Caso Báez Sosa: Alivio y paz para los padres de Fernando

Caso Báez Sosa: Alivio y paz para los padres de Fernando

La madre de Fernando señaló que tendrá que convivir con el dolor, dijo que no la conmovió el desmayo de Thomsen porque siempre recuerda las patadas que le dio a su hijo. El tribunal de Dolores no aplicó la misma pena para los ocho jóvenes acusados del asesinato de Báez Sosa, a cinco les dio prisión perpetua y al resto, cárcel de 15 años.

SILVINO BÁEZ, GRACIELA SOSA Y FERNANDO BURLANDO. En diálogo con la prensa. SILVINO BÁEZ, GRACIELA SOSA Y FERNANDO BURLANDO. En diálogo con la prensa.
07 Febrero 2023

“Cuando dijo ‘perpetua’ sentí emoción, me dio un poco de paz en mi corazón”

Graciela Sosa, madre de Fernando,  dijo estar conforme con el fallo

“Sonó fuerte cuando dijo ‘perpetua’, sentí una emoción al escuchar que me dio un poco de paz en mi corazón. Sé quiénes fueron los que asesinaron a mi hijo, un poco de calma, lo esperé tres años”, dijo Graciela Sosa, madre de Fernando Báez Sosa, al ser consultada sobre el impacto emocional de la jornada. Y agregó: “estamos conformes y empieza una nueva etapa en nuestra vida, vamos a seguir luchando día a día para que quede firme la sentencia de estos asesinos. No es fácil ver cómo asesinan a tu hijo, a mí me costó muchísimo, no podía dormir de noche, siempre pensando en cómo mi hijo levantaba la mano implorando piedad para que no le dieran más patadas, cosa que no sucedió”.

“Culmina una etapa y se inicia una nueva que de a poco iremos viendo, porque es realmente ahora que comenzaremos a hacer el duelo y tendremos que aprender a convivir con el dolor. Ahora por lo menos puedo sonreír un poco, no es fácil, pero tendremos que continuar con nuestras vidas”, agregó.

Además, se refirió a los ocho rugbiers condenados: “en mi mente lo que más mantengo es la forma en la que asesinaron a mi hijo. (Sobre el desmayo de Máximo Thomsen) Lo tomé como algo normal, me pareció que era algo actuado también. Tengo presente la imagen de cómo le daba la patada a mi hijo. No me conmovió para nada, disfrutaron al matar a mi hijo, llamándolo negro de mierda, que caducó, lo tengo muy presente en el corazón. Quizás algún día pueda perdonar, pero nunca lo voy a olvidar porque a mí me arrebataron a mi hijo. Su ausencia y nuestro dolor también son perpetuos”.

“Creo que en algún momento algo tendré que hacer con todas sus cosas, porque Fer no va a volver nunca. Muchas veces saco su ropa, la lavo y la vuelvo a poner en su lugar. Muchas veces voy al cementerio, toco ese mármol y tengo ganas de llevármelo un ratito a casa, pero eso no va a pasar”, agregó la mujer, visiblemente conmovida.

“Siempre trato de escuchar los audios de mi hijo para buscar un punto en el que sostenerme para seguir, porque siempre quise que su asesinato no quede impune. Siento alivio; hoy hemos conseguido algo importante, que es que cinco de ellos recibieran perpetua, el resto se verá después”, señaló por su lado Silvino Báez, quien agradeció a la gente que los acompañó y “especialmente a (Fernando) Burlando y a su equipo. Por último, Graciela aseguró que ya no es la misma, porque “antes era muy feliz”. “Quedó todo trunco, pero aunque sea difícil, seguiremos de pie”, cerró. (Infobae.com)

Los argumentos del tribunal para no condenar a todos a perpetua

La jueza María Claudia Castro redactó el voto que apoyaron sus colegas Christian Rabaia y Emiliano Lázzari

La presidenta del Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 de Dolores, María Claudia Castro fue la redactora del voto que sustentó las condenas por el homicidio de Fernando Báez Sosa. Sus colegas Christian Rabaia y Emiliano Lázzari adhirieron a su posición.

Fue Castro, entonces, la que fundamentó la separación de responsabilidades en el crimen y consideró que Lucas Pertossi, Ayrton Viollaz y Blas Cinalli deberían tener una pena menor a la de los otros cinco imputados y optó por una sentencia de 15 años de prisión para ellos.

