
TESTIMONIOS. Jóvenes taxi boys cuentan sus experiencias en Buenos Aires.

El verano golpea fuerte en la Capital Federal, pero la terminal de la estación de trenes de Once está saturada de personas que deambula de paso por el lugar, como todos los días. Invisibles entre la masa, un grupo de muchachos (trabajadores sexuales) ofrece su servicio. Sus reflexiones quedan documentadas en “Miserere”, y emergen silenciando el bullicio opresivo y el ensordecedor ruido de los trenes.
El filme de Francisco Ríos Flores aborda una problemática invisibilizada en la sociedad: la prostitución de hombres jóvenes provenientes de los sectores populares en las grandes ciudades latinoamericanas. Su estreno local tendrá lugar esta noche, a las 21 en la Sociedad Francesa (San Juan 751), con a presencia del director para dialogar con el público. La entrada es libre y gratuita (la proyección será con una versión subtitulada para personas hipoacúsicas), dentro del ciclo Masculinidades & Cine del Club del Cine que funciona en ese espacio los miércoles, coordinado por Martín Falci. Previamente se inaugurará la muestra fotográfica “Detrás de Miserere”. El sábado a las 17 habrá un conversatorio en el mismo lugar sobre “Trabajo sexual y cine”.
El largometraje funciona también para descubrir y describir a un territorio complejo y pluricultural de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, atravesado por un movimiento inagotable, signado por la violencia, caracterizado como espacio central del comercio de bienes y servicios de bajo costo, marcado por la economía informal, y zona contradictoria de peligros, aventuras y placeres, adelanta la sinopsis.
“Los taxi-boys están expuestos cotidianamente a situaciones de extrema violencia: son blanco de abusos de las fuerzas de seguridad, la clandestinidad y precarización de su actividad los expone al riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual y al abuso de consumo de sustancias adictivas. Es tal la vulneración que corren el riesgo concreto de una muerte temprana”, afirma el director de un filme realizado con el apoyo del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), rodado entre 2016 y 2017, y que pasó por los festivales de Cine Latinoamericano de Toulouse, Queer Lisboa, Pinks Screens de Bélgica, el Rome Independent Film y el Asterisco en la Argentina.
Los testimonios fueron brindados por Rodrigo Balsano, Fabián Maldonado, Rubén Elías Lavín, Mariano Toledo, Carlos García y Matías Riccardi. Ríos Flores fue el responsable del guión y de la dirección.







