Dúo Coplanacu: ya es tiempo de volver a soltar las canciones

Dúo Coplanacu: ya es tiempo de volver a soltar las canciones

Los santiagueños llegan para compartir la identidad a través de un cancionero que el público canta y baila. Hoy, en La Coupole, desde las 22, con músicos invitados locales.

ROBERTO CANTOS Y JULIO PAZ. Una sociedad musical que se mantiene y crece a lo largo de 36 años de confluencia creativa y compromiso.  prensa ROBERTO CANTOS Y JULIO PAZ. Una sociedad musical que se mantiene y crece a lo largo de 36 años de confluencia creativa y compromiso. prensa

“Es difícil responder qué nos mantiene juntos. No hay un secreto, no hay una fórmula. Amamos profundamente lo que hacemos y estamos convencidos de que compartir esta música y de esta manera le hace bien a la gente. Tenemos una devolución que nos estimula constantemente a seguir este camino del compartir la identidad”.

Lo declara Roberto Cantos, la mitad vocera del Dúo Coplanacu, acerca de una porfía musical que ya lleva 36 años de escenarios junto a Julio Paz.

Los músicos santiagueños están de vuelta, con su armonía inconfundible y su potencia interpretativa hoy, a las 22, en La Coupole (avenida Aconquija 2780) junto a artistas invitados: la monteriza Guadalupe Aguilar y Los Pucareños del Tucumán.

Cantos respondió las preguntas de LA GACETA.

- Son músicos independientes y autogestivos, ¿cómo se mantienen en pandemia?

- Ha sido un tiempo muy complicado, sobre todo para los músicos que estaban empezando. En nuestro caso, hace mucho tiempo que tocamos y pudimos mantenernos con algunos ahorros. Aún así, ajustamos y nos adaptamos a la nueva situación.

- ¿Se encontraron a cantar solo para ustedes?

- Al principio, tanto Julio como yo nos cuidamos muchísimo. Fuimos muy conscientes de la situación y nos mantuvimos en nuestra casa cada uno con su familia. Hicimos algunos videos a pantalla partida cada uno desde su casa como para mantener alguna presencia en las redes. Cuando las restricciones empezaron a aflojar, coincidimos en las tremendas ganas que teníamos de juntarnos y en la necesidad de ponernos a punto para cuando pudiéramos salir a cantar, entonces nos juntamos sistemáticamente a ensayar, a charlar, a acordarnos, a proyectar. En fin, fueron circunstancias muy sentidas y muy hermosas cuando empezamos a juntarnos.

- ¿Compusieron temas nuevos? ¿Qué otras actividades los ocuparon?

- En lo personal compuse algunas cosas, trabajé más que nada en experimentaciones y escribí bastante. Pero lo que mas hicimos (Julio también) fue ocuparnos de la familia, del apoyo escolar, de la dinámica de la casa, etcétera.

- ¿Cómo se sintieron al recuperar el contacto cara a cara con el público?

- Fue muy conmovedor volver a compartir con la gente. Nosotros estábamos mas contentos que el público. Al principio los aforos eran de muy poca gente y nos acordábamos de los comienzos cuando la cosa era muy íntima. Ha sido muy emocionante encontrarnos ahí, otra vez después de tanto tiempo y de tanto tiempo raro vivido, empezar a soltar otra vez las canciones. Fue muy conmovedor realmente.

- Al sonido del violín, incorporado hace tiempo, sumaron otros instrumentos, ¿cuáles?

- En estos 36 años fuimos sumando no instrumentos sino músicos que tocaban violín, piano, bandoneón. Antes de la pandemia nuestra estructura se armaba con Julio Gutiérrez en el violín, Carlitos Canovas en el bajo, Mariano Paz en la percusión, Alejandro Rivero en la guitarra y Omar Peralta en el bandoneón. Cuando comenzamos a tocar de vuelta, por una cuestión de adaptación a la cuestión sanitaria, tocamos con Gutiérrez y Peralta, que es la estructura que estamos manteniendo actualmente.

- De su repertorio, ¿podrían elegir los cinco temas que más les gusta cantar?

- Es difícil elegir cinco temas entre tantos temas que cantamos en 36 años. Elegiría los que por la gente conoce más y que comparte con nosotros cantando y bailando. Citaría “Agitando pañuelos”, “Peregrinos”, “El escondido”, “Rubia Moreno”, “Escondido de la alabanza” y “El 180”.

- En las peñas y en festivales, Los Copla contribuyeron al baile espontáneo del público. ¿Qué significó esto para ustedes?

- La danza o el baile como actitud participativa del público ha sido y es muy importante para nosotros. Después de la década del 80 la labor de bailarines como Juan Saavedra, Silvia Serbini y el Negro Valdivia produjeron una gran transformación en la danza del folclore, sobre todo entre los jóvenes. Pasó a ser más importante la expresión y la participación que la mera cuestión coreográfica. Esto abrió el campo y las peñas se llenaron de gente que disfrutaba bailando aunque no supiera “cómo” debía bailarse.

- ¿Cuántos discos llevan grabados? ¿De qué va el próximo?

- Tenemos grabados once discos y todavía no estamos pensando en un próximo. Por ahora disfrutamos de la vuelta y el reencuentro.

- ¿Cómo es su “vuelta a la normalidad presencial”? ¿Más tranquila, o tomarán todos los compromisos de festivales?

- La “normalidad” todavía es poco clara. Creo que de a poco nos iremos todos adaptando. Aunque revuela la sensación de que “ya pasó”, somos concientes de que la pandemia todavía acecha, y hay hábitos que capaz quedan instalados en todos generando nuevos modos y nuevas costumbres. Veremos. Ya tenemos acordados compromisos en algunos festivales. Iremos administrando el tiempo y las circunstancias con libertad y responsabilidad.

- ¿Qué van a ofrecer en La Coupole?

- El reencuentro con los tucumanos y tucumanas es muy importante para nosotros; estamos muy entusiasmados. Lo que ofreceremos son canciones que la gente conoce y que quiere escuchar, y algunas otras que volvimos a traer después de mucho tiempo. Lo más importante es volver, compartir y reencontrarnos.

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