Es conocida la pasión de Jorge Lanata por las obras de arte. El periodista cada vez que tiene la oportunidad compra alguna que otra pieza para sumar a su colección. En las últimas horas, se conoció que habría sido víctima de una estafa relacionada con este tema.
En el programa Socios del Espectáculo (El trece) se informó que el conductor de Periodismo Para Todos (PPT) había comprado obras de arte y cuando quiso venderlas se enteró de que no eran originales.
"Lanata se acercó a una galería a través de una señora que se llama Diana García Calvo para comprar las obras. Fue a comprar tres cuadros. Lo que le dijo esta señora, la galerista, fue 'esta obra es un óleo en madera, no tiene título, pero ya el año pasado vendimos una muy bien'. Según le dijo esta mujer, el autor ya estaba fallecido y son obras de alrededor de 1945. Creo que compró por U$S 45 .000 dos cuadros y uno por U$S 50.000", afirmó la periodista Paula Varela, según reprodujo Clarín.
Y prosiguió: "Jorge, contento, compró las obras y las llevó a su casa chocho. Se llevó el óleo y las guardó. De repente, dijo, 'quiero vender'. Las buscó, las vio alguien y le dijo 'perdón, acá te cagaron, esto no está bien. Esta obra es trucha, no es ningún óleo, es tempera de los nenes de jardín de infantes, esto está mal'".
La panelista señaló, además, que el conductor de Radio Mitre se dirigió a la galería donde compró las obras para poder hablar con los responsables.
"Le dijeron 'mirá, el único dueño de estas obras es éste'. Se llama Enrique Eduardo Núñez, a quien hoy no estarían encontrando. 'Están los papeles, te dimos los certificados', le dijeron, además, porque cuando se venden estas obras de arte se venden con certificados de autenticidad", precisó.
Varela indicó que para solucionar el conflicto a Jorge "le dieron U$S 20.000" y "otras obras de otro autor". "Se fue contento a la casa, pero cuando fue a ver qué tal era esta obra nueva que le dieron, le dijeron 'te volvieron a estafar'", relató.
Como consecuencia de esta doble estafa, Lanata decidió iniciar acciones legales a través de su abogada y su mujer, Elba Marcovecchio.