

PSICOLOGÍA
PÚBERES Y ADOLESCENTES EN EL DIVÁN
ALFREDO YGEL
(Letra Viva – Buenos Aires)
Alfredo Ygel despliega, a través de sus 126 páginas, lo clásico y lo moderno, pero también lo actual sobre la clínica con púberes y adolescentes. No se trata de un pasaje puramente teórico, sino que va desatando nudos, con fineza literaria y espíritu científico, siempre en el uno por uno del análisis, que le brinda a la obra una riqueza inigualable. El autor se expone y expone su saber-hacer de un modo sencillo y preciso y, a la vez, profundo y analítico, haciendo suyas las palabras de Lacan, cuando postula que un analista debe ser al menos dos; el que hace en el consultorio, pero además aquel que da cuenta de lo que hace, lo trasmite.
Transita por el concepto de pubertad freudiana en tanto metamorfosis, segunda vuelta y momento de estructuración subjetiva en la que se produce, al decir de Ygel, un encuentro, que es “propiamente un reencuentro” con lo real de la sexualidad; por las ideas de Lacan, que nos muestra cómo ese despertar sexual de la pubertad no será sin la operatoria de la fantasía psíquica. Segundo despertar “que se asoma desde lo real pulsional que irá siempre acompañado de sueños y fantasías.” “El púber -dirá Ygel- debe poder imaginarizar ese cuerpo nuevo que a veces se le presenta caótico y desmembrado que lo remiten a los primeros tiempos de la vida”. Es allí necesario, un adulto que ofrezca alguna suerte de reafirmación a esta nueva conformación del joven. Y, desde lo simbólico, el joven precisa encontrar un lugar y un saber desde donde ubicarse ante los pares y los adultos. “En esta época, signada por la imagen, los contactos virtuales, el acceso irrefrenable a las pantallas”, las previas y los afters, el misterio de lo sexual y de las relaciones entre los sexos sigue generando enigmas que requieren de un entramado simbólico para acotar, de algún modo, a aquel rayo que implica la sexualidad. Por el contrario, y esto lo plantea Ygel, los obstáculos en el encuentro con la sexualidad, y la imposibilidad de resignificarla, pueden llevar a los adolescentes a los más trágicos desenlaces. Su brillante concepto de la amenaza invertida en el adolescente, delineado hace varios años, constituye un punto de creación magistral que retoma en estas páginas.
Adolescentes en banda
En esta línea, los capítulos “Ritos del Pasaje (adolescencia y tatuaje)” y “Chicos en bandas” resultan destacables, por lo novedoso y actual de las problemáticas que abordan. El adolescente dejado en banda por el adulto arma un refugio en las propias bandas, sin dar salida al goce que lo atrapa; mientras que la presencia del adulto, y esta va a constituir una de las apuestas fuertes de Ygel, ya sea desde la función del Otro Materno ora de la Metáfora Paterna, permitirán contener, mitigar el goce mortífero, bordear la muerte y enviar al sujeto hacia la vida.
Así, el analista, o mejor dicho su función, opera justamente allí donde fracasó aquella operatoria por los accidentes de la vida humana. Función que apunta a causar el deseo del sujeto, lanzarlo hacia objetos que causen su deseo, rescatándolo para la vida. Al decir de José Azar, su gran amigo y colega, “su lugar será de acompañar a construir y re-construir, en una refundación de las marcas simbólicas de los orígenes y (…) del porvenir”. Construye cobijo, recompone espacios y tiempos engarzando aconteceres.
En síntesis, un libro sólido y consistente en lo teórico, y más rico aún en el análisis de numerosas travesías adolescentes y del tratamiento del uno por uno, mostrando en todo momento la ética del psicoanalista.
Ser causa del deseo del sujeto, y tal como lo señala Lacan, mostrando la cuerda. Ygel sale de las paredes de su consultorio, reflexiona de modo profundo y siempre acudiendo a exquisitas producciones artísticas, culturales o míticas y nos introduce en sus reflexiones, en una apuesta a que el adolescente tome la palabra, y de ese modo, limite, bordee, mitigue el goce mortífero.
© LA GACETA
Silvina Cohen Imach







