Actúa JAF, un cantante que desarma motores y ama la vida saludable

Actúa JAF, un cantante que desarma motores y ama la vida saludable

Con su guitarra y sus canciones más exitosas, el músico dará un recital hoy en La Coupole. A los jóvenes los alienta a realizar sus vocaciones.

JAF. Con la potencia de su voz y su guitarra, el artista hizo populares muchas canciones favoritas del público.  JAF. Con la potencia de su voz y su guitarra, el artista hizo populares muchas canciones favoritas del público.

Con una carrera llena de canciones que fueron grandes éxitos, como “Todo mi amor” o “Quizás mañana brille el sol”, JAF (Juan Antonio Ferreyra) recorre con su guitarra las rutas del país para presentarse en distintos escenarios. Hoy a las 22 estará en La Coupole (avenida Aconquija 2.780), donde participarán Los Juan como artistas invitados.

Reconocido como un talentoso cantante y guitarrista, que interpreta algunos temas propios y exquisitas versiones, JAF se hizo famoso en los 80 cuando integró la banda Riff junto a Pappo. Luego inició, ya alejado de sus inicios en el heavy metal, una fructífera carrera como solista en el campo del pop, que a sus 63 años continúa vigente.

En diálogo telefónico con LA GACETA -mientras circulaba en bicicleta por calles de Buenos Aires- contó que de Tucumán guarda muchos recuerdos, algunos curiosos. “Las primeras veces que fui, hace varias décadas, una de las cosas que me asombraban eran las protestas en la plaza Independencia con quema de cubiertas. Pero después a la noche estaba todo bien y venía la gente a escucharme -evocó-. Yo estoy muy agradecido con el público tucumano. Llevo mi guitarra y una gran confianza en lo que es la actuación espontánea. A la gente le gusta mucho eso”.

“Hoy estamos en el inicio de un año nuevo, hay mucha incertidumbre sobre lo que vendrá en el futuro, y todos necesitan pasar un buen momento con canciones que les hagan una caricia en el alma”, aseveró.

- Además de la música sos aficionado a los autos y las motos, y también a la mecánica.

- Sí. Me encanta. Mi papá era matricero y tuve la gran suerte de aprender mecánica. Después hice la escuela industrial, me recibí de técnico electromecánico. Hice un año de arquitectura y otro de ingeniería, pero ya estaba tocando mucho así que me dediqué de lleno a la música. Pero me gusta meter mano en el arreglo del auto. Al motor de seis cilindros del Chevrolet lo desarmo de punta a punta y lo vuelvo a armar. Es algo que ahora es difícil hacer con los autos actuales, que traen tantos componentes electrónicos. Es un gran avance, por un lado; pero, por otro, si a uno se le queda el auto en la ruta no hay más opción que llamar a la grúa.

- Una actividad musical intensa, en muchos lugares diferentes, requiere de un buen estado físico. ¿Cuál es tu secreto para mantenerte tan activo?

- Sobre todo, pongo fuerza de voluntad. Me cuido mucho en las comidas y hago deporte. Juego pelota a paleta dos o tres veces por semana. Es un deporte que me gusta, es bien pesado, duro, hay que correr como loco en la cancha. También me muevo en bicicleta, en vez de agarrar lo moto o el auto para ir de un lugar a otro en la ciudad.

- Con tu experiencia, ¿qué les dirías a los jóvenes que tienen vocación musical?

- Ayer estaba trabajando acá en casa con mi auto al rayo del sol y pasó una mujer con su hija de 11 años. Se quedó a charlar y me contó que la hija estaba tomando clases de canto. Eso me hizo pensar en que todos, cuando somos chicos, hacemos un intento por profesionalizarnos en lo que nos gusta. Y los adultos tenemos la responsabilidad de transmitirles que ellos pueden hacer lo que quieran en el ámbito artístico, pero que su desempeño no se debe calificar. Tienen que saber que todos tenemos talento, mucho o poco. Pero no hay nadie con talento cero, como tampoco hay nadie con talento 10. Eso significa que todos servimos para algo. Tanto el que toca para miles de personas en un estadio como el que hace covers en un lugar pequeño, son igualmente dignos e importantes. Y además, los pibes deben tener como modelos a los grandes maestros de todos los estilos, desde Los Chalchaleros o Atahualpa Yupanqui, a Joan Manuel Serrat, Paul McCartney, Led Zeppelin, John Fogerty, Nino Bravo y Carlos Gardel. Siempre podemos aprender algo de ellos. Nos guste o no.

- ¿Cómo afrontaste las limitaciones que impuso la pandemia?

- No he podido abstraerme de lo que es el sentimiento general, aunque haya tenido momentos de felicidad, porque he visto a mi lado a otros que no la pasan bien. Lo que deseo para este 2022 es un bienestar para todos los argentinos. A veces una simple palabra de un artista o de un comunicador ayuda a tener esperanza, o a provocar una sonrisa. Es una energía positiva que es capaz de llegar a alguien que está lejos de mí, pero es argentino igual que yo.

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