La crisis del agua y las roturas del pavimento

La crisis del agua y las roturas del pavimento

27 Mayo 2022

El severo problema del suelo urbano, principalmente en varias zonas del centro, que causa hundimiento de pavimento y problemas de asentamientos en edificaciones, ha sido planteado en sus niveles críticos en la última edición del ciclo “Panorama Tucumano”. La situación parece tan compleja que, por un lado, se advierte que hay que comenzar a realizar ya un programa a largo plazo, mientras se dice que prácticamente hay que limitar las nuevas edificaciones en altura mientras no se renueve el sistema de agua y cloacas.

Por un lado, el responsable de la Sociedad Aguas del Tucumán, al tiempo que ha reconocido que el crecimiento demográfico no ha sido acompañado por la infraestructura y que las inversiones subterráneas son muy onerosas, relató que hasta ahora se han cambiado cañerías troncales de agua en dos sectores céntricos y que aún falta comenzar con el sistema cloacal. Las cañerías cloacales, que son una estructura vetusta, sometida a la presión de más de mil edificios en las últimas dos décadas, han sucumbido al uso excesivo del sistema. A eso se agrega la suba de la napa en varias partes –contaminada por filtraciones de agua y líquidos servidos-, la falta de drenajes naturales subterráneos que han sido tapados por las construcciones, y también las diferentes estructuras de pavimento, algunas de las cuales son inadecuadas. Además, como hay una serie de servicios subterráneos –agua, gas, electricidad, cloacas, fibra óptica- su funcionamiento implica roturas que con frecuencia no son reparadas como corresponde. El secretario de Obras y Servicios Públicos de la capital ha enumerado varios edificios céntricos afectados –uno nuevo que aún no ha sido habilitado en Laprida al 200, el de San Francisco, el del Café 25, el del Mercado del Norte-. A ello se suman calles con problemas históricos con las napas, como la Córdoba y la Maipú. El funcionario municipal ha planteado que “no se puede seguir haciendo edificios en la zona central de San Miguel de Tucumán sin ver qué se hace con las aguas y con las cloacas”.

La situación es compleja y las salidas, limitadas. El titular de la SAT dice que desde 2020 llevan a cabo un plan de renovación de la cañería de agua potable y que están por empezar la de las cloacas, aunque reconociendo que en infraestructura “siempre vamos un paso por detrás”. Determinar si este programa y la inversión que se realiza alcanzan para doblegar o morigerar los problemas de un sistema que está obsoleto –al decir del responsable municipal- es fundamental para saber hacia dónde se debe ir. El secretario municipal dice claramente que hay que “cambiar el sistema de cloacas en San Miguel de Tucumán, que requiere una inversión millonaria. Claramente el Gobierno de la Provincia debe empezar a buscar esos fondos”.

Un geólogo, por su parte, explicó en el programa que medianamente se debe comenzar a multar a particulares y subcontratistas que rompen las calles y obligarlos a que las reparen; exigir cisternas a las nuevas construcciones para tomar las aguas pluviales y retardar esos caudales, e inspeccionar construcciones viejas e intimar a los dueños que tengan pérdidas de agua. Esto, afirma, en el marco de un programa multidisciplinario de gran escala, que puede llevar décadas, pero que -enfatizó- debe comenzar ya.

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