Por Gustavo Rodríguez
28 Diciembre 2022
DRAMÁTICO RELATO. Mariel Pérez de Castro contó detenidamente los antecedentes de los imputados. la gaceta / foto de Analía Jaramillo
“Ellos han demostrado que no están criados para vivir en sociedad. Si salen nuevamente, volverán a matar. Eviten que eso suceda imponiéndole la pena que corresponda”, imploró llorando Mariel Pérez de Castro, la madre de un joven que fue asesinado hace seis años en el barrio Modelo. Uno de los acusados del crimen fue declarado penalmente responsable de homicidio en ocasión de robo y ahora deberá esperar que un juez de Niños, Niñas y Adolescentes le dicte la sentencia.
Este caso tuvo una importante repercusión pública. El 29 de noviembre de 2016, Andrés Castro y su novia Soledad Castro llegaban al domicilio de él en Italia y Castro Barros y fueron sorprendidos por dos jóvenes que se movilizaban en moto. Uno de ellos se bajó del rodado y los amenazó con un arma de fuego para sustraer sus pertenencias.
“Drex”, como era conocido el joven, intentó proteger a su novia y recibió un disparo que le pegó en el pecho que le causó la muerte. La víctima trabajaba como camillero en el hospital Néstor Kirchner, estudiaba abogacía y jugaba como central en el primer equipo de Monteros Voley.
Dos meses después, dos adolescentes fueron acusados por el hecho. Estuvieron alojados en el Instituto Roca hasta que una jueza de Menores resolvió dejarlos en libertad, pero bajo el cumplimiento de medidas titulares. Actualmente, ambos están alojados en el penal de Villa Urquiza cumpliendo penas de seis y ocho años de prisión por delitos contra la propiedad.
Llegar al debate oral no fue sencillo. Los defensores de los acusados presentaron numerosas apelaciones que no hicieron otra cosa más que demorar la realización del debate, que fue elevado a juicio hace más de cuatro años. Mientras ello sucedía, la madre de la víctima recorría periódicamente los pasillos de Tribunales buscando explicaciones que nadie le podía dar.
LA VÍCTIMA. Mario Castro estudiaba y trabajaba.
Incluso, uno de los imputados protagonizó una cinematográfica fuga en septiembre pasado. Pidió reunirse con su defensor y se escapó por la ventana de la seccional 3°, pero fue arrestado a los pocos metros. En esa oportunidad, recibió un disparo en la pierna.
El debate
La semana pasada, el tribunal, integrado por María Valeria Mibelli, Julieta Casas y Alejandro Tomas, estuvo al frente del juicio en contra de R.G.D (su nombre no puede ser publicado, ya que en la fecha en que cometió el hecho era menor de edad), ya que el otro imputado, identificado como P.C. ya se había declarado culpable en juicio abreviado.
El auxiliar Lucas Maggio, actuando bajo las instrucciones del fiscal Ignacio López Bustos, pidió que se lo declarara responsable penalmente por el crimen. En tanto que su defensor Benito Allende solicitó que se lo declare inocente porque durante la audiencia por la falta de pruebas en su contra la familia no pudo transformarse en querellante porque los acusados eran menores y legalmente no se puede accionar en contra de ellos; fue asesorada legalmente por Patricio Char.
Antes de que los magistrados dieran a conocer el fallo, se les permitió a todas las partes que expresaran sus últimas palabras. La primera en hacerlo fue Pérez de Castro. La mujer relató cómo se había producido el hecho y destacó que, pese a no haber asumido el rol de querellante, colaboró con la investigación que inició la ex fiscala Adriana Giannoni.
EN LA ESCENA. Policías buscan evidencias en la tarde del 29 de noviembre de 2016 en el lugar donde fue asesinado el joven de 24 años.
“Dos meses antes de que mataran a mi hijo, uno de los acusados había sido detenido por robar un auto. Estuvo meses alojado en el Roca y cuando salió, a las dos semanas mató a mi hijo”, explicó con lágrimas en los ojos. “Ellos dos estaban preparados para salir a cazar víctimas. Tanto es así que después cometieron otro hecho de la misma manera con la misma moto y con la misma arma”, añadió.
“Estas personas no saben otra cosa más que hacer esto. Hemos escuchado cómo la defensa hizo hasta lo imposible para derrumbar los dichos de los testigos. No aportó ni una prueba para poder desacreditar una investigación que estuvo bien hecha”, agregó la mujer.
Pérez de Castro dejó en claro que ella no estaba buscando venganza, sino justicia por su hijo. “Él todos los días se levantaba muy temprano para ir a trabajar. Después almorzaba y por último se iba a entrenar. Era muy trabajador y estos delincuentes le arrebataron la vida como si nada”, agregó. “Estas personas destruyeron la familia. No sólo mataron a un joven lleno de proyectos, sino que mi marido falleció a los dos años porque no pudo soportar más dolor”, contó en la audiencia.
También habló Soledad Castro, la novia de la víctima y única testigo presencial del hecho. “Sé que fuiste vos. Tu rostro no me lo olvidé ni me olvidaré más”, dijo la joven, señalando al imputado con un dedo. “Tenés que saber que arruinaste el proyecto de vida de dos personas de 24 años. Han pasado seis años y todavía no me puedo recuperar. Es más, veo avanzar a una moto con dos jóvenes y salgo corriendo”, añadió.
R.G.D. también tuvo la oportunidad de hacer uso de la palabra. “Soy inocente y no tuve nada que ver en este hecho”, declaró y luego le pidió autorización para mostrar algunas características físicas con la que pretendía desincriminarse, pero los jueces le dijeron que no. Luego, el tribunal pasó a deliberar y decidieron por unanimidad declararlo penalmente responsable del delito del que fue acusado. En una próxima audiencia, a él y a su cómplice le fijarán la pena.
Al escuchar el fallo, los familiares y allegados a “Drex” se fundieron en un abrazo. “La verdad es que se hizo justicia por esta familia. Fue una lucha de muchísimos años para lograr lo que ellos venían pidiendo: una condena. Espero que esta sea la última vez que alguien en la provincia viva algo así”, finalizó Char.
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