Y en el fallo, difundido por La Nación, fundamentó: “Lucas Pertossi, Viollaz y Cinalli, luego de ver en el estado de absoluta indefensión en que quedó la víctima inmediatamente después de recibidos los dos primeros golpes y el accionar de sus consortes, apoyaron a los coautores y, de acuerdo al rol que cada uno asumiría en el ataque focalizado en la víctima fatal, prestaron una colaboración, si bien no imprescindible, lo suficientemente apta para favorecer la consumación del crimen”. Con esa explicación de la secuencia del ataque, la magistrada empezó a separar las reponsabilidades.

Y agregó que esos tres acusados “propinaron golpes de puño y patadas a Ignacio Vaudagna, Juan Manuel Pereyra Rozas, Juan Bautista Besuzzo, Lucas Begide y a Tomás Agustín D’Alessandro, con el objeto de evitar que estos amigos de Báez Sosa pudieran socorrerlo, causándole a los mencionados lesiones que fueron caracterizadas como leves”.

En la línea argumental del fallo se establecen dos momentos: el acuerdo de los ocho para golpear a Báez Sosa y la continuidad de solo cinco para dar muerte al joven de 19 años.

La descripción del ataque es sintetizada por la jueza. De tal modo, a las 4.44 horas, aproximadamente -indica-, Enzo Tomás Comelli lo golpeó por la espalda a la vez que Ciro Pertossi -en simultáneo- lo hizo de frente. Como consecuencia de tales golpes, Báez Sosa cayó de rodillas al piso y luego, cuando ya se encontraba reducido, en el suelo y sin posibilidad de defensa, parte del clan criminal -Máximo Pablo Thomsen, Ciro Pertossi, Luciando Pertossi, Matías Franco Benicelli y Comelli, aprovechando el estado de indefensión en el que luego de los dos primeros golpes quedó la víctima, con claras intenciones de acabar con la vida de Fernando Báez Sosa. Continuaron agrediéndolo brutalmente, con patadas, esencialmente dirigidas a la cabeza y otras al cuerpo, como así también con golpes de puño, causándole lesiones de tal entidad que le provocaron la muerte por paro cardiorrespiratorio por shock neurogénico producto de los múltiples traumatismos de cráneo que generaron una hemorragia masiva intracraneana intraparenquimatosa, como así también lesiones de gravedad en el hígado, en los pulmones y en el intestino grueso.

Fundamentó entonces la separación de la culpa entre los acusados: “puntualmente el análisis pormenorizado de la prueba reunida en el juicio me ha convencido que el plan originario en el que los ocho acusados se confabularon consistió, en su origen, en atacar a golpes a Fernando Báez Sosa. A tal fin, se organizaron para golpearlo brutalmente, en grupo, como en otras ocasiones y respecto de otras personas ya lo habían hecho”.

Y agregó: “La situación para los acusados cambia cuando la víctima queda inmovilizada, semi-inconsciente y a merced de los atacantes. La brutalidad de los golpes que en tal situación parte del grupo continuaron propinándole hasta dejarlo sin signos vitales, me permite afirmar que en tales circunstancias, internalizaron -actualizando su propio conocimiento- y encaminaron su voluntad conjunta y en un todo de acuerdo, a darle muerte a Báez Sosa”.

La querella que representa a los padres de Báez Sosa ya anticipó que apelará ese decisión de penar con 15 años a Lucas Pertossi, Ayrton Viollaz y Blas Cinalli, ya que considera que los ocho jóvenes que llegaron a juicio deberían compartir la misma pena: prisión perpetua.

Las condenas: coautores penalmente responsables con los delitos de homicidio doblemente agravado por el concurso premeditado de dos o más personas y por alevosía en concurso ideal con lesiones leves:

Máximo Pablo Thomsen, de 23 años, apodado ‘Machu’, argentino, estudiante, hijo de Mauro Rubén Thomsen y de Rosalía Zárate, domiciliado en Zárate, Buenos Aires, fue condenado a prisión perpetua.

Ciro Pertossi, de 22 años, argentino, estudiante, hijo de Mauro Rubén Pertossi y de María Elena Cinalli, domiciliado en Zárate, Buenos Aires, fue condenado a prisión perpetua

Enzo Tomás Comelli, de 22 años, argentino, estudiante, hijo de Marcelo Adrían Comelli y de María Alejandra Guillen, domiciliado en Zárate, Buenos Aires, fue condenado a prisión perpetUa.

