22 Marzo 2023
MOSCU.- Xi Jinping y Vladimir Putin salieron ayer de dos días de conversaciones con cálidas palabras de amistad entre China y Rusia y críticas conjuntas a Occidente, pero sin señales de un avance diplomático sobre Ucrania.
La visita de Xi a Moscú, promocionada durante mucho tiempo por el Kremlin como una muestra de apoyo de su amigo más poderoso, estuvo llena de demostraciones de bonhomía. Los dos líderes se refirieron como queridos amigos, prometieron cooperación económica y describieron las relaciones de sus países como las mejores que han existido.
Una declaración conjunta incluyó acusaciones familiares contra Occidente: que Washington estaba socavando la estabilidad global y que la OTAN irrumpía en la región de Asia y el Pacífico.
Sobre Ucrania, Putin elogió a Xi por un plan de paz que propuso el mes pasado y culpó a Kiev y Occidente por rechazarlo. “Creemos que muchas de las disposiciones del plan de paz presentado por China están en consonancia con los enfoques rusos y pueden tomarse como base para un arreglo pacífico cuando estén listos para ello en Occidente y en Kiev. Sin embargo, hasta ahora no veo tal preparación de su parte”, dijo Putin. Pero Xi apenas mencionó el conflicto y dijo que China tenía una “posición imparcial” al respecto.
En respuesta a la reunión, la Casa Blanca dijo que la posición de China no era imparcial e instó a Beijing a presionar a Rusia para que se retire del territorio soberano de Ucrania para poner fin a la guerra.
La cumbre, la mayor muestra de diplomacia de Putin desde que ordenó la invasión de Ucrania hace un año, fue parcialmente eclipsada en Kiev, donde el primer ministro de Japón, Fumio Kishida, realizó una visita no anunciada y se reunió con el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskiy.
Kishida, el último líder mundial en hacer el agotador viaje por tierra para mostrar su solidaridad con Ucrania, visitó Bucha, en las afueras de la capital, que quedó sembrada de muertos el año pasado por las tropas rusas que huían. Dejó una ofrenda floral en una iglesia antes de observar un momento de silencio e inclinarse.
“El mundo se asombró al ver a civiles inocentes asesinados en Bucha hace un año. Realmente siento una gran ira por la atrocidad al visitar ese mismo lugar aquí“, dijo Kishida.
Putin y Xi firmaron un acuerdo de asociación “sin límites” el año pasado, pocas semanas antes de que Rusia invadiera Ucrania. Desde entonces, Beijing se ha negado a culpar a Moscú por la guerra y ha condenado las sanciones occidentales contra Rusia, incluso cuando China se ha beneficiado al obtener descuentos en el petróleo y el gas que
Occidente descartó en gran medida el plan de paz de Xi para Ucrania como, en el mejor de los casos, demasiado vago para marcar una diferencia y, en el peor: una estratagema para ganar tiempo para que Putin reconstruya sus fuerzas. (Reuters)
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