El desafío de San Martín debe ser mantener el buen nivel

El desafío de San Martín debe ser mantener el buen nivel

El equipo recobró su mejor versión justo cuando el torneo ingresa en la etapa decisiva.

LA ÚLTIMA. San Martín viene de golear a Güemes, en La Ciudadela, en un partido que mostró una mejoría del equipo que conduce Pablo De Muner. LA ÚLTIMA. San Martín viene de golear a Güemes, en La Ciudadela, en un partido que mostró una mejoría del equipo que conduce Pablo De Muner. ARCHIVO LA GACETA / FOTO DE DIEGO ÁRAOZ

El 2-2 en el “Islas Malvinas”, hace una semana contra All Boys, desactivó algo dentro del plantel “santo”. Eso está clarísimo y quedó demostrado luego de la buena victoria que los dirigidos por Pablo De Muner consiguieron contra Güemes de Santiago del Estero en la calurosa noche de viernes.

Aquella tarde-noche de sábado, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, luego de un primer tiempo que había sido una de las peores producciones del equipo en el torneo y tras estar dos goles abajo por errores propios, San Martín se levantó; y en una ráfaga de fútbol y goles logró llegar al empate. Pudo haberlo ganado, sí; pero a lo que se apunta por estas horas es otra cosa.

“Dimos una muestra de carácter”, había declarado Juan Miritello a la salida del estadio ubicado en Floresta, con un buen semblante pese a que Belgrano a esa altura estiraba la diferencia en la tabla de posiciones.

Ese empate, en un juego que parecía perdido y que amenazaba con tirar todo el esfuerzo por la borda, parece haber despertado al plantel. Da toda la impresión que fueron un par de cachetazos fuertes que despabilaron justo a tiempo, en el momento ideal, a un equipo que ya demostró que tiene con qué dar pelea, pero que venía de capa caída.

“Para nosotros era realmente muy importante ganar este partido. Veníamos de una racha en la que nunca habíamos estado y la verdad es que necesitábamos volver a sumar de a tres”, explicó Miritello, autor del tercer gol contra el “Gaucho”, sobre los tres empates y la derrota que acababan de quedar en el olvido gracias al contundente 4-0.

¿Por qué el 2-2 en Floresta simuló ser un despertador? Porque el viernes el equipo fue otro completamente diferente al de los últimos juegos. Valentín Larralde, vital en la remontada contra All Boys, esta vez manejó los hilos desde el primer minuto y hasta que le tocó salir. Además, cada vez se parece más a ese muchachito que arrancó deslumbrando a muchos en Bolívar y Pellegrini.

Federico Jourdan recobró su mejor versión, siendo punzante por derecha y agregándole a su trabajo de sacrificio y desequilibrio una buena dosis de gol.

Cristian Llama, parado como volante interior mostró su mejor cara. Sí, parece sentirse cómodo en ese lugar y, además, le es mucho más útil al equipo que volcado sobre el costado.

Y Brian Andrada es el vértigo y la desfachatez en un mismo envase. Con su barullo se transforma en el revulsivo que necesita todo equipo protagonista y su zurda se encarga de tirar centros precisos como el del 3-0 del viernes (muy similar al del segundo gol en San Juan, ante San Martín).

Miritello y los jugadores que juegan del medio hacia atrás cumplieron como la mayoría de las veces en este campeonato. Y así, el equipo fue un todo que volvió a la marquesina en el momento idea; cuando al viaje le quedan seis estaciones y en La Ciudadela nadie piensa bajarse antes de la última.

“Esta victoria nos da confianza y tranquilidad de cara al final del torneo, porque la conseguimos jugando muy bien. Si bien ellos se quedaron con un jugador menos muy temprano, hasta ahí ya habíamos sido superiores en el juego; y después, pudimos coronar ese rendimiento con cuatro goles”, aseguró el goleador “santo”, que ya suma 11 festejos en el torneo y está a sólo tres de Luis Silba, el ex “Santo” que es il capocannoniere de la Primera Nacional.

Está claro que el equipo debe seguir perfeccionando detalles pero la victoria llegó en el momento ideal. El DT pareció haber encontrado el “11” que mejor le sienta (justo en un momento en el que el plantel tiene muchos lesionados) y San Martín pisó fuerte cuando muchos pensaban que podía llegar a desmoronarse.

Además, los “refrescos” también aportaron a la causa y demostraron que todos los futbolistas del grupo pueden llegar a ser importantes a la hora de las definiciones.

El primer paso fue dado el viernes. Pero falta mucho y en Bolívar y Pellegrini deben que saber que las finales que se le vienen deben ser jugadas de la misma manera que ante los santiagueños. Así lo ratificó la hinchada cuando despidió con una ovación al equipo tras la goleada. Porque es el momento de que todos estén unidos por una causa que tiene un premio que para San Martín es la vida misma.

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