"El fin del amor" revoluciona el romance y el sexo del siglo XXI

"El fin del amor" revoluciona el romance y el sexo del siglo XXI

La actriz y cantante no solo será la protagonista sino que también forma parte de la producción ejecutiva.

La serie, “El fin del amor”, sigue a una atrevida filósofa de la cultura pop, Tamara (interpretada por Lali Espósito). Después de enfrentarse inesperadamente a su propia crianza judía ortodoxa en Buenos Aires, Tamara deja a su novio para rebelarse contra el concepto tradicional de romance, al igual que antes se reveló contra su vida religiosa.

La nueva serie producida por Amazon Prime Video se estrena hoy y con este protagónico, la estrella pop vuelve a una ficción de producción nacional luego de estrenarse en el streaming con la española Sky Rojo (Netflix).

En el marco de la presentación de la serie hablamos con Lali Espósito, que además, debuta en otro rol: es productora ejecutiva junto a Erika Halvorsen, showrunner de la serie y Tamara Tenenbaum, autora del libro homónimo que inspiró la historia.

-¿Cómo llegó a tus manos, el fin del amor, cómo se te ocurrió que de esto tenías que hacer una serie?

Erika Halvorsen: Yo la seguía a Tamara en las redes sociales y leía las cosas que escribía. Siempre me interesó su mirada, para mi ella es una de las mentes brillantes de su generación. Y obviamente cuando sacó el libro, “El fin del amor” fui derecho a comprarlo y cuando lo empecé a leer me enteré que ella había tenido una infancia en la comunidad judía ortodoxa. Y pensaba “¿cómo esta mujer de 30 años no viene de ese pasado y se transforma en esta pensadora referente que es hoy. Me interesó ese arco narrativo para explorarlo desde su presente y desde la Tamara de hoy.

Entonces le escribí por Instagram y le dije que quería hacer una serie no solo con su libro, sino con su vida.Y pensamos en Lali también como una mujer fuerte, ¿no? Y también como una voz de su generación y fuimos las tres a buscar los medios y así llegamos a Prime Vídeo.

Lali: Lo loco de en esta oportunidad es que no es que a mí me llega la propuesta, sino que la inventamos nosotras. Al revés, a mí me charla Erika nuestra showrunner y guionista y me pregunta si había leído el libro de Tamara, el ensayo “El fin del amor” y le digo que no, entonces me dice bueno, léetelo y charlamos. Entonces nos juntamos las tres sin nada más que intenciones y con el libro de Tamara en el medio de la mesa. No había una ficción que interpretará a la generación de los 30, no había una ficción que hablara de ese Buenos Aires en ese contexto, con un personaje tan particular como Tamara por su historia. Con su pasado religioso, con una historia como la de su viejo que muere en el atentado de la AMIA pero que a la vez su libro no va de eso. Pero todo eso forjando a este personaje interesante. Y finalmente en prime vídeo fueron como los que entendieron lo que queríamos contar y nos daban la libertad necesaria para crear la serie queríamos.

-¿Cuánto tiempo les llevó, desde esta reunión de las tres hasta concretar el proyecto?

Lali: Entre tres años por lo menos. Desde que empezamos a forjar el proyecto pasó un año, las chicas empezaban a escribir. Empezamos a buscar los partners y yo me fui a hacer otra serie en España que me llevó un año y pico, una pandemia en el medio. Así que después de todo eso pudimos hacer la serie.

- ¿Y por qué Lali?

Tamara: Lo principal es que pensamos en ella porque nos gusta como actúa y nos gusta su personaje pero también por supuesto por la masividad que tiene ella y sabíamos que podía darle otra dimensión a la serie, eso estaba claro. Yo no la conocía y desde el primer momento sentí que tenía mucho entusiasmo por el proyecto y muchas ganas de trabajar.

Sabía que es una persona inteligente y elocuente podía claramente armar ese personaje. Ella se sumó al proyecto como actriz pero también como líder de un equipo. De alguna manera se puso a la cabeza del proyecto y tomó muchas decisiones y siempre captó el tono de lo que estábamos armando.

Erika: Yo había trabajado con Lali y veníamos teniendo conversaciones sobre el tipo de historias que queríamos contar o que sentíamos que no se estaban contando. Sabíamos que queríamos elegir los siguientes proyectos y queríamos ser dueñas también del proyecto más allá de contar la historia.

-Gran parte del equipo es femenino es algo que quizás no sucede tanto en ningún en ningún ambiente cinematográfico o audiovisual.

Erika: Fuimos buscando a las personas que creíamos indicadas para ocupar cada rol. No soy partidaria de poner mujeres por ser mujeres porque me parece que eso tampoco es positivo. Pero sí teníamos una gran conciencia del cupo y sí sabíamos que necesitábamos una sensibilidad que la historia nos pedía.

-¿Qué sentiste al ver tu vida plasmada en una serie?

