Alfajores Abuela Haure: los primeros del norte argentino

LOS COMIENZOS. Con el nacimiento de la fábrica comenzó el hábito de ofrecer a los clientes la degustación, una característica de Abuela Haure. LOS COMIENZOS. Con el nacimiento de la fábrica comenzó el hábito de ofrecer a los clientes la degustación, una característica de Abuela Haure.
21 Mayo 2023

Los alfajores de la Abuela Haure son un emblema de la ciudad termeña; han logrado cautivar el paladar de turistas y de residentes y se han convertido en el souvenir más codiciado, recorriendo el país y el exterior para ser compartido en familia.

Los alfajores son nativos termeños pero en su receta fusionan la historia de culturas europeas y argentinas.

Para conocer el origen de estas delicias debemos situarnos hace 100 años en San Carlos, un pueblo rosarino al sur de Santa Fe, donde de radican las familias Haure, de origen vasco francés, y Biederman, suizo alemana. Escapaban de la guerra y veían en esas tierras la oportunidad del progreso.

Alfajores Abuela Haure: los primeros del norte argentino

En 1920 los Haure enviaron a su hijo Juan, con 22 años, a estudiar en Francia, allí aprendió las técnicas de la pastelería y se especializó en ello. Con todos estos conocimientos, regresó a Argentina y comenzó a trabajar en una panadería en Rosario. Allí conoció a Adela Biederman, hija de una familia que gozaba de un buen pasar económico y dueña de campos con miles de cabezas de ganado. El joven panadero no se resistió a sus encantos y aunque los padres de ella no aprobaban la relación, el amor fue más fuerte y siguieron adelante con su noviazgo.

En el año 1937, por cosas del destino, un comerciante que viajaba desde el norte del país ofreciendo sus productos le comentó a Juan de la existencia de un pueblito con aguas termales y unos pocos hoteles. Hablaba de Termas de Río Hondo, lugar que le recordó los centros termales que había conocido en Francia, los cuales eran muy visitados por los turistas.

Alfajores Abuela Haure: los primeros del norte argentino

Fue que así se gestó la idea de un proyecto de vida. Juan no dudaba de que el éxito se encontraba en aquel lugar que había descripto el vendedor; convenció a Adela y un año después se mudaron a Termas de Río Hondo.

Llegaron en la camioneta modelo Ford T de los Biederman. En sus valijas llevaban algo de ropa, dinero y muchas ilusiones.

Su plan era triunfar en Termas pero terminaron creando el primer alfajor del norte argentino y construyendo una empresa familiar que perdura y se ha posicionado como una de las mejores del lugar.

Alfajores Abuela Haure: los primeros del norte argentino

El camino fue sinuoso; empezaron desde abajo, alquilando el horno al único panadero del pueblo. Al lado de aquella panadería había un terreno desocupado; entonces las ideas visionarias de la pareja se enfocaron ese lugar como el adecuado para instalar su comercio.

Bajo una gran carpa empezaron a producir los alfajores. Adela los llevaba en una canasta y recorría las calles en busca de turistas a quienes venderles. Entonces la ciudad no tenía la misma proyección ante el turismo como hoy en día; los visitantes eran pocos y no logró vender casi nada. Para tratar de obtener ganancias, implementaron una medida: la degustación. Así lograron que la gente conociera la exquisitez de sus alfajores, empezaron a vender y a tomar pedidos. Una acción que se ha vuelto parte de la tradición de los alfajores Abuela Haure y hasta el día de hoy los turistas pueden acercarse a probar los deliciosos alfajores ofrecidos por sus promotoras.

Alfajores Abuela Haure: los primeros del norte argentino

La empresa prosperó y fue transmitida a las siguientes generaciones, que fueron desarrollando una mejor técnica y ampliando su oferta.

La tercera generación de alfajoreros, Victor y Claudia Haure, están al frente de la empresa, mantienen la tradición de una receta familiar incorporando las nuevas tecnologías para aumentar la producción y para difundir el legado de sus abuelos.

Los Alfajores Abuela Haure son inconfundibles por su delicioso chocolate y su relleno de dulce de leche. Cada alfajor pasa una minuciosa inspección de calidad y sus cantidades son exactas, brindando en cada caja lo mejor del sabor termeño; cada uno tiene un generoso relleno de 40 gramos, con una producción semanal de 4.200 alfajores.

Alfajores Abuela Haure: los primeros del norte argentino

La tradición continua y la cuarta generación de alfajoreros se está involucrando en la fábrica; se trata de los hijos de Claudia y Víctor. Esto nos da la pauta de que cuando un producto es realmente bueno y se hace con dedicación, perdura en el tiempo y se vuelve parte de la historia, como sucede con estos alfajores.

Hoy Termas de Río Hondo es sinónimo de alfajor por las delicias de Abuela Haure.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios