18 Abril 2022
BOB ODENKIRK. El actor interpreta magistralmente al abogado McGill.
La historia del abogado Jimmy McGill (Bob Odenkirk) y su conversión en el avenegra Saul Goodman llega a su final en la sexta temporada de la serie “Better call Saul”, que se estrena mañana en Netflix (AMC, la emisora original, la tendrá disponible un día antes).
La que se estrena es la primera parte de la temporada, que tendrá 13 episodios. La segunda parte, los seis últimos, se verán en julio.
El spin off de “Breaking Bad”, que retrocede en el tiempo respecto de la historia original para contar la evolución del personaje, cosechó elogios de la crítica por haber alcanzado un nivel de calidad equiparable a la serie madre, una de las mejores de todos los tiempos. Y la gran expectativa de los fans es la de volver a ver a Walter White (Brian Cranston) y a Jesse Pinkman (Aaron Paul), ya que las líneas temporales de ambas historias están a punto de cruzarse.
“Aparecería si Vince Gilligan y Peter Gould (los autores) quisieran que estuviera -declaró Cranston en 2020-. Lo haría sin dudar. Pero aún no ha sucedido. Queda una temporada más. Veremos qué pasa”. Tiempo después, Gilligan reconoció en una entrevista: “Sería una pena que el programa terminara sin que ellos aparecieran, ¿no?”
Los mundos de ambas series se cruzarán “de una manera que no se ha visto antes”, agregó. Al respecto se sabe que Jimmy va a un restaurante llamado como la película secuela de “Breaking Bad” estrenada en 2019, protagonizada por Paul: “El camino”. Los conocedores de la saga recordarán también que Jesse ya conocía a Saul antes de sus aventuras con Walter White.
Los interrogantes a resolver pasan por dos personajes: Kim Wexler (Rhea Seehorn), la esposa de Jimmy/Saul, que no aparece en “Breaking Bad”, como tampoco Nacho Varga, que se arriesga en el peligroso juego de la doble lealtad entre Gustavo Fring y la familia Salamanca, dos competidores dentro del cartel de Juárez.
El final de la serie mostrará también qué pasó con Saul Goodman luego de la caída de Walter White, porque además de ser precuela ha contado, mediante imágenes en blanco y negro al comienzo de las temporadas, hechos posteriores a “Breaking Bad”. En una tercera encarnación, el fugitivo Saul se convirtió en Gene Takavic, empleado de una cadena de pastelería con canela, Cinnabon, en un mall de Omaha, Nebraska.
El perfil de cada uno de los personajes secundarios de la serie es uno de sus mayores atractivos. Algunos de ellos aparecieron en “Breaking Bad” pero aquí tienen un mayor desarrollo: el mafioso Gus Fring (Giancarlo Espósito) y, sobre todo, el asesino a sueldo Mike Ehrmantraut (Jonathan Banks).
Según dejaron entrever algunos miembros de elenco, la simultaneidad de líneas temporales de ambas series abrirá un acceso paralelo a la trama de “Breaking Bad”, cubriendo agujeros de guion, uniendo cabos sueltos y expandiendo partes periféricas de la trama central. Se espera, por lo tanto, que se resignifiquen algunos acontecimientos y elementos icónicos de una de las mejores series de la historia.
Kim y Jimmy siguen con sus perfiles aparentes -ella la recta, él el turbio- hasta que la crisis también la alcanza a ella. Harta de las firmas de abogados que cometen atropellos para no perder a sus clientes ricos, quiere usar su talento para ayudar a que realmente se haga justicia. Pero para eso se ve obligada a transgredir ciertos límites. Si las grandes firmas cometen atropellos, considera válido ella también valerse de artimañas.
La pareja ha salido más unida al final de la temporada cinco, lo cual crea preocupación por el futuro de Kim, un personaje que no continúa en Breaking Bad. Se especula con que ella podría dejarlo, o que él pueda dejarla, pero no parece muy probable. También el cartel puede matarla. O podría cometer un delito que la llevara por un largo tiempo a la cárcel.
Gould dijo solamente: “Creo que Kim se ha desilusionado con la práctica del derecho que conoce. Estar con Jimmy quizá le ha mostrado algo que ya sabía o se lo ha hecho más vívido: la posibilidad de tomar atajos. Hacer lo que crees que es lo correcto y provocar lo que uno siente que es justicia en lugar de aceptar las reglas del sistema. Veremos dónde la lleva eso. Ella me preocupa un poco”.
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