Por Nicolás Sánchez Picón
22 Abril 2022
ILEGAL. Pesar a que hay carteles que informan de la prohibición, los cuatro jóvenes ingresaron con vehículos. TN
100.000 años de acción de la naturaleza dieron por resultado un paisaje único, parecido a la Luna. Un terreno ahora modificado por la inconsciencia humana. Estamos hablando del Campo de Piedra Pómez de Catamarca, que fue afectado por cuatro turistas que ingresaron en cuatriciclos a una ladera prohibida.
La noticia empezó a circular ayer. Los jóvenes, todos oriundos de Buenos Aires, ignoraron los carteles de prohibición y escalaron en la ladera del Volcán Blanco, dejando las huellas de sus rodados en la tierra. El cambio en la montaña no pasó desapercibido: rápidamente los guardaparques avisaron a las autoridades.
Lo cometido por los turistas va en contra de la ley y, por ende, hay multas: los infractores deberán pagar hasta el valor de 5.000 litros de nafta súper, que al cambio de hoy se traduce a, más o menos, $ 650.000.
Al ser abordados por la Policía, los responsables negaron el hecho, pero luego lo aceptaron y se brindaron -sin tener idea del daño causado- para revolver la tierra. “Se ofrecieron a venir con rastrillos y solucionar la macana que se mandaron, pero es imposible arreglarlo”, explicó a TN Carlos Barrionuevo, director de Biodiversidad y Áreas Naturales Protegidas de Catamarca.
“Lo que queremos llevar adelante es la toma de concientización y que este tipo de malas conductas se vean desalentadas y de esta manera resguardar el patrimonio natural, promoviendo las pautas de conductas y la preservación de nuestra puna”, expresó Barrionuevo, según consignó el diario El Ancasti.
Zona protegida
El lugar afectado está ubicado en el departamento de Antofagasta de la Sierra, con alturas entre los 3.050 y los 4.850 metros sobre el nivel del mar (msnm). En 2012 el campo fue nombrado Área Natural Protegida y así se mantiene desde entonces. El objetivo es cuidar los recursos naturales y lograr un control efectivo del turismo no regulado que visita la región, como así también promover el desarrollo de estudios científicos allí.
El ecosistema -que algunos podrían llamar de formato “extraterrestre”- es resultado de emisiones de los volcanes cercanos, mayormente del volcán Blanco, que fue el agredido en su ladera por los turistas. La piedra pómez que recubre todo el suelo es consecuencia de flujos de caída de magma. “Todos los volcanes de la Puna tienen la característica de tener un período de producción de rocas volcánicas calmos y luego otros más violentos. De esos segundos surgen las rocas ignimbritas; dentro de estas, una es la piedra pómez, que abunda en ese lugar”, explica a LA GACETA José Pablo López, doctor en Geología y profesor titular de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT).
DIFÍCILES DE BORRAR. Se calcula que tendrán que pasar entre 20 y 30 años para que las líneas desaparezcan. TN
El proceso de erosión que le da la forma característica al lugar ha tardado milenios en llegar a cómo se veía hasta hace poco y, según estudios, la formación de la cuenca podría remitirse hasta 20 millones de años atrás.
“Lo que causaron es inadmisible”, expresó Barrionuevo al medio nacional. Se estima que los destrozos tardarán entre 20 y 30 años en taparse naturalmente, por la acción del viento. “Estos campos son consecuencia de erupciones fuertes que ocurren cada cierto periodo de tiempo. Depósitos como este hay muy pocos en el mundo, entonces es muy importante preservarlos”, indica y remarca: “la erupción que formó esto ocurrió hace 100.000 años. Y no va a volver ocurrir. Y si ocurre, va a ser otra, diferente. Por eso hay que cuidar estos espacios”.
El experto destaca la importancia de estos depósitos para la ciencia y considera que es importante educar para proteger el patrimonio. “Por ahí los turistas vamos y queremos sacar una muestra, o pisoteamos sin cuidado porque nos gusta caminar en esos paisajes hermosos. Pero están protegidos por algo”, resalta.
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