José María Montini y Los Arrieros reviven lo tradicional del folclore

José María Montini y Los Arrieros reviven lo tradicional del folclore

El reconocido músico y difusor cultural vuelve a un escenario después de 32 años. Una larga trayectoria en los medios.

EL REGRESO. José María Montini actuará en vivo tras tres décadas. EL REGRESO. José María Montini actuará en vivo tras tres décadas.

“Para que haya azúcar blanca hizo Dios manos morenas y para todas las zafras hizo también tierra ajena. Para el azúcar amarga hizo Dios al pelador. Para que tenga miseria, hizo también al patrón”. Al poema de José Augusto Moreno, “La canción de los meleros”, le puso música José María Montini. También musicalizó letras de Carlos Sánchez y de Pedro Favini, con quien hizo numerosos jingles publicitarios. Pero la principal actividad de Montini, junto a su larga trayectoria como guitarrista y armonizador de voces, es la de difusor del arte folclórico en programas radiales y como representante del Prefestival de Baradero. Hoy, en su muy postergado regreso a los escenarios, estará en el 61° Septiembre Musical.

El reconocido folclorista y el cuarteto Los Arrieros se presentarán a las 20 en el Teatro San Martín (avenida Sarmiento 601), en un recital organizado por el Ente Cultural, bajo protocolo de sanidad y con entrada gratuita.

Después de 32 años de no tocar en vivo, Montini interpretará temas folclóricos de diversos autores, hablará también sobre ellos y les rendirá homenaje.

Por su parte, Los Arrieros harán obras de autores tradicionales, con ritmos característicos de distintas regiones del país. En sus 36 años de trayectoria, el grupo representó a la provincia en los principales festivales nacionales como Cosquín, Jesús María y Baradero. Está integrado por Luis Acosta Valencia, Felipe Rojas, Gerardo Cascales y Fabio Dip.

CON ESTILO. Los Arrieros defienden lo clásico hasta en la vestimenta. CON ESTILO. Los Arrieros defienden lo clásico hasta en la vestimenta.

Homenajes y anécdotas

En diálogo con LA GACETA, Montini explicó que en la primera parte del recital, que estará a su cargo, hará canciones de Atahualpa Yupanqui que permanecen casi olvidadas. Por ejemplo, la primera zamba que compuso dedicada a Tucumán, que es “Zamba de los caminos”, donde habla de lugares que recorrió: “Yo te he cantado, zambita, allá entre los montes del viejo Ibatín, en los ranchitos de Arcadia, en Raco y Amaicha, Ñuñorco y Tafí”.

“Otros temas de él poco difundidos que voy a hacer son ‘Canto del peón envejecido’ y la milonga ‘El cencerro’. Además voy a tocar la muy conocida ‘Zamba del grillo’ -adelantó-. Sobre su origen me contó Atahualpa que viajando un día a San Javier se le pinchó una goma al vehículo en que lo llevaban y se detuvieron a cambiarla en la avenida Aconquija. Él se sentó en una barranca, eran más de las siete de la tarde y comenzaron a cantar los grillos, entonces sacó su famosa libretita negra y comenzó a escribir la zamba”.

- ¿A qué otros autores va a recordar?

- Uno es Enrique Hurón Viaña, que enseñó mucho sobre folclore a los jóvenes y era muy compañero de Atahualpa en sus viajes a caballo. Su familia era oriunda de Raco y de San Pedro de Colalao. Le decían Hurón porque era feo. Una vez empezó a cortejar a una chica que era hermosa, pero no le hacía caso. En una fiesta quiso sacarla a bailar y ella lo rechazó. Ofendido, en lugar de enojarse e insultar, con mucha altura le hizo una zamba donde le dice: “No olvides nunca, paloma hermosa, que tus encantos no han de durar. No olvides nunca, mi vanidosa, también los años suelen pasar”. Después, él también ha musicalizado letras de un poeta tucumano muy poco reconocido, Ramón Luna, que escribió sobre los peregrinos de Santiago del Estero y de Tucumán que van a ver a la Virgen del Valle.

- También va a recordar a algunos bailarines.

- Sí, entre ellos a Nico Sobrecasas, que falleció hace poco. Él y Manuel Negro Andújar fueron los bailarines de zamba más exquisitos que tuvo Tucumán. Soy profesor de danza, así que sé de lo que hablo. Y también voy a recordar a Dardo Molina Chazarreta, que falleció hace un mes y fue mi alumno de guitarra. Y voy a tocar “Santiago del Estero”, una versión instrumental de uno de los mejores valses que ha compuesto Andrés Chazarreta. Le hizo un vals para cada provincia. También habrá tiempo para “La humilde”, que es la reina de las chacareras, y “La olvidada”.

- Sus programas de radio, ¿qué contenido tienen?

- Uno se llama “El trovador del viento”; lo hice en LV12 y ahora está en Radio Universidad, los lunes, miércoles y viernes, de 23 a 1. Ha obtenido importantes premios. El otro, “Cultura viviente”, va por Radio Nacional los miércoles de 15.30 a 16.30 y es sobre la cultura en general. Además de difundir el folclore he enseñado guitarra a mucha gente, incluso en la mayoría de los colegios de San Miguel de Tucumán. Fui el primer profesor varón que pudo entrar a dar clase en el colegio Santa Rosa. Tal vez me ayudó el hecho de tener parentesco con el Papa Pablo VI, que se llamaba Giovanni Batista Montini, y ser sobrino nieto de la Madre Mercedes Pacheco, por parte de mi familia materna. Me contrataron en muchos colegios religiosos.

- ¿Cuándo se inició su carrera artística?

- Comencé a tocar guitarra a los ocho años. Tuve muchos maestros reconocidos. A esa edad actué por primera vez junto a Orlando Galante, que me llevaba 10 años, en el Teatro Alberdi. Después me eligieron niño prodigio, me llevaron a conocer a Juan Domingo Perón, estuve en la ciudad infantil Evita, y me dediqué a la música. Soy maestro de coros, he armonizado como a 30 grupos folclóricos de Tucumán. Hay un libro de Lucía Mercado con mi biografía. Se llama “El trovador”.

- ¿Cómo describiría a Los Arrieros?

- Es un grupo muy especial, con una armonización de voces muy simple: primera y segunda voz. Como Los Chalchaleros, que eran dos dúos que se juntaban para cantar. Los Arrieros tienen una gran admiración y respeto por Los Chalchaleros, por eso son continuadores de su estilo tradicional. No son imitadores, porque tienen temas propios. Es una forma de mantener vivo al folclore tradicional, porque si fuera por otros que cantan baladas o country, no sé a dónde íbamos a llegar.

- Como cultor de las armonías vocales le deben gustar Los Huanca Huá.

- ¡Claro! ¡Unos genios! También Las Voces Blancas. Yo he sido muy amigo de los mejores armonizadores del folclore. Conocí a Héctor Quattromano, a Edgardo Gustavo Moragas, a Stella Maris Crisci, porque con el Chango Farías Gómez estuve muchas veces. Participé en ensayos del Quinteto Tucumán, Los Nocheros de Anta, Los Adariegos, el Cuarteto Zupay... He traído a actuar en mi peña al Cuchi Leguizamón, y tengo fotos con Manuel J. Castilla, con Pablo Trullenque y otros grandes, acompañándolos con la guitarra.

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