La misión de Manzur en el Norte Grande

La misión de Manzur en el Norte Grande

El Frente de Todos (FdT) pasa por uno de los momentos más críticos desde el inicio de la gestión de Alberto Fernández. Los factores externos e internos no parecen promisorios y exigen medidas específicas. Entre las cuestiones urgentes están que la pospandemia transcurre marcada por el país empobrecido y con una inflación galopante. A esto se añade que el Gobierno carga una derrota en la elección nacional más reciente y que la coalición quedó herida de muerte hasta su reciente fractura por las discusiones sobre el acuerdo con el FMI. Este contexto espinoso se agudiza con la cercanía de 2023 y el albertismo se prepara para los meses venideros. Esa rama del oficialismo perfila su estrategia electoral y da por sentado que no contará con el kirchnerismo. Dirigentes locales afirman que en la última visita a Tucumán el Presidente comentó que no evitará las internas presidenciales en el FdT. Con esa carta sobre la mesa, las elucubraciones sobre las posibles fórmulas se multiplican y los protagonistas que consideran que tienen chances comienzan a actuar en consecuencia.

¿Y en el kirchnerismo? Ante lo irreconciliable, en las huestes cristinistas ya se habla de la posibilidad de que la propia vicepresidenta sea la candidata que competiría en las Primarias. Advierten que se reconfiguraron desde el tratamiento del acuerdo con el Fondo en el Congreso y que no temen disputar el poder. Añaden que esta intención se notará no sólo en Buenos Aires, ya que pondrán todo para fortalecerse, sino en las provincias, donde comenzarán a caminar, a rearmarse y a medir a posibles postulantes alternativos para los Ejecutivos locales. Advierten que, llegado el momento, hay gobernadores que se enlistarían tras Cristina como Axel Kicillof (Buenos Aires), Jorge Capitanich (Chaco), Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Gildo Insfrán (Formosa).

En el caso de Tucumán, el kirchnerismo también mira hacia el horizonte y trabaja para reagruparse. En este distrito, donde no se aplica el sistema de Paso, parte de los “K” analizarían ir por fuera del PJ y, eventualmente, con acoples kirchneristas puros.

Manzur: territorio y recursos

El Jefe de Gabinete, Juan Manzur, sigue cubriendo su planificación política bajo la estricta reserva y la desconfianza. Mal no le fue. Son poquísimos los dirigentes, incluso de su círculo más cercano, que pueden decir con certeza cuáles son sus intenciones. Muchos, sin embargo, las intuyen. Sucede que, a medida que se acercan los tiempos electorales, hay movimientos que necesariamente tiene que hacer en pos de sus metas.

Tras la ruptura en el Frente, el gobernador en uso de licencia retomó el protagonismo y es un hombre clave dentro de la mesa chica del albertismo. Un hombre con mucho poder. Sus vínculos con los gobernadores; con los sindicatos y con el empresariado y sus lazos internacionales sostienen su posición. Tampoco es menor que Manzur maneje el Presupuesto nacional y que tenga la potestad de reasignar partidas con su lapicera.

Hay dos hechos vinculados con Tucumán que develaron el rol que tendrá Manzur en los tiempos que vienen. La estrategia consensuada con Fernández implicaría convertir a Manzur en el hombre fuerte del Gobierno en el Norte Grande ¿Por qué? Porque la región es clave para un eventual triunfo electoral del peronismo. En las últimas presidenciales, en 2019, el caudal de sufragios en estas provincias, sumado al del conurbano bonaerense, fue gravitante. En este extremo del país el justicialismo suele cosechar las mayores diferencias de votos en relación a la oposición.

Primero llegó el anuncio de la creación de la Unidad Ejecutora “Norte Grande para la Equidad Social” del Ministerio de Desarrollo. A la cabeza designarán en los próximos días a quien compartió distintos equipos de trabajo con Manzur en la Nación y en la Provincia: Gabriel Yedlin. El ex ministro de Desarrollo tucumano fue convocado por el titular de esa cartera, “Juanchi” Zavaleta, para acompañar la gestión de las políticas sociales. La idea es abrir el juego político de esa área de Gobierno hacia la región, porque actualmente está, mediante sus distintos funcionarios, más consolidado en el conurbano bonaerense y en los distintos movimientos sociales que cuentan con referentes en sus oficinas. Yedlin cumplirá un papel importante en el vínculo institucional y político con los ministros provinciales, los intendentes y los gobernadores. Durante su última visita a Tucumán, fue el propio Sergio Massa el que subrayó frente a unos pocos manzuristas el poder que tendría esta unidad y la proyección de Yedlin en ese contexto. El médico ya participó el viernes, en Catamarca, de la agenda de Zavaleta.

