PRISIONERAS. Anna Frank y Hannah Goslar fueron confinadas en un campo de concentración y exterminio.
La historia de Ana Frank, la adolescente judía que inmortalizó en un diario personal lo que vivió junto a su familia en un escondite, tratando de escapar al genocidio nazi, llega hoy a Netflix contada desde otro punto de vista: el de su amiga Hannah Goslar. La película holandesa “Mi mejor amiga, Ana Frank”, dirigida por Ben Sombogaart, está basada en la historia real de la amistad entre Hanna Goslar (interpretada por Josephine Arendsen) y Ana Frank (Aiko Beemsterboer). Eran íntimas amigas cuando estalló la Segunda Guerra Mundial en Europa; ambas vivieron de cerca la miseria y los estragos del avance nazi.
Establecida en Holanda cuando el antisemitismo era razón de estado en la Alemania de Adolf Hitler, la familia Frank resistió tres años escondida en un ático, un anexo oculto de un negocio de especias. Tras su captura, Anna, su hermana y su madre terminaron sus días en un campo de concentración. El filme se traslada a ese momento, cuando Hannah y Anna logran reunirse en las instalaciones siniestras de Bergen-Belsen.
Condiciones inhumanas
Hannah intenta ayudar a su debilitada amiga, que se encuentra en condiciones insoportables para un ser humano, y a la vez arriesga su vida para salvar a Anna.
Basada en el libro “Memorias de Ana Frank: reflexiones de una amiga de la infancia”, de Alison Leslie Gold, la película del holandés Simbogaart logró vender 100.000 entradas en el cine, y ahora apunta a ser un gran éxito en visualizaciones en Netflix.
“Mi mejor amiga, Ana Frank” está basada en la historia real de la amistad entre Hanna Goslar y la adolescente que se hizo mundialmente conocida a partir de lo que relató en su diario íntimo sobre el horror del nazismo.
Un duro desafío
La actriz que se desempeña como Ana Frank en el filme viene forjando su carrera desde muy pequeña. En una entrevista reciente comentó: “Cuanto mayor es el desafío de un nuevo papel, más ansiosa me siento. A menudo he interpretado a hijas adolescentes que atraviesan una determinada etapa de sus vidas. Por eso el papel de Ana Frank fue tan especial. De repente tuve que interpretar a alguien más joven, que acaba en un campo de concentración”.
Para las escenas en el campo de concentración, según contó la actriz, debió encerrarse previamente durante cinco horas, para sentirse afectada por el confinamiento y poder expresar la angustia de la protagonista..
“Y cuando ves el número de serie de Anne escrito en tu brazo, te toca, por supuesto”, dijo.
Aiko contó también que le costó deshacerse de este personaje una vez que terminó la filmación. “Pensé en muchas cosas... Soy más consciente de dónde viene mi libertad. Y eso no es tan obvio. Esa película me dio una mejor idea de la guerra que lo que había leído en los libros de historia”, dijo.
Invaluable testimonio
Actualmente, Hannah Goslar tiene 93 años y vive en el barrio Kiryat Moshe, de Jerusalén occidental. Había nacido en Alemania en 1928, pero ella y su familia se trasladaron a Holanda para escapar del gobierno nazi que perseguía, despojaba, torturaba y masacraba a los judíos.
Hannah fue enviada primero al campo de Westerbrok y luego a Bergen-Belsen, donde también estaba su amiga Anna Frank. Hannah logró sobrevivir. Para realizar esta película Sombogaart visitó muchas veces a Goslar. Hablaron de los hechos, de sus recuerdos, de sus sentimientos.
Dada su edad avanzada, Goslar urgió al realizador a terminar la película cuanto antes, porque quería verla antes de morir. Pero entonces la pandemia de covid 19 arrasó Europa -la mayoría de las escenas fueron filmadas en Hungría- y el rodaje se detuvo. No obstante, Sombogaart logró retomarlo y, apenas tuvo la película editada, se la mostró a Goslar y su familia.








