Chacabuco 59: la familia de “Gaby” espera el ADN

Chacabuco 59: la familia de “Gaby” espera el ADN

En Monteros recordaron a Laura Gabriela Picciuto, quien podría haber sido asesinada. Si eso se confirma, su madre asumiría la querella.

CASA MATERNA. La madre y la hija de Laura Gabriela Picciuto recibieron a LA GACETA en su vivienda de Monteros. Los vecinos recordaron a “Gaby”. CASA MATERNA. La madre y la hija de Laura Gabriela Picciuto recibieron a LA GACETA en su vivienda de Monteros. Los vecinos recordaron a “Gaby”. LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL

Los vecinos de Monteros aguardan sobre los resultados de las pericias de ADN que se le practicaron al cuerpo hallado en una vivienda de Chacabuco 59, en la capital. Es que la víctima podría tratarse de Laura Gabriela Picciuto, de 48 años, oriunda de esa ciudad del sur. Ahí “Gaby” cosechó un nutrido grupo de amistades y sobresalía por “su llamativa belleza”, según aseguraron algunos allegados. “Al lugar que llegaba revolucionaba a todos los muchachos. Hasta las chicas la admiraban”, sostuvo Luis Argañaraz, un empleado estatal de la ciudad “Fortaleza del Folklore”. Durante su paso por la Escuela de Comercio fue elegida reina de los estudiantes, según recordó. “Era amable y no pocos aspiraban a conquistarla”, agregó. “Nos duele el final que pudo haber tenido ‘Gaby’. Muchos de los que la conocimos estamos a la espera de noticias acerca de lo que sucedió con ella”, añadió el hombre. Casi nadie se atreve a referirse sobre los pormenores que rodean a la desaparición de la mujer. Solo se reconoce que ella, lamentablemente, “era víctima de las adicciones”.

En espera

Los peritos podrían establecer en los próximos días la identidad de los restos encontrados. Hay indicios de peso que conducen a la casi certeza de que se trataría de ella. Su desaparición se remonta a los primeros días de marzo. Desde entonces su madre, María Belén Ortiz, del barrio Monteros Viejo, perdió todo contacto con su hija. La octogenaria vive en una humilde vivienda junto a su nieta Florencia (20 años), hija de “Gaby”. Doña “Mary” se hizo cargo de la muchacha desde temprana edad, según contaron los vecinos, a raíz de los trastornos de conducta que comenzó a acusar Picciuto, a causa de su adicción. En estos días la anciana, que se desempeñó casi toda su vida como enfermera, exhibe un rostro que revela el momento de angustia que vive. En su casa recibió a LA GACETA pero solo para aclarar que no hablaría y que las consultas se le debían efectuar al abogado que se haría cargo de la querella. Algo que ocurriría en el caso de confirmarse que el cuerpo hallado en Chacabuco 59 es el de Laura Gabriela. “Nosotros no vamos a decir nada sobre el hecho y le pedimos que respeten esta decisión”, se encargó de insistir Florencia, hija de Picciuto. El abogado Gonzalo De la Vega sostuvo, por su parte, que por ahora permanece a la espera de los resultados de las pruebas de ADN que determinará si el cuerpo hallado es el de “Gaby” o no. “Hasta tanto no se establezca si realmente estamos ante el cuerpo de ella, no podemos asumir ninguna querella”, remarcó. Aclaró que sigue de cerca las investigaciones que lleva adelante el fiscal Carlos Sale con integrantes de la división Homicidios de la Policía. Esta unidad de pesquisas está integrada, entre otros, por los comisarios Adrián Moreno, Diego Bernachi y Jorge Dib.

Hipótesis

Los investigadores, en concreto, trabajan con la hipótesis de un crimen y que la víctima sería Picciuto, aunque aún no tienen confirmación acerca de la identidad del cuerpo hallado en Chacabuco 59. Su desaparición y el hecho de que la mujer vivía ahí, los aventura a avanzar en la búsqueda del presunto autor y el móvil. Así aparece la posibilidad de que “Gaby” podría haber sido asesinada por una disputa por la venta de la casa. Los efectivos tampoco descartan que pueda tratarse de un femicidio por la pelea que mantuvo con su pareja antes de haber sido vista por última vez. No consideran descabellado, además, que haya perdido la vida por una situación vinculada al consumo de drogas. Las sospechas acerca del presunto homicidio se orientan principalmente hacia Luis Fumero, el ex esposo. Este tiene una empresa que heredó de su padre. Según surge de las investigaciones, este estaba atravesando un mal momento y andaba con la urgencia de hacerse de capital para rescatar el emprendimiento. Esa habría sido una razón por la que habría decidido vender la vivienda de Chacabuco 59, desatando la resistencia de su ex pareja. El hombre vive en una modesta casa en Yerba Buena. Fue allanada hace unos días por la Policía que, entre otros elementos, secuestró un celular.

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