China, Pakistán e India pelean por un lugar en el nuevo tablero

Islamabad y Pekín empezaron a negociar con los talibanes. Nueva Delhi, aliada del gobierno derrocado, se queda ahora sola, ante estas alianzas entre sus enemigos.

China, Pakistán e India pelean por un lugar en el nuevo tablero
24 Agosto 2021

Sanjeev Miglani y Asif Shahzad

Agencia Reuters

A medida que los talibanes se hacen con el control de Afganistán, el nuevo tablero tiene a Pakistán en control, con su aliado China buscando cimentar su influencia en la región. Pakistán mantiene fuertes vínculos con los talibanes. Aunque niega las acusaciones de haberlo apoyado al grupo fundamentalista contra el gobierno respaldado por Estados Unidos, cuando los talibanes tomaron Kabul, el primer ministro de Pakistán, Imran Khan (foto), dijo que los afganos habían roto los “grilletes de la esclavitud”.

China, que no ha intervenido en Afganistán pero que mantiene una sólida alianza con Pakistán, tendió una rama de olivo a los talibanes, atraída por la riqueza mineral del país, incluidas sus grandes reservas de litio, un componente clave para los vehículos eléctricos. También estudia cómo mejorar la seguridad de su estrecha ruta terrestre a través de las montañas del Karakórum hacia Pakistán.

Y luego está India, viejo enemigo de Pakistán, que lleva más de un año enzarzado en un enfrentamiento militar con China en su frontera. India fue uno de los principales defensores del régimen derrocado en Kabul y, a medida que Pakistán y China se convierten en actores clave en el Afganistán gobernado por los talibanes, el nerviosismo de Nueva Delhi aumenta.

China afirma que su principal objetivo al tender la mano a los talibanes es proteger su región occidental de Xinjiang de los militantes del Movimiento Islámico del Turquestán Oriental (ETIM), que podrían buscar refugio en Afganistán. “Pakistán podría estar pensando en aprovecharse de Afganistán contra India, pero no es necesariamente el caso de China”, dijo Zhang Li, profesor de estudios del sur de Asia en la Universidad de Sichuan. “La principal preocupación de China es que los talibanes formen un régimen moderado, para que el terrorismo no se extienda a Xinjiang y a la región”, explicó.

El gobierno estadounidense afirma que ETIM ya no existe y que es una calificación amplia que China usa para oprimir a grupos étnicos musulmanes, incluidos los uigures, en su región de Xinjiang.

Pekín ofreció las dos cosas que los talibanes necesitan para gobernar: el reconocimiento diplomático y la ayuda económica y de infraestructura, dijo Brahma Chellaney, profesor de estudios estratégicos en el Centro de Investigación Política de Nueva Delhi. “China seguramente aprovechará la nueva apertura para hacer incursiones estratégicas en un Afganistán rico en minerales y profundizar su penetración en Pakistán, Irán y Asia Central”, dijo.

En Pakistán, celebraron el malestar de India por el giro de los acontecimientos, según Raza Ahmad Rumi, comentarista político que enseña en el Ithaca College de Nueva York. Los dos países se han enfrentado en tres guerras desde que se convirtieron en naciones independientes, cuando se dividió el subcontinente, en 1947.

“El júbilo en Pakistán que se vio en las redes sociales y por televisión estaba relacionado con la pérdida de influencia india, ya que en ciertos círculos consideraban el vínculo del presidente afgano Ashraf Ghani con India como una amenaza”, dijo Rumi.

India guarda un amargo recuerdo de la anterior etapa de los talibanes en el poder, de 1996 a 2001, y de los vínculos del grupo con Pakistán. “Nuestra posición actual es la de ajustarnos a la realidad. Tenemos que jugar a largo plazo en Afganistán. No tenemos una frontera contigua, pero tenemos intereses allí“, dijo Jayant Prasad, antiguo embajador indio en Kabul.

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