Por Alicia Liliana Fernández
22 Julio 2022
DESPLIEGUE.La puesta en escena es lujosa desde el concepto general hasta el úlrimo detalle. LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI
“El arte te salva. En estos momentos, tal como está el mundo, después de la pandemia, con una guerra y con la situación de nuestro país creo el arte es un momento y un lugar en el que me siento protegido”.
De visita en LA GACETA y con su definición Flavio Mendoza reafirma su oficio de artista, y de creador de espectáculos integrales como Stravaganza. El imponente show, que cumple 10 años en escena, llega totalmente renovado al Club Central Córdoba (av. Alem 790) hoy, mañana y el domingo, a las 22.
- Diez años de Stravaganza. ¿Qué ha cambiado en el show y en vos?
- Muchas cosas. Me considero un artista que trabaja mucho por el arte y por eso me siento muy orgulloso. Este es un espectáculo único, que no se guarda nada; es el más fastuoso, el más costoso, el más pretencioso, y poder traerlo de gira es mucho más pretencioso. En un momento tan difícil tener productores que me apoyen y poder decir: cuando estamos mal, en lugar de hacer menos, hagamos más, redoblemos la apuesta. Eso es lo que va a vivir en escena.
- Hace una década planteaste una propuesta totalmente nueva, que involucra a mucha gente en y detrás de escena.
- Sí, demostramos que las cosas se pueden hacer, que es necesario poner pasión, ganas y mucho dinero. Tenemos un horizonte: queremos que gire por el país y que salga al exterior porque se lo merece. Si hiciéramos la mitad de lo que hacemos también sería un éxito, pero lo hacemos con todo. Viajan más de 60 personas entre artistas, técnicos, iluminadores, maquinistas, hasta un ingeniero hidráulico. Es una estructura muy compleja; hacemos arte aunque nos pongan palos en la rueda.
- La esencia es el circo, ¿y qué más hay en escena?
- Soy quinta generación de artistas de circo. Pero Stravaganza es una mezcla de todas las artes: circo, baile, música creada especialmente, canto, humor, tecnología, belleza, puesta en escena, canciones en vivo y mucho humor. Pero lo que más me gusta es el mensaje; no es un espectáculo pochoclero. El público se lleva algo muy hermoso del show; les toca una fibra que para mí como artista es muy importante que suceda.
- ¿Hay un argumento?
- Cuando empecé a crear este show, si bien utilicé extractos de otros Stravaganza, la parte del humor se creó con pasado, presente y futuro, a cargo de tres actores muy talentosos. Ellos llevan la obra contando esos tres momentos que tiene que ver conmigo y con el show. Con mucho humor van contando qué nos pasó, qué nos pasa y qué me pasó a mí. Todo termina en un monólogo final donde intervengo, y es el momento más emocionante. Es muy lindo de escuchar, ver y sentir.
- ¿Quiénes te acompañan del elenco original?
- Algunos sí, otros no. Por ejemplo Gisela Bernal sí, fue mi compañera de baile inicial. Ella se vino de Italia para hacer esta gira; Lucila Juárez, que fue la primera voz (en cada espectáculo tuve diferentes voces). Juárez es para mí la cantante que debía estar. Todos los demás son de esta nueva generación. Son muy jóvenes, muy talentosos y no son tan conocidos. Muchos bailarines que empezaron conmigo ahora se están dedicando a otras actividades.
- Además están Lula Rosenthal, Facundo Vivona y Facundo Mazzei, que es el coreógrafo. ¿Son ellos los más importantes?
- No; no me parece que el show tenga alguien más importante: Para mí cada bailarín o cantante tiene la misma importancia que yo arriba del escenario.
- Dicen que estás en todos los detalles, desde hacer prensa, como ahora, hasta las lentejuelas del vestuario. ¿Cómo hacés para repartirte entre todas las tareas?
- En todo me meto. No puedo con mi genio. Todo el tiempo estoy armando, corrigiendo, viendo. Soy un creativo general, desde las luces, la estética, el peinado, el maquillaje, para destacar qué es lo que quiero mostrar. Además, soy papá. Es difícil. Venimos de cinco funciones en Salta; vine a hacer prensa. Voy a Buenos Aires. Tengo mucha energía porque amo lo que hago. Estamos buscando que la gente se divierta. Creo que es necesario que el público la pase bien, que disfrute, que no todo es pálida.
EN EL BALCÓN. Mendoza, en visita de prensa en LA GACETA.
- En tus notas hablás de que das trabajo a mucha gente.
- Es importante. Me he convertido en empresario medio de prepo, porque quería ver lo que yo quería hacer, y la verdad es que está buenísimo. Hoy, entre el Circo Ánima (en funciones en Buenos Aires), Stravaganza y las escuelas, son más de 300 personas a quienes estamos dando trabajo. Y ahora, que venimos a Tucumán, se contrata a mucha gente local en logística y ayudantes.
- ¿Para vos Tucumán es un escenario más?
- No, porque en El Mollar vive una de mis hermanas, Silvina, así que un pedacito de mi corazón está acá. Aprovecho cada vez que vengo para estar con ella. Mi hijo Dionisio no conoce El Mollar, así que esta vez vamos a ir a pasar unos días en familia.
- ¿Te atrae irte a trabajar fuera de Argentina?
- No sé si irme. Sí tengo ganas de trabajar en el exterior, de demostrar que lo nuestro vale. Pareciera que sólo lo que viene de afuera es lo mejor. Nosotros tenemos cosas muy buenas. Tengo ganas de conquistar otras culturas, pero sin dejar de trabajar en mi país. Sí me gustaría probar qué se siente vivir fuera del país, y qué sucede con lo que ofrecemos, si gusta o si emociona lo que hacemos. Capaz que se me da con esta gira. Puedo ir y venir. Lo tengo como asignatura pendiente.
- En tus redes se nota que estás embelesado con tu hijito.
- Él me maneja de una forma muy feliz y me da fuerza para seguir haciendo todo lo que hago. Soy un papá grande y él tiene la energía de los nenes. Es un ángel; me tocó un nene bueno de verdad. Lo disfruto mucho.
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