Por qué acumulamos y cuándo es necesario buscar ayuda

Los trastornos de acumulación compulsiva aumentaron durante la pandemia. ¿Qué cosas son las que más acaparamos en la era digital? Existe una diferencia entre ser coleccionista y acumulador. Consejos.

Por qué acumulamos y cuándo es necesario buscar ayuda
Lucía Lozano
Por Lucía Lozano 23 Octubre 2022

Se lo conoce como el síndrome de Diógenes. Es la acumulación compulsiva de objetos. Las personas que sufren este trastorno no son capaces de ver que todo aquello que guardan es completamente innecesario y que incluso puede afectar su calidad de vida. Sus argumentos suelen ser: “alguna vez lo voy a necesitar” o “por las dudas lo quiero tener”. En la era digital, una nueva variante de este síndrome va cobrando fuerza: ¿qué cosas acaparamos en la actualidad? ¿Cuándo es necesario buscar ayuda?

Pocos se preguntan cuántos dispositivos electrónicos en desuso guardan en su casa. Todos tenemos un cajón en el que hay una maraña de cables, varias pilas, focos, una cámara fotográfica. Seguramente hay también un monitor viejo de PC, una impresora que no usamos y un reproductor de CD. Algunos llegan a tener placares llenos de objetos, y otros ya cuentan con la famosa pieza de cachivaches, sostiene Sebastián Ogayar, líder de la organización Nave Tierra, un centro de reciclado de electrónica y computación que recibe equipos obsoletos.

Según detalla Ogayar, los motivos por los que acumulamos dispositivos que ya están en desuso son varios. “Pero principalmente lo hacemos por apego, y porque creemos que lo vamos a seguir usando o necesitando. Después que pasan años nos damos cuenta que lo tenemos ahí y no lo hemos vuelto a utilizar”, explica.

Otra cuestión, no menos importante, que nos lleva a acumular este tipo de objetos -según Ogayar- es la obsolescencia programada (consiste en que el fabricante determina la duración del producto, acortándole su vida útil) y la obsolescencia percibida (es cuando una persona cree que su artefacto es viejo, no le gusta y decide desecharlo aun cuando funciona perfecto).

“Estas situaciones llevan a las personas a comprar y a acumular cada vez más dispositivos electrónicos. A la gente le cuesta mucho deshacerse de los objetos por el apego que tienen. Hay falta de conciencia. La gente no está trayendo cosas al centro de reciclado. De hecho tuvimos que dejar sin trabajo a tres compañeros porque no hay otra manera de sostener esto”, comenta.

Recambio veloz

Vivimos en una sociedad en la que comprar y guardar es algo normal porque el mercado actual genera consumidores. El recambio tecnológico hoy es mucho más veloz que hace unos años. Atrás quedaron las compras relevantes de productos que se enchufaban pensados para estar décadas funcionando en el hogar, sostiene.

Un estudio internacional realizado por la organización WEEE Forum mostró cuáles dispositivos son los que más guardamos en casa aunque no los volvemos a emplear. Según el sondeo cada hogar tiene, en promedio, 74 productos electrónicos entre los que hay algunos más asociados al concepto de tecnología que otros. Hay celulares, tablets y notebooks, pero también secadores de pelo, auriculares, relojes y controles remotos.

De ese total de aparatos, 13 se acumulan sin uso. La primera razón por la que se guardan es que podrían volver a ser utilizados en el futuro. También aparece el valor sentimental.

En estos tiempos que corren no solo hay acumuladores de dispositivos. La tecnología trajo una nueva dimensión de este mal: los que guardan todo tipo de archivos en sus smartphones, tablets y computadoras.

ACAPARADORES. En la actualidad, muchos tienen apego por los objetos tecnológicos y no los quieren desechar. ACAPARADORES. En la actualidad, muchos tienen apego por los objetos tecnológicos y no los quieren desechar.

Según una encuesta de Tekdi, instituto de marketing digital, en 2021 más del 70% de las personas de entre 25 y 50 años de edad no recordaba haber borrado archivos antiguos en el último mes. Además, a nueve de cada 10 encuestados les costaba diferenciar lo que querían conservar de lo que no necesitaban en sus tabletas o teléfonos móviles. Las fotos y los videos son las dos cosas que más nos cuesta eliminar, al igual que conversaciones de WhatsApp, llenas de memes y stickers. Al final, esa cantidad de basura digital en muchos casos termina afectando el funcionamiento de un dispositivo.

Cuándo es un problema

La acumulación puede llegar a ser en un serio problema cuando se convierte en una compulsión. Es un desorden psiquiátrico que, desde 2013, figura en el Manual Diagnóstico de los Trastornos Mentales de la American Psychiatric Association. Allí se define el síndrome de Diógenes como la imposibilidad de deshacerse de todo tipo de objetos y posesiones. Quienes lo sufren no pueden dejar de acaparar, lo que genera muchas veces situaciones que ponen en riesgo la salud.

