Tres factores que pueden golpear más a la actividad económica

Tres factores que pueden golpear más a la actividad económica

Efectos de la sequía, el contexto internacional y la escasez de reservas.

Tres factores que pueden golpear más a la actividad económica

El crecimiento de 0,3% desestacionalizado en enero trae un poco de alivio, dado que cortó una racha de 4 meses de caídas, pero hay que tomarlo con pinzas. Cuando se observa el indicador de tendencia-ciclo se observan seis bajas consecutivas. Es decir, no podemos hablar de un quiebre en la tendencia contractiva. Incluso, con el dato de enero, la actividad económica volvió a los niveles del primer trimestre de 2022.  

En términos interanuales, el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE), difundido ayer por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), creció 2,9%. De acuerdo con el diagnóstico oficial, la industria manufacturera fue la que más incidió en esa expansión (1,06 punto porcentual). Por su parte, Restaurantes y hoteles, rubro particularmente relevante por la estacionalidad por las vacaciones del verano, creció 8,6% en relación al mismo mes del año anterior, pero su incidencia fue de tan solo 0,13 punto.

Según el economista de la Fundación Libertad y Progreso, Lautaro Moschet, hay que tener en cuenta las grandes dificultades que se están presentando este año en la actividad, en un marco en el que incidirán, al menos, tres factores preponderantes a la hora de marcar el ritmo de la economía argentina en este año electoral. Moschet los resume en los siguientes aspectos:

- La sequía significará pérdidas derivadas de la producción de soja, trigo y maíz que ascienden a los U$S 19.000 millones, según la Bolsa de Comercio de Rosario. Esto a su vez, repercute en sectores estrechamente relacionados, como lo es el transporte.

- Con el correr de los meses, la caída en las exportaciones hará cada vez más evidente la escasez de reservas que tiene el Banco Central y profundizará aún más las restricciones de importaciones. Aquí es donde aparece la segunda complicación que frenará el crecimiento. Las importaciones de bienes de capital y bienes intermedios superan el 50% del total de compras al exterior. Si a esto se le suma combustibles y accesorios para bienes de capital, la participación supera el 80%. “Con esto es evidente, que en la medida en la que se restrinjan las importaciones, la industria se verá fuertemente afectada y tampoco podrá crecer”, advierte el economista.

- Por último, la posibilidad de que se profundice la crisis financiera internacional puede llegar a ser un agravante. “Por sí sola, la mayor tasa de interés en Estados Unidos genera una mayor demanda de bonos de ese país y desalienta la demanda de aquellos que son más riesgosos, como los argentinos”, puntualiza. Pero si a esto se suma el posible colapso de grandes compañías, la necesidad de buscar refugio en activos seguros será aún mayor, impactando negativamente no solo en los activos de deuda pública, sino también en los activos de las empresas argentinas. “El aumento en el costo del crédito sumará dificultad a la inversión privada, que de por sí, será baja ante la incertidumbre preelectoral. De manera que, la actividad económica también recibirá un golpe desde ese lado”, finaliza Moschet.

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