A tres años del crimen de Fernando Báez Sosa: el balance final no favorece a los acusados

A tres años del crimen de Fernando Báez Sosa: el balance final no favorece a los acusados

En la última audiencia previa a los alegatos, los sospechosos dejaron más dudas que certezas. La estrategia de los acusadores y del defensor.

A tres años del crimen de Fernando Báez Sosa: el balance final no favorece a los acusados FOTO LA GACETA/JOSÉ NUNO

¿Hay dudas sobre cómo fue el crimen de Fernando Báez Sosa? No. ¿Se sabe quiénes fueron los autores? Sí. ¿Hay pruebas suficientes para condenar a los imputados? Positivo. ¿Qué falta entonces? Que el tribunal defina cuál será la condena que recibirán los ocho imputados. Todo ello dependerá de los alegatos que darán las partes dentro de una semana.

Máximo Thomsen, Luciano, Ciro y Lucas Pertossi, Matías Benicelli, Enzo Comelli, Ayrton Viollaz y Blas Cinelli afrontan una durísima imputación: homicidio doblemente agravado por alevosía y el concurso de dos o más personas. Si llegan a ser encontrados culpables, serán condenados a prisión perpetua.

La acusación de los fiscales Juan Manuel Dávila y Gustavo García, que es apoyada por los abogados que representan a los padres de la víctima, Fabián Améndola y Fernando Burlando, es categórica. En la madrugada del 18 de enero de 2020, por un incidente registrado en el interior de un boliche, los acusados golpearon salvajemente a Báez Sosa provocando su muerte de manera inmediata.

Para los acusadores, no todos tuvieron la misma participación. Según su teoría, Ciro Pertossi y Comelli fueron los primeros en golpear al joven estudiante universitario. Después de quedar totalmente reducido, la víctima fue golpeada durante unos 60 segundos por Thomsen, Luciano y Lucas Pertossi y Benicelli. Aytor Viollaz y Cinelli, no le habrían pegado, pero hicieron maniobras para evitar que terceros salvaran al joven.

Los acusadores tuvieron en cuenta tres detalles para considerar que actuaron con un plan establecido y con alevosía. Primero, el gesto de Thomsen pasándose el dedo por el cuello cuando era retirado del boliche por personal de seguridad. El otro punto es que los acusados esperaron casi 45 minutos para atacar a Báez Sosa. También consideraron como agravante que atacaron a la víctima cuando estaba totalmente indefenso y porque ocho en contra de uno.

La fiscalía no pudo probar que se haya tratado de un crimen por odio racial, a pesar que varios testigos declararon que los agresores, mientras castigaban al joven, gritaban “quedate tranquilo que a este negro de mierda me lo llevo de trofeo”.

Burlando anticipó que solicitará que todos los acusados sean condenados a prisión perpetua. En tanto que los fiscales confirmaron que definirán qué sentencia solicitarán para cada uno de ellos.

La defensa

La estrategia defensiva fue cambiando con el desarrollo del proceso. Al fracasar el intento de que se declare nula la acusación por algunos tecnicismos, el defensor Hugo Tomei cambió drásticamente de rumbo. Intentó demostrar que se trató de un homicidio en riña, que contempla una pena de dos a seis años. Si los jueces le dan la razón, los acusados podrían quedar en libertad o comenzar a gozar de algunos beneficios, ya que se encuentran detenidos desde hace tres años.

Para sostener esa teoría recurrió a dos tácticas. La primera fue hacer declarar a los padres de los imputados. Todos ellos se encargaron de relatar que los jóvenes fueron a disfrutar de unas vacaciones como cualquier chico de su edad. También dijeron que ellos se costearon el viaje.

El otro mecanismo fue que declaren Thomsen, Luciano, Lucas y Ciro Pertossi y Cinalli. Todos plantearon más o menos lo mismo: no negaron haber golpeado a Báez Sosa, pero sí aclararon que se trató de una pelea común y corriente.

“Quiero empezar diciendo que lamento mucho todo lo que pasó. Fue una tragedia terrible, falleció un chico de mi misma edad”, sostuvo el acusado y añadió: “No hubo ningún plan. No hubo planificación. No hubo ningún rol”, dijo Cinalli. “A mi izquierda veo a un amigo que lo agarran del pie. Me acerco, le digo ‘soltalo’ y le pegó dos patadas. Me encontraba desorientado por el alcohol, por la noche”, dijo Lucas Pertossi.

Los acusados sólo aceptaron responder las preguntas de su defensor y de los fiscales. A Burlando, sólo le dedicaron reproches. Tampoco rompieron esa especie de pacto de silencio y de no complicarse entre ellos.

“Fue poco inteligente la declaración de los 5 imputados que hablaron”, dijo el abogado y después añadió: “No tengo dudas que si esta gente está en la calle, mata de nuevo”.

Burlando también le dedicó unas palabras a uno de los acusados que declaró ayer. “Esta actitud de Cinalli, su modo gestual, este analfabetismo emocional es realmente preocupante. Creo que lo que pasó, sabemos por qué pasó. La casa tiene mucho que ver en el presente de esta gente”, opinó.

En la audiencia de ayer se definió que el fiscal y la defensa alegarán el miércoles 25 y la querella, al día siguiente. El fallo se conocería el martes 31.

Tucumanos pidieron justicia

“Justicia para Fernando (Báez Sosa)”, fue el reclamo de centenares de tucumanos que se movilizaron para que los acusados reciban una condena ejemplificadora. “Este es un caso que conmovió a todo el país. Desde aquí apoyamos a los padres de la víctima”, sostuvo Alberto Lebbos que destacó que la convocatoria haya sido espontánea. En todo el país hubo marchas de estas características, pero el acto central se realizó en Dolores, donde una multitud se movilizó a la espera de un fallo ejemplificador en contra de los acusados.

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