Un nuevo estudio publicado en noviembre en el Journal of Psychiatric Research, sostiene que los síntomas del trastorno de acumulación empeoraron significativamente durante la pandemia.

El psiquiatra Oscar Fiorio ha visto en su consultorio distintos tipos de casos, que pueden ir desde leves hasta severos. Reconoce que en la pandemia se vieron más personas acumuladoras. Aunque algunos eran por exceso de previsión y otros también acompañados por síntomas de angustia y ansiedad.

La persona que tiene un trastorno, y por eso acapara cosas, realmente la está pasando mal, aclara Fiorio. “Hay casos severos en los que ya no se puede ni entrar a la casa de esa persona. Por ese motivo, estas personas nunca invitan a nadie; no quieren que vean cómo viven. Tienen miedo de desprenderse de algo; eso les genera angustia. Realmente necesitan de un tratamiento. Lo primero que hacemos los profesionales es trabajar sobre el deseo de ese paciente para empezar a desprenderse de las cosas de a poco. Pueden necesitar algún tipo de medicación”, señala.

El apego de los acumuladores por los objetos puede provenir de una sensación de pérdida o asociarse con una pérdida temprana que haya tenido en la infancia, especifica.

Aunque algunos acumuladores también son compradores compulsivos, no es así en todos los casos. Hay que explorar qué se encuentra detrás de ese trastorno, que explique por qué tiene tanto apego a las cosas”, remarca Fiorio. El profesional señala que a veces se suele confundir al coleccionista con el acumulador. “Son cosas distintas. Coleccionar no es algo ligado a lo patológico, sino un hobby, algo que le genera un bienestar. El coleccionista junta cosas determinadas, el acumulador suele guardar de todo. Al primero le gusta mostrar las cosas que colecciona; al acumulador, no”, remarca.

Cómo ayudar

En el caso de los dispositivos electrónicos, una razón común por la que los acumuladores los guardan es porque piensan que en el futuro lo van a necesitar. Si están rotos, suelen fantasear con reparar las cosas, convencidos de que algún día los dejarán como nuevos. Pero ese día nunca llega.

Otra variante de los acumuladores: los que pretenden ganarle a la inflación comprando mucha mercadería (a veces innecesaria) y la guardan en la casa.

El acaparamiento suele generar conflictos en la familia. No es fácil ayudar a un ser querido con este trastorno. Muchos creen que la solución es tirar todo a la basura. Pero con eso lo que lograremos es la persona se altere y se angustie. ¿Cuándo deberíamos buscar ayuda?, le preguntamos a Fiorio. Cuando esta obsesión por acumular empieza a obstaculizar la vida cotidiana de una persona.

Se calcula que el 6% de la población mundial padece este trastorno y muy pocos lo reconocen como tal. En general, no buscan tratamiento ni ayuda hasta después de los 50 años, e incluso entonces, suele ser porque algún ser querido plantea el tema y los obliga a hacerlo.

“Como ocurre con los casos de adicciones, hay que convencer al acumulador de que quiera dejar de guardar cosas. También son comunes las recaídas”, señala Fiorio. Si sospechamos que uno de nuestros seres queridos está acumulando demasiadas cosas, es bueno charlarlo con ellos, sin juzgarlos, y plantearles la posibilidad de buscar ayuda profesional. Luego, elogiar con entusiasmo cualquier progreso.

Cómo hacer para no acumular cosas

Algunas recomendaciones para no acumular cosas digitales: 

Ordená tus archivos y guarda en cada carpeta lo que realmente necesitás, poné el ícono de la papelera de reciclaje a la vista para utilizarla más. Comenzá por deshacerte de las apps y programas que no utilizás nunca, tirá o regalá los dispositivos y cables que ya no usás, utilizá solo un dispositivo para guardar y organizar los archivos que quieras conservar. Recordá que todas las películas, memes y vídeos los puedes encontrar on line. No hace falta que los guardés. 

Acostumbrate a limpiar tu smartphone y computadora una vez a la semana.

Para no acumular objetos en casa, establecé un plan con objetivos razonables: podés ir habitación por habitación o centrarte en una categoría, como papeles, abrigos o calzados. Pero evitá cambiar de rumbo a mitad de camino antes de terminar la tarea que empezaste. Si es necesario, pedí ayuda a un amigo o un familiar que no tenga el mismo apego a tus objetos.

Una buena idea es crear tres pilas (conservar, donar y descartar). Tirá inmediatamente la pila de descartes. Y no llenés de nuevo los espacios que lograste despejar.

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