FESTEJO. Tanto en Oriente como en todos los barrios chinos del mundo se celebrará hoy el Año Nuevo.
Aunque para nosotros las Fiestas concluyeron hace rato, en esta época el clima de agasajos y alegría se extiende por Asia Oriental al celebrarse hoy el Año Nuevo Chino.
La efeméride no tiene un día fijo pautado en el almanaque, sino que responde a los cambios en el calendario lunisolar. La festividad ocurre siempre -tras el solsticio de invierno- cuando aparece la segunda luna nueva, lo cual ocurre entre el 21 de enero y el 20 de febrero en nuestro calendario. ¿A qué se debe esta variación?
“A diferencia del modelo gregoriano que usamos en América y en Europa, en China hay muchísimas festividades relacionadas al cambio de estación durante el año y a los movimientos del cielo. En el calendario lunar, un año dura 354 días y ocho horas; por lo tanto el ciclo posee 11 días de diferencia con las referencias que nosotros estilamos para marcar el tiempo y los cierres anuales”, explica Shui Lescano, integrante de la colectividad de inmigrantes chinos de la Argentina.
El acontecimiento resulta de gran importancia para esa cultura al conmemorarse desde hace más de 4.000 años. Además de China, el Año Nuevo se replica (con mayor o menor intensidad) en Vietnam, Hong Kong, Singapur, Malasia y Corea del Sur.
Al margen de esos países, el evento se reproduce en todos los barrios chinos del mundo. En Buenos Aires, el encanto visual y los espectáculos que regala el Año Nuevo hacen que bastantes turistas acudan a Belgrano (zona en la cual predominan los locales asiáticos).
Durante ese día es habitual decorar las calles y los hogares, además de organizar en la vía pública desfiles y exhibiciones de linternas ornamentadas. Una de las partes más encantadoras para los visitantes es el momento del Baile del Dragón: una danza en la cual varias representaciones de esta criatura mitológica (hechas de papel, bambú y seda) circulan y se mueven al compás de alguna canción.
En las grandes urbes también es habitual que haya espectáculos de fuegos artificiales.
La leyenda
Según la leyenda, el Año Nuevo Chino arrancó a celebrarse después de que la población se sumiera en una lucha contra una bestia mística llamada Nian (significa “año”). La criatura (similar en las ilustraciones a un buey con cabeza de león) aparecía siempre para la misma fecha y sembraba el caos entre los ciudadanos.
“La bestia le temía al fuego, los ruidos y el color rojo así que, para ahuyentarla, de a poco fue gestándose esta celebración para ahuyentar a Nian. El Año Nuevo Chino ofrece esos tres componentes e implica una instancia en la cual se brinda mucha esperanza y renovación ante el periodo que comienza”, detalla Lescano.
Rituales
Al llegar esta fecha se acostumbra hacer una limpieza general del hogar para expulsar la mala suerte y dejar atrás el pasado. Desde lo simbólico, deshacernos de los objetos en desuso, rotos o viejos permite dar paso al futuro con una mirada renovada.
También los adultos suelen regalarle a los niños y jóvenes sobres rojos llenos de dinero, monedas de la suerte y escritos con buenos deseos. Como comidas tradicionales, la cena de Año Nuevo china incluye en su menú alimentos que representan la abundancia y fortuna. Por ejemplo, hay platos con cerdo, pescado, sopa de pastel de arroz y frutas. Además de los conocidos dumplings (bollitos de masa rellenos con diversos ingredientes salados o dulces); en Tucumán este platillo se encuentra en algunos locales de comida por kilo o dietéticas asiáticas).
En una traspolación de la indumentaria blanca que mucha gente usa en Occidente al caer el 31 de diciembre, en China se acostumbra vestir de rojo para la ocasión. Dicho color simboliza la felicidad, éxito, fortuna y protege contra los malos espíritus.
“Como la fecha se extendió a diversos países gracias a la globalización y la inmigración, hay personas -ajenas a la religión y tradiciones chinas- que acostumbran vestir de rojo para la fecha. La creencia general es que las buenas energías y mística que envuelve al Año Nuevo Lunar también repercuten en nosotros por los cambios propios del solsticio”, señala la vocera.
En complemento con la fiesta y los buenos deseos, en China cada año que inicia está representado con un animal diferente del horóscopo. Acorde a su influencia pueden hacerse algunas predicciones sobre cómo será esa etapa.
“En total son 12 especies separadas en dos categorías, acorde al yin y el yang. Entre los animales domésticos chinos tenemos la cabra, el perro, el caballo, el gallo y el buey. Por otro lado, aparecen la rata, el tigre, el conejo, el dragón, la serpiente y el mono”, explica.
2023 le corresponde al año del conejo y el mensaje central es que debemos ser ordenados, eficientes y evitar la violencia.
