Dolarización inviable

En tanto, un estudio publicado por analistas de la Universidad MIT, de EEUU, advierte que la dolarización que proponen algunos sectores es inviable en la Argentina hoy, y explica que puede llevar a un “parate repentino” (o infarto súbito), y que más allá de los efectos negativos de la macro, están los costos habituales: el señoreaje y la pérdida de independencia de la política monetaria.

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