Después, se conoció que Gerónimo Vargas Aignasse encabezaría un área de relevancia. Hombre de confianza del Jefe de Gabinete y una de las “espadas” manzuristas durante la interna, el legislador está al frente de la Jefatura Regional “Norte Grande” del Enhosa, el ente nacional que ejecuta obras de agua potable y saneamiento cloacal.

En estos días comenzarán las primeras obras destrabadas por el flamante funcionario, que serán de pozos de agua. En las semanas siguientes se reactivarán convenios de cloacas y plantas de tratamiento en distintas localidades. Vargas Aignasse habría llegado con la misión de mejorar las tareas de la SAT y de impulsar un programa de erradicación de letrinas llamado USB (Unidades Sanitarias Básicas), que prevé una inversión de $12.000 millones desde agosto. Además, con lo de la SAT también buscaría mejorar la performance peronista en San Miguel de Tucumán.

¿Qué gana Manzur con estas dos áreas? Territorio y recursos millonarios para fidelizar vínculos con los intendentes y los gobernadores. Además, así intentaría volver más competitivo al Frente, uno de los desafíos fundamentales con la mirada en 2023. La ambición iría más allá: no es sólo consolidar al albertismo sino expandir el manzurismo. Un pequeño detalle que seguramente no pasará inadvertido en el jaldismo es que los intendentes tucumanos podrán también gestionar de manera directa obras y contención social. En el Frente están convencidos de que la situación económica mejorará y que esto se derramará en todo el ámbito nacional. Si bien iniciarán con estas dos unidades, no serían las únicas. Habría oficinas similares de otros ministerios próximamente.

Las alternativas del Jefe

¿Qué hará Manzur para el año que viene? La vuelta a la Casa de Gobierno tucumana es descartada tajantemente por propios y ajenos. “Hay que apoyarlo a Osvaldo”, repite Manzur sobre Osvaldo Jaldo cada vez que le consultan por su relación con el gobernador ¿Lo apoyará para que sea candidato a la sucesión? Los jaldistas dicen que es una obviedad, que no le queda otra opción. Los manzuristas hacen un silencio inicial cuando se les consulta y dan a entender que no es un asunto cerrado. La dirigencia cercana al titular del Ejecutivo licenciado sí ve, en general, tres alternativas en el futuro del Jefe de Gabinete. Consideran que correrá con ventaja en la contienda nacional porque se adelantarán las elecciones provinciales. Al menos, esa es la intención y eso permitiría que Manzur juegue en las de la Nación con un buen resultado provincial -esperan- ya en el bolsillo. Al menos hasta ayer, la fecha elegida para las provinciales era el domingo 4 de junio.

En 2019, el oficialismo también había “despegado” la elección local de las federales, aunque en esa oportunidad se habían celebrado el segundo domingo de junio.

Plan A: los allegados de Manzur consideran que aspirará a encabezar o formar parte de la fórmula para la presidencia. Son conscientes de que no será sencillo y de que habrá mucha competencia interna por quedarse con un lugar. Aunque falta tiempo, afirman que se pondrá a la cabeza del proceso provincial, como jefe de campaña, para mantener el poder territorial y político. Si no puede entrar en esa dupla, seguirá en la mesa nacional albertista para ocupar otro puesto de relevancia.

Plan B: advierten que Manzur no descartaría aún sumarse a la fórmula para la gobernación en el lugar de vice. Desde hace meses que circula una versión de que presentaría ante la Justicia una acción de declaración de certeza, para evitar algún planteo judicial posterior. Ningún manzurista consultado se anima a desmentir esta chance. Sus dirigentes no ven con malos ojos que si no puede mantenerse en la Nación, aspire a seguir construyendo su carrera desde Tucumán.

Plan C: esta opción se activaría si es que toda intención superior fracasa, un escenario que en el manzurismo es casi imposible. Se trata de la idea de que ocupe una banca en el Senado (es suplente).

Las posibilidades del tucumano son amplias y el escenario político, cambiante. Los dirigentes locales suman y restan, calculan y arriesgan. El panorama, sin embargo, está lejos de esclarecerse, pero hay señales que dan cuenta de las intenciones que podría tener Manzur.

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