Matías Franco Benicelli, de 23 años, argentino, empleado en un taller de chapa y pintura, hijo de Hector Eduardo Benicelli y de Mónica Esther Zárate, primo de Thomsen, domiciliado en Zárate, Buenos Aires, fue condenado a prisión perpetua.

Luciano Pertossi, de 21 años, apodado ‘Chano’, argentino, estudiante, hermano de Ciro Pertossi, fue condenado a prisión perpetua.

Partícipes secundarios del hecho que fuera calificado como homicidio doblemente agravado por el concurso premeditado de dos o más personas y por alevosía en concurso ideal con lesiones leves.

Ayrton Michael Viollaz, de 23 años, argentino, técnico electromecánico, hijo de Sergio Daniel Viollaz y de Erika Edith Pizzatti, domiciliado en Zárate, Buenos Aires, fue condenado a 15 años de prisión.

Blas Cinalli, de 21 años, argentino, estudiante, hijo de María Paula Cinalli, primo de Luciano y Ciro, domiciliado en Zárate, Buenos Aires, fue condenado a 15 años de prisión.

Lucas Fidel Pertossi, de 23 años, argentino, técnico en seguridad e higiene primo de Ciro y Luciano, hijo de Marco Germán Pertossi y de Ana María Tártara, con domicilio en Zárate, Buenos Aires, fue condenado a 15 años de prisión.

A otras cárceles: se define el destino de los ocho

El Servicio Penitenciario Bonaerense alojó durante los últimos tres años a los acusados de asesinar a Fernando Báez Sosa en pabellones propios, lejos de otros detenidos. Tras la condena el SPB definirá la situación de los rugbiers en base a los pedidos de cupo que hagan los magistrados. Tras la condena, el Tribunal N°1 requirió que los ocho regresen a Melchor Romero, a la espera que se decidan sus destinos finales. Así, tras ser asignados a otros penales, entrarán en una realidad carcelaria totalmente distinta.

“Todo es una mentira”, gritó la madre de Thomsen, enfurecida con la prensa: el principal acusado se desmayó en la sala de audiencias

Mientras se leía la sentencia, desde el lado de los familiares de los acusados comenzaron a escucharse llantos. El padre de Enzo Comelli abrazó a su mujer; Héctor Benicelli, padre de Matías, en tanto, se aferraba al respaldo del banco de madera. En la última hilera de los bancos de madera, el hermano y la madre de Máximo Thomsen, Francisco Thomsen y Rosalía Zárate, escuchaban atentos: él con la vista el piso. De pronto, la mujer comenzó a gritar “Machu. ¿Estás bien?”, al notar que su hijo comenzaba a desvanecerse.

Zárate, que es paciente oncológica desde hace dos años, se puso de pie y caminó unos pasos hacia donde estaba su hijo: “Déjenme estar con él”, gritaba. Es que Máximo Thomsen, el principal acusado por el crimen de Fernando Báez Sosa, se desmayó en la sala de audiencias al ser condenado a prisión perpetua. “Esto es todo una mentira, saquen a todos los periodistas, la puta que los parió. Tres años torturándolo, no me importa más nada”, gritó la madre.

Producto de este episodio, el recinto tuvo que ser desalojado para continuar con la lectura del veredicto. Luego, se reanudó la audiencia. Thomsen fue atendido por médicos fuera de la sala, sin volver a ingresar, ya condenado a prisión perpetua. El episodio resultó sin secuelas para el condenado. “Está bien, sin inconvenientes”, aseguró una fuente cercana a su encierro. (Infobae.com)

Investigados por falso testimonio

El Tribunal Oral en lo Criminal de Dolores ordenó  que se investigue a Juan Pedro Guarino y a T.C (conocido a lo largo del desarrollo de la causa como “el rugbier número 11, de 17 años al momento del hecho) por los delitos de falso testimonio, tal como habían sido solicitado los fiscales acusadores en su alegato. Sobre Guarino y T.C, los fiscales sembraron dudas por su declaración como testigos, ya que supuestamente omitieron brindar detalles sobre lo que pasó estando ambos en el lugar de los hechos, a pesar de que Guarino marcó fuertes diferencias con sus supuestos ex amigos.

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