02 Octubre 2021
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Las autoridades de la Sociedad Argentina de Nutrición cuestionaron el proyecto del sistema de etiquetado frontal de alimentos, que actualmente se encuentra en tratamiento en el Congreso nacional.
Los especialistas consideraron que el texto de la iniciativa puede ser motivo de interpretaciones incorrectas para el caso de muchos alimentos. A la vez, enfatizaron que muchos consumidores se verían desalentados para adquirir alimentos de buena calidad nutricional, como vegetales congelados, legumbres envasadas, lácteos o alimentos reducidos en calorías, azúcar o grasas. “Debido a sus características especiales no podrían ser exhibidas en forma diferencial en el etiquetado frontal”, dijeron.
En una nota publicada en el sitio www.parlamentario.com, la entidad que reúne a especialistas en materia de nutrición establece que los alimentos envasados -foco principal de estrategias de etiquetado frontal- no representan más de un 35% del volumen físico -algo más en energía- de la dieta promedio de la población. Más aún, dentro de ese universo, los alimentos con mayores contenidos de nutrientes críticos -el segmento que algunos identifican con el nombre de ultraprocesados-.
Las autoridades de la entidad remarcaron que la principal limitante que se encuentra en la adopción del sistema de perfil de nutrientes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) es su criterio de umbrales móviles, basados en la relación entre nutrientes críticos a energía, en contraposición con otros sistemas basados en umbrales fijos -Chile, Brasil, Uruguay, Perú, Canadá, Israel- o bien aquellos que combinan nutrientes críticos con otros esenciales en uso en varios países de Europa.
Sentido restrictivo
Por el contrario, señalan que la propia lógica del perfil de nutrientes de OPS, combinado con una representación gráfica -octógonos negros- si bien es fácil en su comprensión y lectura tiene un sentido restrictivo, conduce a maximizar el desaliento a consumir alimentos envasados, aun algunos de buen perfil nutricional e incluso recomendados por las Guías Alimentaria establecidas por el Ministerio de Salud.
“Los alimentos no son todos iguales en sus proporciones de nutriente a energía y no por ello los que tienen valores superiores son todos desequilibrados por igual”, enfatizaron los nutricionistas.
Añadieron que una consecuencia no deseada del etiquetado propuesto es que para muchos alimentos la información frontal puede dar lugar a interpretaciones incorrectas o contradictorias en relación el contenido del nutriente, tal como se expresa en el rotulado nutricional obligatorio en la cara posterior del envase.
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