Las cuatro estaciones son barrocas y porteñas

Hoy, en el escenario del teatro San Martín, la Camerata Bariloche confronta las bellísimas obras de Antonio Vivaldi y de Ástor Piazzolla.

TRADICIÓN Y PRESTIGIO. La música de cámara argentina tiene en la Camerata Bariloche uno de sus mayores exponentes en toda su historia.  TRADICIÓN Y PRESTIGIO. La música de cámara argentina tiene en la Camerata Bariloche uno de sus mayores exponentes en toda su historia.

Las estaciones del año son un tema recurrente para los compositores a lo largo de la historia. Tal vez el más célebre ejemplo es el de Antonio Vivaldi (1678-1741) quien escribió “Las Cuatro Estaciones”, una serie de cuatro conciertos compuestos para violín. Pero no fue el único.

En el siglo XX, Ástor Piazzolla (1921-1992), el gran maestro argentino, supo como nadie difuminar casi hasta la inexistencia la línea entre la música clásica y la popular. Su obra “Las Cuatro Estaciones Porteñas” es considerada una de las composiciones fundamentales en su catálogo.

Ambas creaciones llegan hoy, en el 62º Septiembre Musical del Ente Cultural de la Provincia, a las 21 al teatro San Martín (avenida Sarmiento 601) a cargo de la Camerata Bariloche. La entrada será libre y gratuita, por orden de llegada.

Los integrantes

Dirige la Camerata Bariloche el concertino Freddy Varela Montero, y además la integran los violinistas solistas Demir Lulja (interviene en Vivaldi) y Pablo Sangiorgio (lo hace en Piazzolla), David Bellisomi, Martín Fava y Gustavo Mulé (violines primeros); Grace Medina, Daniel Robuschi, Cecilia Barraquero y Liliana Jacubovich (violines segundos); Adrián Felizia, Javier Portero y Carla Regio (violas); Gloria Pankaeva y Siro Bellisomi (violoncellos); Oscar Carnero (contrabajo); y Manuel de Olaso (piano), bajo la dirección musical y del concertino. Sebastián Tarragona es el asistente, mientras que Horacio Ceballos y Damián Rovner de Arte Producciones, son los encargados del Management.

Varela Montero habló con LA GACETA como vocero de la agrupación.

- Las Estaciones de Vivaldi parecen inescindibles de la Camerata.

- En realidad en todos nuestros programas ponemos música desde el barroco hasta Piazzolla. Siempre armamos programas que avancen en los distintos estilos. Esta vez las Estaciones van a tocar dos grandes violinistas: Lulja en la Primavera y Sangiorgio, que es concertino de la Orquesta del Tango de Buenos Aires. Es muy interesante porque es notable esa diferencia que hay en la interpretación, pasamos del barroco al tango en cuestión de minutos. Y en la base de repertorio de cualquier orquesta de cámara las Estaciones de Vivaldi tienen que estar presentes. Es una de las obras más populares que existen, y siempre es bienvenida. El de hoy es un programa espectacular que al público le encanta. Se mezclan el mundo clásico con el de la música contemporánea y con el lenguaje del tango.

- ¿La formación de la Camerata es siempre la misma?

- Casi siempre. Puede variar un nombre por compromiso de alguno de los integrantes. Es el caso del tucumano Mulé, que tocará en reemplazo de uno de los músicos.

- Ahora parece lejano, pero ¿cómo mantuvo la actividad la Camerata en pandemia?

- Como los integrantes de la Camerata tocan en las orquestas más importantes de Buenos Aires, hicimos teletrabajo y grabaciones (cada uno grababa su parte). Logramos hacer un DVD y dimos dos conciertos en la Usina del Arte que se llamaron “Después del silencio”. Fue emocionante volver a juntarnos para tocar.

- En julio fueron en gira a Brasil y a Colombia. ¿Cómo les fue?

- ¡Muy bien! Tocamos en teatros muy importantes. Es increíble cómo se conoce a la Camerata en el extranjero.

- Y esta semana la Legislatura porteña los declaró De Interés Cultural. ¿Qué significa para ustedes este reconocimiento, uno más de una larga lista?

- Es muy importante. Mantener la Camerata es un gran trabajo y depende del aporte de cada uno. Somos una orquesta privada que siempre recibe invitaciones para tocar en festivales internacionales, lo cual se nos hace difícil. Además estamos en busca de tener una sede propia. Ojalá que este reconocimiento sirva para que surjan sponsors.

- Sigue vigente el espíritu de organismo independiente, surgido en los inicios barilochenses (en 1967) que dieron lugar al nombre-

- La Camerata se llama Bariloche porque fue fundada en esa ciudad: allí se hacían campings musicales, pero la mayoría de los músicos son actualmente de Buenos Aires.

- El prestigio también sigue vigente. ¿Qué le falta hacer a la Camerata?

- Aspiramos a difundir más nuestra obra. Quizás grabar un álbum o DVD de conciertos con música de compositores contemporáneos. También hemos hecho muchas colaboraciones con artistas más populares. Estamos abiertos a todas las posibilidades, así como a apostar por el futuro dando conciertos pedagógicos para chicos. Ademas sería importante volver a hacer el camping famoso de los 70 y pasar 10 días en verano en un festival; que vayan los chicos a tomar clases con nuestros músicos. Sería un proyecto que nos encantaría, trabajar mano a mano con las nuevas generaciones. De hecho hay muchos músicos del NOA. La Camerata debería volver a establecer la conexión con Bariloche.

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