El alumno de una tucumana fue premiado en Polonia

El alumno de una tucumana fue premiado en Polonia

Ciro Godoy tiene 12 años y estudia piano con Natalia Grima desde su más tierna infancia. “Me hizo muy feliz ganar ese premio”, dijo el niño.

FRENTE AL INSTRUMENTO. Ciro Godoy es discípulo de Natalia Grima en Buenos Aires con el método Suzuki.  FRENTE AL INSTRUMENTO. Ciro Godoy es discípulo de Natalia Grima en Buenos Aires con el método Suzuki.

“Tienes mucho talento… me gusta mucho tu sentido de la forma musical y tu determinación. Tienes habilidades asombrosas y una aptitud particular para la técnica… tocaste piezas exigentes, bravo”, le escribió Daria Zurawlowa, una de las integrantes del jurado del certamen de piano on line IV Concurso Internacional de Pianistas de Polonia con sede en Gdansk, a Ciro Godoy, el intérprete argentino de 12 años, que obtuvo el tercer premio en esa competencia. El niño, que interpretó obras de Bach, Beethoven, Chopin y Ginastera, es alumno desde la más precoz infancia de Natalia Grima, pianista y docente tucumana que fundó la Suzuki Piano School en Buenos Aires, en 2008. En el concurso compitieron chicos de todos los continentes y Godoy fue el único argentino en ser galardonado.

“Siento que ganar ese premio me hizo muy feliz, tengo mucha más motivación para seguir con el piano y quiero practicar más. La música ocupa un lugar muy importante en mi vida, desde que estoy en la panza de mi mamá. Mis papás me dijeron que me compraron unos auriculares que ponían en la panza de mi mamá y ahí me ponían música para que yo escuchara. Y el piano también ocupa un lugar muy importante porque yo empecé a tocarlo a los tres años”, cuenta Ciro.

El niño, que va a una escuela pública de la Capital Federal, dice que “lo que más me gustó de aprender del Suzuki fue que desde que empecé con mi maestra Natalia y con mi papá Pablo, estuvimos haciendo como si fuese un equipo; o sea, ambos, me enseñaron y me acompañaron. Mi papá siempre me puso y me va a poner música para que desarrolle conocimientos y mi maestra también me ayuda mucho, aprendo muchas cosas con ella”.

La profesora Grima considera que este premio puede servir de inspiración a otras familias. “El papá de Ciro no es pianista, pero ama la música y el piano, y eso le transmitió al nene desde chiquito. Este Triángulo Suzuki da estos valiosos frutos, porque es un caso en que todas las partes, niño, padre y profesora, sentimos la misma pasión por la música y el piano, y buscamos lo mismo”, dice.

“Estamos alineados todos en la misma dirección, cada uno en su rol. El padre, sin ser músico, se ha tomado muy seriamente el crear el ambiente musical para su hijo, y allí radica el secreto, desde antes de nacer... luego a los 10 meses lo trajo a Suzuki Piano School, y confío en mí trabajo y en esta filosofía pedagógica desde el comienzo” explica Natalia.

Admirador de Glenn Gould, Martha Argerich, Daniel Barenboim y Horacio Lavandera, Ciro, que es un niño normal al que le gusta también dibujar, afirma que su meta musical es “poder desarrollarme lo mejor posible con la música, poder compartir con muchas otras personas lo que a mí me gusta y avanzar todo lo que pueda y tener muchos conocimientos sobre la música”.

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