La deuda acumulada con la educación alcanza a $ 3,4 billones, según un estudio

La deuda acumulada con la educación alcanza a $ 3,4 billones, según un estudio

Un informe de Argentinos por la Educación revela que los gobiernos nacionales le deben al sector casi un 5% del PBI del 2020

LOS PERJUDICADOS. Siempre resultan ser los alumnos y los educadores. LOS PERJUDICADOS. Siempre resultan ser los alumnos y los educadores. La Gaceta / foto de Franco Vera
06 Febrero 2023

“Entre 2006 y 2020 se acumuló una deuda con la educación equivalente al 5% del PBI del 2020 ($ 3,4 billones)”. Ese contundente dato es revelado en el informe “Lo prometido es deuda (educativa). La impotencia para alcanzar el 6% del PBI para educación”, realizado por el Observatorio de Argentinos por la Educación, que evidencia la enorme cantidad de dinero que debió destinarse (y no se hizo) al sector educativo en Argentina.

La investigación es de autoría de Mariano Narodowski (Universidad Torcuato Di Tella), Gabriela Catri y Martín Nistal (Observatorio de Argentinos por la Educación), y plantea que, desde la implementación de la Ley de Financiamiento Educativo en 2005, fueron contados con los dedos de una mano las veces que la inversión en educación alcanzó el 6% del PBI, que era, justamente, el punto central de esa iniciativa.

La Ley de Financiamiento Educativo (26.075) estableció que, desde el momento de su sanción la inversión en educación, ciencia y tecnología, por parte tanto del Gobierno Nacional como de los provinciales y de CABA, debía incrementarse hasta alcanzar una participación del 6% en el Producto Bruto Interno, a partir de 2010.

Según el planteo de la ley promulgada en enero de 2006, la intención era mejorar la eficiencia en el uso de los recursos con el objetivo de garantizar la igualdad de oportunidades de aprendizaje; apoyar las políticas de mejora en la calidad de la enseñanza; y fortalecer la investigación científico-tecnológica, reafirmando el rol estratégico de la educación, la ciencia y la tecnología en el desarrollo económico y socio-cultural del país.

El gasto destinado a la educación, ciencia y tecnología se reparte entre las distintas jurisdicciones y el Estado Nacional. Aproximadamente uno de cada cuatro pesos es invertido por Nación, y lo restante es aportado por las provincias. La Ley de Financiamiento Educativo establecía específicamente el aporte que cada parte debía realizar, pero a partir de la Ley de Educación Nacional, luego del cumplimiento de las metas de la Ley de 2005, el objetivo del 6% es consolidado y no hay asignación específica de cuánto debe aportar Nación y cuánto las jurisdicciones.

Si bien en el período inicial de aplicación de la ley (2006-2014) se estimaba un “sobre-cumplimiento” de la meta establecida, el informe de Argentinos por la Educación expone que, entre 2006 y 2020 (último año con datos disponibles al respecto), solamente fueron tres las ocasiones en las que la ejecución presupuestaria alcanzó el objetivo previsto. En 2009, se logró un 5,9% del PBI, superando el 5,6% previsto al momento de sancionarse la ley, teniendo en cuenta que recién a partir de 2010 se pretendía alcanzar el 6%. Entre 2010 y 2020, solamente en 2013 (6%) y en 2015 (6,1%) se logró alcanzar el porcentaje obligatorio planteado en la ley 26.075.

Entonces, en total fueron 12 los años en los que no se logró la ejecución presupuestaria requerida por ley. Eso, plantea el informe, generó una deuda con la educación que fue en aumento con el correr de los años. Y sobre todo, la deuda aumentó significativamente entre 2018 y 2020; de hecho, en ese período, se acumuló el 68,4% de la deuda total educativa. El año con mayor deuda fue 2019, donde el monto alcanzó los $ 841.000 millones, ejecutando apenas el 4,9% del PBI.

Sumando las deudas de cada año, es que los investigadores llegaron a la conclusión de que el gobierno nacional (con cuatro mandatos presidenciales de por medio) le debe $ 3,4 billones al sector educativo. Planteada en dólares, la deuda es de 26.009 millones, y representa, además, un 5% del PBI de 2020.

“Si el Estado argentino hubiese querido pagar la deuda educativa de una sola vez en el año 2020 debería haber casi duplicado el gasto educativo entre la Nación y las provincias (llevándolo al 11% del PIB en ese año)”, señalan los investigadores en el informe.

“La Deuda Educativa Argentina no es producto de una férrea disciplina fiscal a favor de la cual se sacrifica el gasto en educación, sino la decisión de no canalizar recursos para cumplir con la meta establecida del 6% del PBI para educación”, señala Narodowski, uno de los investigadores, y ex ministro de Educación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

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