Tamara: En realidad no me senté a verla, o sea la ví entera. La escribí, estuve en el rodaje. Fui viendo los capítulos a medida que se editaban. Pero también creo que todo el proceso, las etapas me permitieron ir sintiendo la mediación y la sensación de que no es ver tu vida hecha, sino ver un proyecto en el que vos trabajaste y trabajaron un montón de otras personas. Tiene un montón de cosas mías re personales pero también tiene el trabajo, la estética y el alma de un montón de otras personas. Muchísimas otras personas pusieron sus emociones ahí y yo siento que quizás para la gente que va a ver la serie es todo la serie de Tamara pero para mí es quizás mucho más colaborativo.

- La serie aborda desde distintos lugares el significado de libertad. ¿Qué es finalmente la libertad?

Tamara: La serie no pretende hacer ninguna conclusión sobre el tema. No, ni podría hacerlo tampoco. Es una exploración más sobre este tema y sobre gente que se pregunta justamente, qué significa ser libres y hasta qué punto lo son. Y sobre cómo se vive eso, cómo se transita y cuáles son las formas que había de vivir y transitar eso. No, no hay ningún apunte a una conclusión o a un aprendizaje o algo parecido.

- ¿Como creen que los hombres nos perciben en medio de esta oleada feminista? En la serie Tamara se va de su casa y el novio lo mismo la va a buscar, va al bar en donde se encuentra con las amigas.

Erika: Ahí creo que no es un tema de género. Digo, si hubiese sido al revés la separación esto hubiese pasado igual. Pero cada uno termina las relaciones como puede, ¿no?. Entonces bueno, en esta separación a él le falta un pedazo del relato. ¿Qué pasó? Esto se terminó, no vamos a spoilear, pero me parece que Fede acá hace lo que puede.

Tamara: Ella tampoco estuvo bastante estuvo impecable, digamos.

Lali: Hombres hay de todo tipo y que les interesan diferentes cosas que no tiene que ver con el género. Pero si quieres que hablemos del hombre heteronormativo y capaz no es una serie que a priori le va a interesar. No quiero subestimar. En la serie también tenes el personaje de Andrés Gil que es el novio de Tamara, ella lo deja en el capítulo 1 y todo el arco narrativo que hace ese personaje también es súper interesante. Hay un capítulo en donde los amigos le ponen una mina y él se enoja, quiere hacer el duelo de su novia. Uno de los temas de la serie es cómo se subestima al varón heteronormativo ante lo sensibles, ¿no?. Es una serie que claramente puede interpelar re bien a ese varón del que estamos hablando pero es para que la vea todo el mundo, de hecho es para todas las edades.

- ¿Creen que todavía nos cuesta la soltería?

Lali: Sí, obvio ese lugar, ese abismo del estar conmigo misma y aceptar eso. Sacarse ese chip de que la soledad es sinónimo de fracaso o que es sinónimo de que algo anda mal en tu vida. Hay una especie de lucha interna siempre con la soltería, ¿no?. En el mundo del urbano se hacen canciones sobre ser solteras, somo si ese soltera fuese solo marcar una mirada feminista y en realidad la libertad es mucho más profunda y más compleja que estar soltero, no?. Podes sentirte hiper preso de vos o de una situación estando soltero o puedes tener un vínculo en el que no te sentís libre ni feliz o un vínculo en el que te sentís libre y feliz. O sea creo que la serie no apunta con el dedo a ningún formato. No critica la monogamia, el personaje se pregunta “¿qué onda che esto es así porque lo quiero o porque me lo impusieron?’’ esa es la pregunta que se hace y eso es lo interesante.

Tamara: Yo siento que a todo el mundo le cuesta, a los varones también les cuesta la soltería de hecho por eso en general, nunca están solteros.

Erika: Yo creo que hay una tensión constante que nos atraviesa a hombres y mujeres que tiene que ver con la libertad y la soledad. Quiero estar libre, quiero estar solo, ¿no? Entonces esas dos fuerzas de libertad y soledad están todo el tiempo ahí pujando y una va haciendo lo que puede no entre entre esas dos líneas.

- Se conocieron hace unos días los datos de la agrupación Mumala y si bien los femicidios descendieron los intentos de femicidios subieron. ¿Que debería cambiar o que deberíamos hacer para que esta situación de alguna forma cambie?

Tamara: No, es muy difícil de hecho. Hay bastante escrito sobre lo difícil que es, hay países que tienen cifras más bajas que nosotros, pero son países que históricamente tienen cifras más bajas. No, no hay muchas historias de éxito de países que en cinco o diez años lograron bajar su tasa de femicidio muchísimo. Lo que necesitamos es mucha creatividad en las políticas públicas y gente que esté pensando en la prevención de estas cosas, o sea, no solamente en el castigo, sino en la prevención. Pero honestamente lo que necesitamos son políticos creativos que tengan ganas de pensar porque efectivamente hasta ahora, lo que estamos haciendo no está ayudando.

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