Por Marcelo Androetto
09 Noviembre 2021
EL PIBE MARAVILLA. Álvarez es la gran carta ganadora de River; el delantero pasa por un gran momento y su equipo brilla.
Todo el fútbol argentino pronostica que River será el próximo campeón. Y el equipo de Marcelo Gallardo sigue jugando como tal, aunque precisamente demuestra que no se la cree, que no pretende relajarse antes de tiempo.
La goleada sobre Patronato dio otro indicio de ello. El “Millonario” ni se cayó con la grave (y recurrente por el tipo de) lesión sufrida por el pibe Felipe Peña Biafore al minuto de juego, ni sobró el cotejo una vez liquidado en el marcador antes del intervalo.
River es un equipo serio. Y Julián Álvarez, una cosa seria. Con el cordobés en estado de gracia, los discípulos del “Muñeco” no necesitan de grandísimas actuaciones colectivas para imponerse con claridad a rivales –como el “Patrón”- que complicaron a otros grandes –como a Boca-, hace no demasiado tiempo.
Todo lo que toca Álvarez lo convierte en goles, que valen su festejo en oro: los mete de todas las formas posibles, a un promedio espectacular de 13 en los últimos diez partidos, cual un Robert Lewandowski o un Erling Haaland vernáculos.
El Monumental estalló el domingo, con sus tres tantos en 11 minutos, y el “póker” personal que completó en la segunda etapa. Y así como sucedió tras su doblete a Boca y su triplete ante San Lorenzo, los hinchas entonaron una canción desconocida hasta un par de meses atrás: “Olé, olé, olé… Juli, Juli”.
“Álvarez tiene muy buena cabeza, y está en una forma física y en una forma futbolística estupendas. Nunca aceleramos su momento, y tres años de trabajo nos llevaron a esta actualidad superadora”, dijo el entrenador sobre el delantero de 21 años, fraguado en “Fabricaciones Gallardo”.
Sin dudas, el oriundo de Calchín es el mascarón de proa de esta embarcación que parece dirigirse al título sin obstáculos, pese a todos los obstáculos, justamente.
Ventas de habituales titulares (las más recientes: Rafael Santos Borré y Gonzalo Montiel), constantes bajas por lesión (actualmente, Nicolás de la Cruz y Matías Suárez, entre otros) y nutridas convocatorias a selecciones por eliminatorias (sin “parate” del torneo) no impidieron que la “Banda” sacara tamaña ventaja, de siete puntos con solo 15 en juego.
Ya van varias veces que a Gallardo se le pregunta sobre si en este River más terrenal que otros (al menos en cuanto a nombres), su mano de entrenador se aprecia más que en otras versiones anteriores. Y si bien escapa a una respuesta directa, admite veladamente que sí: “Este fue uno de los semestres con más desafíos, una de las pruebas más difíciles en todos estos años”, que ya son más de siete.
A medida que fue perdiendo “soldados”, supo encontrar otros: Robert Rojas como lateral derecho; Peña (o el recuperado Jonatan Maidana) como primeros centrales; Milton Casco de nuevo como tres, en su mejor nivel; Enzo Fernández y Santiago Simón haciendo olvidar a sus predecesores, y Agustín Palavecino dándole la razón al buen ojo del “Muñeco”, una vez más. Y Álvarez, claro. Todo bien mezclado en una receta ganadora, con la “levadura” de las ideas claras.
Talleres le metió algo de presión al ganar en Mendoza el sábado y recortar a cuatro puntos la ventaja (recordar que hacía un par de fechas, el “Millo” le llevaba nueve unidades). Sin embargo, River no se inmutó y obtuvo un triunfo indispensable para espantar eventuales fantasmas y restablecer la diferencia existente en la antesala de la fecha.
“Necesitábamos esta confirmación de una buena labor del equipo, no solamente por los tres puntos, sino para no dar ninguna posibilidad a Talleres y a los que nos seguían de atrás”, declaró el entrenador ante una pregunta de LG Deportiva en la rueda de prensa posterior al triunfo ante Patronato (hasta este domingo, el único equipo en la Liga Profesional fuera de Boca que le llevaba ventaja en el historial, ahora nivelado).
Todavía falta, pero… el panorama parece comenzar aclararse por Núñez. Tras las elecciones nacionales y las jornadas por Eliminatorias rumbo a la Copa del Mundo, River visitará a Platense. Si gana, y Talleres no hace lo propio cuando reciba la visita de Vélez, la vuelta olímpica podría quedar a la vuelta de la esquina, no tan lejos en el tiempo.
Muy apenado
Felipe Peña Biafore, que se rompió los ligamentos de su rodilla derecha y estará fuera de las canchas por seis meses, dejó su mensaje en su cuenta de Instagram. “Me duele más el alma que la rodilla”, escribió el defensor.
Volvió a sonreír
Luego de dos derrotas en fila, Boca se recuperó y derrotó a Aldosivi, como visitante, por 3 a 0. Los otros resultados que se registraron ayer, en el cierre de la fecha 20, fueron: Newell’s 1-Unión 0 y Huracán 1-Argentinos 1.
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