Tucumanos en Nueva York cuentan cómo enfrentan a la variante ómicron

Tucumanos en Nueva York cuentan cómo enfrentan a la variante ómicron

Gerónimo Paz Papa y Milagro Cion llegaron a la ciudad norteamericana en un contexto complicado: el coronavirus vuelve a cobrar terreno, avanzando a gran paso.

Milagro Cion. Milagro Cion.

A uno le cuesta imaginar que en otros países la Navidad se vive en medio de un manto blanco y helado, iluminado por resplandecientes luces, música navideña, abrigos extravagantes; un frío que llega hasta los huesos y una cultura completamente opuesta a la Argentina.

Parece una película de esas clásicas: el subte, la música, la gente, y los edificios resplandecientes que ocupan todo el cielo neoyorquino. Así es esta ciudad donde los tucumanos Gerónimo Paz Papa y Milagro Cion se instalaron.

Por estos días, Gerónimo está festejando su cumpleaños número 24 en la ciudad de sus sueños. “Pensé que me moriría de frío, pero es bastante soportable; al estilo Tafí del Valle” relata. Mientras tanto, Milagro, se refiere al ambiente navideño en la ciudad, y comenta: “El espíritu navideño empieza más o menos en el Dia de Accion de Gracias, que es usualmente el 25 de noviembre, época en la que se ven las primeras decoraciones en los negocios, hay música navideña en las tiendas, familias comprando el árbol. Tal cual pasa en las películas”.

Gerónimo Paz Papa. Gerónimo Paz Papa.

Es estudiante de ingeniería industrial, le faltan solo cuatro materias de terminar la carrera (“incluída la tesis” aclara), está recién instalado y en modo turista, y afirma que llegó a esta ciudad para adquirir experiencia y poder cumplir uno de sus objetivos principales: comprar una bicicleta para correr el Argentinos de Enduro el año que viene.

Ella, de 29 años, es licenciada en economía y fue a Nueva York antes de partir a un paraíso mediterráneo: Malta, en donde va a estudiar una maestría de administración de empresas.

Recorrer, conocer, trabajar y disfrutar son las metas de ambos jóvenes, que se encuentran en aquella ciudad que en el 2020 fue epicentro global de la pandemia. Esta semana, muchos restaurantes de Brooklyn cerraron sus puertas, uno tras otro, debido al avance de la variante ómicron. ¿El mayor temor? Que las filas en los centros de pruebas de covid-19 aumentan cada día.

Con respecto a la pandemia, tal vez porque ambos circulan en zonas diferentes (él en Belfort, al norte del centro de Nueva York, ella en Brooklyn), tienen opiniones que se contradicen. Paz Papa admite que, pese al panorama pesimista que ilumina a la ciudad, parece que ómicron no atacó -todavía- en su forma más feroz: “Están en la espera de saber bien sobre la nueva variante; parece que no hay pandemia. Me dijeron que estaban viendo si cerraban o no la ciudad por ómicron, pero nada es seguro”.

Milagro, por su parte, afirma: “La gente se cuida mucho más. Hay algunos que van con guantes de látex al tren, suben con máscaras de plástico, sanitizante”.

De acuerdo a datos del Washington Post, el sábado 18 de diciembre, el estado de Nueva York batió un récord por segundo día consecutivo con más de 21.900 casos diarios notificados, una cifra que ni siquiera se vio durante el crudo invierno y la primavera pasados. “Hay mucho miedo. Fue un shock escuchar sobre los 20 mil contagios de covid de un día para el otro. Pero la gente toma conciencia, se acuerdan de lo duro que los golpeó la pandemia, no quieren volver a vivir eso. Todos se están vacunando y no tienen problema de presentar la prueba de las vacunas” admite Cion.

En este inquietante y desconcertante momento en el que ómicron está ganando la batalla en diferentes países del mundo, la demócrata Kathy Hochul, gobernadora de Nueva York, afirmó: “El aumento de las cifras de coronavirus es un recordatorio de que la pandemia aún no ha terminado”. En este sentido, la mandataria restableció la obligación de utilizar mascarillas en espacios cerrados; sin embargo, Gerónimo admite que hay lugares que ni se fijan si usas el barbijo. “Acá me preguntaron si estaba vacunado y les mostré mi certificado. Pero no todos lo pedían. En los bares donde va gente más joven, todos están sin barbijo y medio que no les importa. Hay algunos que te piden, pero no todos” cuenta.

En oposición a Paz Papa, Milagro afirma que en los bares, al menos en el centro, son muy exigentes con el certificado de vacunación. “Además hacen inspecciones para ver si los piden (al certificado) en cafeterías y restaurantes. Incluso si alguien no está usando la mascarilla otros le dicen que la use, o si no tenés barbijos hay locales que te dan”.

Con respecto a las fiestas, relatan que los días son hermosos. Por momentos está soleado y, en otras ocasiones, hay tintes grises que toman protagonismo en las tardes neoyorquinas. ¿La decoración? Hermosa, resplandeciente, concuerdan los tucumanos.

“Como es una fecha muy festiva, por lo general la gente sale de fiesta. Muy al estilo argentino. Ir a un pub, a una discoteca, como le dicen ellos, o trabajar son las opciones para estas fiestas” afirma Gerónimo con respecto a sus planes para esta época. Y reafirma: “pero nada es seguro. Con ómicron avanzando, quién sabe qué puede pasar”.

Milagro, como Gerónimo, tiene pensado pasar una noche con amigas, cena tranquila y luego salir a bailar. “Acá el 25 es familiar, el almuerzo de navidad es el que más protagonismo toma entre los estadounidenses. No es como nosotros que festejamos después de 12”. 

Así, entre un inglés al estilo “Friends”, luces que nunca se apagan, decoración que llega a cada lugar recóndito de la ciudad, rodeados de una ilimitada variedad de culturas y sabores, los tucumanos disfrutan de Nueva York, recorren sus calles más famosas y siguen, con gran cautela, cuidándose de aquel enemigo silencioso que no deja de avanzar en la Ciudad que nunca duerme.

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