17 Septiembre 2021
Se atraviesan días en donde las buenas acciones tienden a esfumarse causada por el egoísmo de una sociedad tecnócrata y globalizada. Pero hay, en un populoso barrio de la Capital Nacional del Sulky, mujeres que no manejan y practican estos conceptos de una realidad signada por lo mundano. Son valerosas mujeres simoqueñas, que poseen una filantropía social sin parangón, tienen espíritu de progreso, superación y ganas diarias de tener limpio a su querido Barrio Alfonsin. La realidad de las calles de este barrio y el accionar de estas 10 gigantes musas de la ciudad, que se ayudan mutuamente y no permiten que ninguna de las integrantes resuelva sus inconvenientes sola, sin el apoyo de las demás. Supieron confeccionar su grupo de trabajo que se denomina Mamás Voluntarias, ellas cada madrugada se ocupan de la limpieza de cada cuadra y recorren las aceras dejando limpio todo a su paso, entendiendo que las calles son el patio grande de sus casas. Ellas buscan todos los días que el trabajo sea menos, entendiendo que el vecino colabore con la limpieza y ayude a cuidar el medio ambiente. Estas vecinas activas, creativas, solidarias y emprendedoras, con sus historias particulares, se organizan y trabajan como un grupo consolidado de años, y su versatilidad y pasión por la pastelería les permite ofrecer lo mejor de sus elaboraciones para la merienda de los simoqueños. Su aroma de superación no se detiene en su barrio y en cada evento deportivo y social que se efectúe en la ciudad ellas estarán ofreciendo sus producciones. Porque anhelan crear algo distinto, quieren sembrar en la población sentido de pertenencia por el terruño, quieren ser emuladas por otros vecinos de los demás barrios. Sus chalecos lilas fueron confeccionadas por ellas mismas; cada acción que realizan las reflejan en las redes sociales. En cada jornada de su trabajo se topan con los albores de cada madrugada, llevando consigo sueños, proyectos, metas y objetivos de cultivar el altruismo en la ciudad. Con sus miradas trasmiten humildad, sencillez, buen humor. No tendrán una remuneración por su labor, pero mirando hacia atrás y puesta la mirada en el presente, estas mujeres son lo bueno que le sucede a la ciudad. Porque su transitar deja una estela de amor por la ciudad.
Sergio Rodolfo Saprun
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