

Durante los últimos meses se realizaron múltiples controles de alcoholemia en distintos puntos de la ciudad. Lo preocupante en estos procesos es la violencia con la que generalmente se responde a los oficiales a cargo de estos controles. “Prepotencia, avasallamiento a la autoridad, apelación a todas las artimañas posibles para imposibilitar el control”, son las palabras que usó el Secretario de Estado de Transporte y Seguridad Vial, Benjamín Nieva. “Es algo que se está viviendo a diario en la sociedad. Entre personas de 20 y 40 años percibimos esta conducta”, dijo. Afirmó que los agentes están capacitados para manejar ese tipo de situaciones.
Además, refiriéndose a uno de los últimos controles, comentó: “la Navidad estuvo bien controlada, sobre todo gracias a la gran difusión de los medios acerca de los controles que se hacen. Se invitó mucho a la reflexión y no se vio tantos alcoholizados, pero los que lo estaban, poseían un número de alcohol elevado”.
Más recientemente, en la mañana del 31 de diciembre, el doctor Miguel Tortosa, del Consultorio Radiológico de Salta 185, fue detenido por un control de alcoholemia a cargo de Enrique Romero, el cual se rehusó a tomar. En un intento de escape, avanzó con su vehículo atropellando a un agente de tránsito que se encontraba al frente. Finalmente, chocó contra una columna del edificio en el que reside intentando ingresar al estacionamiento y agredió al policía que lo acompañaba. No presentó ninguna documentación, no realizó la prueba de alcoholemia e ingresó al edificio sin dar parte a las autoridades correspondientes. Romero asegura que se le presentará una demanda penal por resistencia a la autoridad e intento de homicidio. Además, contará con una sanción determinada por el Tribunal de Faltas y con la inhabilitación de su licencia de conducir por el tiempo que se le asigne.
Por otro lado, en la Dirección de Tránsito de Yerba Buena, José Martín Aráoz informó a LA GACETA la situación de la “Ciudad Jardín”. “Generalmente tenemos mayor dificultad y situaciones de agresividad con gente que tiene entre 35 a 50 años, aproximadamente. Por lo menos el 75% de las situaciones corresponden a la gente de esa edad”, precisó.
Además, desde que entró en vigencia la ley Provincial 8.848 de Alcohol Cero en 2016, la Secretaría de Estado de Transporte y Seguridad Vial notó un “incremento de ciudadanos alcoholizados” los fines de semana, especialmente de noche.
Nieva remarcó que esta ley “sirve para la toma de conciencia y para evitar la especulación” sobre qué cantidad de alcohol se puede consumir. Fundamentalmente, expresó su preocupación porque “no cesa el consumo de alcohol entre los jóvenes que conducen” ni la “violencia inusitada” de los mismos al momento del control. (Producción periodística Bárbara Nieva)







