La ruta 338 a San Javier necesita mantenimiento

La ruta 338 a San Javier necesita mantenimiento

Es un paraíso ubicado a pocos kilómetros de nuestra capital, a menudo desaprovechado por las autoridades de turno, en lo que a infraestructura y otros asuntos se refiere. Su mayor atractivo es no solo el paisaje, sino también el imponente Cristo Bendicente, de unos 30 metros, esculpido por Juan Carlos Iramain, que cobija a los tucumanos desde el cerro. En los últimos tiempos, San Javier comenzó a figurar en los proyectos turísticos y actualmente se están llevando a cabo varios emprendimientos que potenciarán esa actividad.

Comenzó a funcionar el parque aéreo en El Corte. Este se inicia en la avenida Aconquija en la subida de El Corte, con un multiespacio que conjuga tirolesa, palestra para escalada, parque de juegos aéreos y un bar. La idea de los emprendedores es integrarse al circuito que formarán la Primera Confitería (en la mitad de la ruta 338), el club Sol (ya en San Javier) y el mirador con confitería que el Ente de Turismo prepara en el sector del Cristo Bendicente, cuya primera etapa ya se ha inaugurado. Se estima que la recuperación edilicia de la Primera Confitería, habilitada el 22 de mayo de 1938, estará concluida durante el transcurso de 2022.

Este inusitado desarrollo necesitará de un camino en óptimas condiciones. Si bien la ruta provincial N° 338 se halla transitable, su pavimento que es, desde hace años, un mapa de parches, debería renovarse en su totalidad. Son necesarias las señalizaciones, así como un control permanente, no solo de los usuarios, también de los animales sueltos. Los fines de semana, los ciclistas descienden a gran velocidad, dejándose llevar por la pendiente y se convierten en un peligro para los automovilistas. También es usada por los motociclistas para hacer riesgosas carreras a deshoras. Los usuarios de esa ruta se quejan con frecuencia de las malezas en las banquinas.

En algunas oportunidades, se propuso ensanchar el camino y algunas autoridades dijeron que El Rulo era un impedimento para que ómnibus turísticos de mayor porte llegaran hasta San Javier. En 2018, un funcionario de Vialidad Provincial se quejó por el vandalismo y afirmó que constantemente reponían los carteles, pero rápidamente los pintaban, los robaban o los dañaban. Sobre la capa asfáltica, dijo que no daba más. “Arreglamos algunos tramos, hicimos un bacheo profundo, pero tuvimos que priorizar los recursos en otras rutas con muchísima más circulación que esa. No hay presupuesto para todo”, señaló.

En esa ocasión, un ingeniero de la Dirección de Construcciones de la UNT afirmó que era muy difícil mejorar el diseño de la traza por el enorme presupuesto que implicaría, pero se podía modernizar la señalización a través de una metodología de advertencia sonora y de vibración mediante ranuras en el pavimento, para advertir la cercanía de una curva muy peligrosa.

En 1937, durante la gobernación de Miguel Campero, se abrió la licitación para hacer el camino. Este había sido iniciado simultáneamente desde abajo y desde arriba del cerro, hecho que produjo una diferencia de dos metros en el empalme de los dos tramos, razón por la cual se injertó El Rulo. La ruta se habilitó en 1940.

Se podría trabajar para solucionar definitivamente la falta de agua potable que padecen durante el año varios sectores de esa villa. También se podría potenciar la ruta alternativa que une la localidad de San Pablo con Villa Nougués, San Javier y La Sala, lugar de atracción turística, porque allí se esparcieron parte de las cenizas de nuestra Mercedes Sosa.

Bienvenida sean todas las obras y emprendimientos que se encaren para promover el turismo no solo en San Javier. Los caminos en buen estado son fundamentales para que los resultados sean exitosos.

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