La venta de 12 submarinos quiebra la alianza de Europa y Estados Unidos contra China

Emmanuel Macron. Emmanuel Macron.
20 Septiembre 2021

WASHINGTON, Estados Unidos.- Una crisis inesperada estalló entre Estados Unidos y Francia, que afecta a la alianza militar del Atlántico Norte (OTAN) y sus planes de contrarrestar el creciente poderío de China.

El origen del conflicto fue la decisión de Australia, socio de ambos países, de romper un acuerdo por 12 submarinos franceses, para comprarle a Estados Unidos.

Francia perdió así un negocio de 56.000 millones de euros, unos 65.600 millones de dólares, y la furia del gobierno de Emmanuel Macron fue tal, que llamó a consulta a sus embajadores en Canberra y Washington y dijo que hubo “una ruptura de confianza”. París, además, acusó al gobierno australiano de mentir sobre la ruptura del contrato, una decisión sin precedentes entre aliados.

Para evitar que el incidente cause más daño a las relaciones bilaterales, el presidente estadounidense, Joe Biden, pidió entrevistarse con Macron y la reunión se realizará esta semana.

Estados Unidos, Australia y el Reino Unido anunciaron el miércoles pasado una asociación estratégica para frenar el avance de China, llamada Aukus, que incluye el suministro de submarinos estadounidenses de propulsión nuclear a Canberra, que dejó fuera de juego a los franceses.

El gobierno de Australia rechazó las acusaciones de Francia de haber mentido sobre sus planes de cancelar un contrato de compra de submarinos franceses en favor de los estadounidenses.

El primer ministro australiano, Scott Morrison, rechazó las acusaciones francesas de haber mentido sobre ese contrato de compra de submarinos. “Tenían todas las razones para saber que teníamos profundas y graves reservas sobre el hecho de que las capacidades del submarino de clase Attack no respondían a nuestros intereses estratégicos y dejamos muy claro que tomaríamos una decisión en función de nuestro interés estratégico nacional”, declaró Morrison.

Agregó que entendía la “decepción” del gobierno francés, pero afirmó que había planteado problemas con el acuerdo hace algunos meses, al igual que otros ministros del gobierno australiano.

A su vez, la nueva ministra británica de Exteriores, Liz Truss, defendió la posición de Londres en el acuerdo de defensa con Estados Unidos y Australia

París consideró inútil llamar a consultas a su embajadora en Londres, e ironizó a través de su ministro de Relaciones Exteriores, Jean-Yves Le Drian, sobre el “permanente oportunismo” del Reino Unido, al que calificó como “quinta rueda del auto”.

Ayer se canceló la reunión que estaba prevista para esta semana entre los ministros de Defensa francés y el del Reino Unido, debido al malestar de Francia por la firma de la alianza.

En declaraciones a la televisión, Le Drian dio que el caso de los submarinos engendró una “crisis grave”. También estimó que esta crisis influirá en la definición del nuevo concepto estratégico de la OTAN.

“La OTAN ha iniciado una reflexión, a petición del presidente de la República, sobre sus fundamentos. Habrá en la próxima cumbre de la OTAN en Madrid la conclusión del nuevo concepto estratégico. Por supuesto, lo que acaba de pasar tendrá que ver con esta definición”, dijo Le Drian.

En junio de este año, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, recorrió varias capitales de Europa, con el objetivo de revitalizar la relación atlántica, después de cuatro años de la política de “Estados Unidos primero” que llevaba adelante el ex presidente Donald Trump, cuando los lazos de Washington con Europa fueron a los tumbos y de una crisis a otra.

Menos de tres meses después de la gira de reparación de lazos de Blinken, Washington se encuentra en una crisis diplomática sin precedentes con Francia.

Desde la perspectiva francesa, el movimiento de Estados Unidos va en contra de lo que el gobierno de Biden ha prometido desde el final de la era Trump: un retorno al multilateralismo y a la estrecha cooperación con socios y aliados, con Europa como un elemento importante.

“Esto hace que los europeos se den cuenta de que quizá algunas de las políticas de Trump, más allá de los escándalos y los tuits, no eran una aberración sino que señalaban un alejamiento más profundo de Europa”, dijo Benjamin Haddad, director del Centro de Europa del Atlantic Council.

“En un momento en el que el gobierno de Biden quiere reunir a los europeos en un frente transatlántico común para hacer frente a la asertividad china, ¿por qué no traer al actor clave de la Unión Europea en la región?”.

Algunos consideran que es una torpeza política del gobierno de Biden, justo después del caótico final de la intervención estadounidense en Afganistán, que duró dos décadas y sobre la que los países europeos se quejaron de que no se les había consultado adecuadamente. (Reuters-Télam)

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