Eliminatorias: será duro, quien sea que juegue

Eliminatorias: será duro, quien sea que juegue

Con dudas, Argentina recibe al siempre difícil Uruguay.

Lionel Scaloni. Lionel Scaloni.

BUENOS AIRES.- Convoca, siempre convoca. Es el “Clásico del Río de la Plata”. Con mucha historia y con mucha “pica”, más allá de que las estadísticas y la actualidad inclinen la balanza para el lado del anfitrión. La Argentina campeona de América, con un invicto de 23 partidos -la segunda racha más larga en su historia- y con Lionel Messi, recibirá a las 20.30 a un Uruguay irregular y en proceso alquímico.

Por ahora, las dos viajan a Qatar 2022, pero el conjunto de Óscar Tabarez, cuarto en la tabla, no tiene demasiado margen. La “Albiceleste”, segunda y con un partido menos, aguardará tranquila el pitazo inicial del chileno Roberto Tobar, en un Monumental con un aforo (prometido) del 50%.

“Históricamente es un rival difícil. Más allá del sistema y de los nombres, es un equipo. Y es una de las mejores selecciones del mundo, adónde va, compite”, abundó en elogios Lionel Scaloni sobre la “Celeste”. En la visita, ¿el “Maestro” Tabárez se animará a juntar a Luis Suárez y Edinson Cavani? Ante Colombia jugaron un tiempo cada uno.

En tanto, Scaloni no quiso soltar prenda acerca de su equipo.  “Después de la última práctica sabremos dónde estamos parados, con qué jugadores podremos contar. Potencialmente, el planteamiento no cambiará mucho”. En rueda de prensa, se mostró evasivo sobre si Lautaro Martínez (lesionado) será titular, con la tarea de aportar lo que se extrañó en Asunción: el gol.

¿Y si no juega el “Toro”? ¿Insistirá con Joaquín Correa o probará con Lucas Alario? “Todos los jugadores, incluso con matices, nos dan respuestas”, señaló. También dejó abierta la posibilidad de repetir la apuesta de la Copa América frente al mismo rival: agregar en el medio al batallador Guido Rodríguez.

En cuanto a los laterales, podrían jugar Gonzalo Montiel y Nicolás Tagliafico).

“Juegue quien juegue, estamos tranquilos. Las sensaciones son buenas”, repitió Scaloni, casi como un mantra.

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